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Salieron de aquel edificio en mal estado y ahí estaba estacionado un automóvil color negro.

NamJoon se encargó de abrir la puerta del copiloto y cerrarla después de que SeokJin subiera, claramente después de insistirle bastante. Después el subió al asiento del conductor. Luego de encender el auto comenzaron a avanzar.

_¿No quieres saber a dónde vamos?_ el más alto preguntó al ver que su acompañante estaba callado y que miraba constantemente hacía la ventana.

_¿Es algo malo?

_No.

_¿Me vas a obligar a hacer algo?

_No lo creo, a menos que te niegues a comer.

_Entonces supongo que está bien a dónde sea que vayamos_ quería actuar despreocupado, pero realidad tenía demasiado miedo y estaba buscando la manera de salir huyendo, pero saltar del auto en movimiento no era una opción.

_Y perdón por lo de las flores y la ropa, se suponía que debían llegar llegar mucho antes de las seis, pero los estúpidos de paquetería se retrasaron. Cuando llegue yo, ellos también estaban llegando.

_Pues deben ir a entregar muchas cosas y no el lugar donde vivo no es el más seguro, posiblemente querían evitar que algo les pudiera suceder_ se encogió de hombros.

_Si, puede que haya sido eso_ apretó con fuerza el volante. Había pagado mucho más para que se hiciera lo que él pidió, pero no iba a discutir sobre eso con SeokJin.

Llegaron a un restaurante, NamJoon detuvo el auto, se apresuró a abrirle la puerta al castaño y tomarlo de la mano para salir.

_¿Por qué hiciste eso?

_Eres un principe, mereces ser tratado de lo mejor~_ le guiño un ojo, después le entregó las llaves a un hombre con uniforme.

_No soy un príncipe_ refunfuño.

_Si lo eres_ caminaron hasta la entrada del lugar, en cuanto el recepcionista vió a Kim lo dejo pasar sin ningún problema y una mujer se encargó de guiarlos a una mesa que estaba alejada del resto, como si fuera una zona privada, ya que sólo estaba su mesa, dos sillas y al rededor ya no había nadie más, sólo dos meseros.

A ambos les entregaron la carta para que pudiera ordenar lo que quisieran.
SeokJin no conocía nada de lo que ahí le presentaban y no había especificaciones o imágenes para que pudiera darse una idea de lo que era. Miró discretamente hacía NamJoon que estaba sentado frente a él, lo miraba con una sonrisa que hacía notar sus hoyuelos, parecía como su estuviera al pendiente de todos sus movimientos, ni siquiera había leído la carta.

_¿Ya decidiste que quieres, corderito?

_No me presiones_ hizo un puchero inconscientemente.

_Si quieres puedo ordenar por ambos~

_Te dije que no me presiones_ murmuró. NamJoon soltó una carcajada y llamo al mesero para pedir su comida y la de SeokJin que seguía bastante entretenido en descubrir que significaban aquello nombres raros.

_¿Me los llevo o-_ el mesero preguntó con vos baja.

_Sólo este, déjale el suyo_ Kim le respondió de la misma manera. Su corderito se veía realmente adorable con esa expresión de concentración en su rostro.

Poco después volvió el mesero y dejó los platos en la mesa y SeokJin se sorprendió y miró con molestia al sujeto frente a él.

_Yo podía ordenar por mi cuenta_ reclamó.

_Ibas a terminar eligiendo algo al azar y posiblemente no te gustaría_ respondió_ come, seguramente te gustará~

SeokJin vió el platillo que tenía frente a él y decidió esperar a que NamJoon comenzará a comer para no cometer alguna tontería.
NamJoon al notar la intención de su acompañante decidió empezar a comer y después de que Jin lo observará él también empezó.

𝓜𝓲𝓷𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora