CAPÍTULO TRES - II

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MEMORIES, BLAME, AND BASKETBALL
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Cuando llegan a las instalaciones de la escuela, caminan rápidamente a por los pasillos para llegar a clases.

Justo cuando el timbre suena ellos entran al salón; ignorando las miradas de algunos que le dan al caminar a su asiento.

El profesor comienza con el tema del día y todo continúa así con las demás horas.

Sin embargo, Fëanor ha pensado en algunas cosas que le han causado que le llamen la atención un par de veces.

Dispersa nuevamente en el tema de los escalofríos de estos últimos días. Quizá sean solo nervios porque casi se cumple un año de los eventos con el mundo del revés.

Aquel lugar que en sus pesadillas aún siente el frío recorrer su cuerpo y los tentáculos moviéndose a través del suelo, intentando alcanzarla.

Recuerda cómo intentaba huir en aquel mundo oscuro y tétrico.

Corría tanto como sus pasos le permitían avanzar sobre el suelo agrietado y encharcado. El aire frío le pegaba en el rostro y su respiración agitada emitiendo vapor entre jadeos agitados.

Escuchaba los rugidos del monstruo de gran altura, de enormes garras y grandes fauces la perseguía

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Escuchaba los rugidos del monstruo de gran altura, de enormes garras y grandes fauces la perseguía.

¿Podía oler su miedo? ¿Por eso la encontraba?

¿Por qué no podía dejarla en paz?

No sabía hasta dónde más continuar, sus piernas se estaban cansando. Se agotará más rápido a ese ritmo y él la atraparía. La tendría bajo su voraz hocico y la devoraría como el cuerpo de esa chica de la que se alimentaba.

Después de sentir que ya no podía más, encontró un escondite. Ahí, tal vez sea su salvación.

Fue inmediatamente y con su corazón agitado, pidió que este se fuera. Que pasara de largo y la dejara tranquila.

'Vete, vete, vete', repetía en su mente.

Mientras el animal se escuchaba avanzar a ella sigilosamente. Tratando de ubicar a su presa.

Pero no la encontró, algo bueno para ella aunque no para la otra presa que halló.

Un pequeño chico asustado que intentaba volver a casa.

— Señorita Ivers, ¿podría decirnos su opinión del tema? — la voz de la profesora la sacó de sus pensamientos.

— ¿Ah? — mira a la mujer.

— Ivers, ponga atención por favor. — demandó.

Fëanor asintió encogiéndose en su asiento. No se había percatado del llamado de la maestra y las miradas sobre ella de toda la clase.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐒¹ •| |• 𝐁𝐈𝐋𝐋𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐎𝐕𝐄 ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora