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Mis ojos se abrieron lentamente. Entonces fue cuando el dolor de espalda, riñones, lumbares, y cuello se hicieron presentes...fue cuando todo ello llegó a mi de golpe.

Me había dormido sobre el escritorio.

Como pude, levante mi cuerpo de aquella silla giratoria, tan solo para desperezar mi cuerpo y soltar un gran bostezo.

Lo cierto es que aún estaba cansado.

Con pereza - más de la habitual- me acerqué a la ventana que me permite ver con toda claridad los hogares y calles frente a mi. Y, aunque también lo hizo la luna, no pude evitar buscar la presencia de Park en su hogar. También es cierto que tardé - relativamente- bastante tiempo en hacerlo, pero valió la pena.
Quedé totalmente satisfecho al encontrármelo acostado sobre su cama, con los ojos cerrados y un hilo de vapor saliendo de sus labios.

Lo cierto es que hacia frío y, al parecer, no me percaté hasta que vi como una gran manta gris cubría poco más de la mitad de su cuerpo.

Tras empezar a notar el frío llegar a mi, me permití taparme con una manta de oscuros todos desde los pies hasta el inicio de mi pantalón.
No lo pensé demasiado cuando cogí la libreta de innumerables palabras y comencé a escribir en su nombre, mientras la luna caía con delicadeza, como si de magia hablase, sobre su rostro. Que, aunque alejado, aún se podían notar todas sus perfectas imperfecciones.

-'Nacimos de la luz de la luna
No es ninguna fantasía
Sin poder respirar a la luz del sol
Tienes que esconder tu corazón
Nacimos para estar tristes, tristes...
Sufrimos para sentirnos felices

Vamos, hijos de la luna
Así es como se supone que debe ser
Todo este dolor y esta pena
Ese es nuestro destino, ¿entiendes?
Nuestras vidas son así
Debemos bailar bajo la lluvia
Bailar en el dolor
Aunque nos estrellemos
Bailaremos en el avión
Necesitamos del paisaje nocturno más que nadie
Yo mismo soy mi consuelo, nadie más
Está bien derramar lágrimas
Pero no te hagas daño

Hijo de la luna, tu hora de brillar
Será cuando subas al cielo
Vamos
Hijo de la luna, no llores
Cuando anochezca, es tu momento
Vamos
Hijo de la luna, tu hora de brillar
Será cuando subas al cielo

Me marché, pero nunca pude irme
Dices que quieres morir, pero vives con tanta diligencia
Dices que quieres dejarlo ir, pero te pones otro peso encima
"No pensar" es todavía un pensamiento, ¿sabes?
Simplemente, este es nuestro destino
Sonríele a este eterno dolor
No hay libertad cuando hablas de ella, ¿sabes?
¿Sabías?

A la hora de la luna, miro el cielo a través de mi alma
Voy a mostrarte tu ventana, tu hora
Esa farola también tiene un montón de espinas ¿sabes?
Observa con atención esa destellante luz
¿No es la vista nocturna algo tan cruel?
Una vista magnífica hecha de las espinas de alguien más
Seguramente, alguien se consolará mirando tus espinas

Somos nuestra noche, nuestra luna

Hijo de la luna, es tu momento de brillar. '

Una leve sonrisa apareció en mi rostro al ver como, con las horas pasadas, comenzabas a abrir tus ojos, desperezándote sin cuidado sobre la - aparentemente- cómoda cama.

Tú risa se escuchó desde mi lugar, un gato de blanco pelage de encontraba en tu pecho, dejando lo que me parecían pequeños besos de buenos días en tu rostro.
Pero tú solo reías, y yo solo soñaba con ser un felino para poder ser cuidado de esa forma...

- 'Capítulo 80. Moonchild.'

Memorias de un idiota «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora