𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎

Capítulo 14

— Oh Rory, mira que hermoso árbol, debería de comprar uno para la casa — sus dedos tocan con cuidado las ramas verdes del enorme pino

— No creo que sea una buena idea — dije y niego con la cabeza.

— Es una fantástica idea, cuando tenga dinero vendremos a comprarlo e iniciaremos nuevos recuerdos de navidad

Le doy un último repaso al árbol es lindo, pero ella ni siquiera tiene trabajo, ¿cómo rayos lo va a pagar?

Caminamos juntas por la avenida korés, un silencio llena nuestro camino, pero lo prefiero a que empiece a hablar

— ¿Y cómo van las clases? — pregunta

— Bien, me voy a graduar pronto.

Esto es muy incómodo, prefiero el silencio

— Será genial que al menos una mujer de mi familia se gradúe como debe ser

— ¿Nadie se graduó de tu familia? — pregunte cruzando la calle.

— Jamás, mi madre se casó, y abandonó la escuela para convertirse en ama de casa y pues luego yo quedé embarazada.

— Vaya ejemplos, ¿alguna vez hablando en serio pensaste en no tenerme? — la pregunta la toma desprevenida, pero se recupera rápido

— La verdad es que el quedar embarazada cambió mi vida por completo tu papá y yo teníamos diecisiete cuando nos enteramos. Yo estaba asustada, pero sabía que lo amaba con toda mi alma, él me dijo que estaríamos juntos en esto y le creí, pero días después mis padres se dieron cuenta me echaron de su casa sim contar que también de sus vidas — me mira sonriente y su mano pone un mechón detrás de mí oreja — no me arrepiento de nada, excepto de no haber sido la madre que te mereces.

No sé qué decirle en verdad. Un nudo en mi garganta me la pone difícil para hablar. La verdad es que nuestra relación nunca fue la mejor, pero a veces solo a veces deseo tener una mamá de verdad

— Pero solo el tiempo dirá — dice con una sonrisa triste

Asiento y trato de ignorar ese dolor en el pecho para tener una tarde buena. Tal vez el disfruta de una mamá sobria sea bueno

— ¿Qué tal si vamos a comprar algunas cosas para cenar y después vamos por ese feo árbol? — propongo

— Mi cielo, eso sería estupendo, pero no tengo dinero — admite

Me reí — No te preocupes tengo mi sueldo, vamos a ponernos navideñas y el tiempo luego nos dirá — susurro

Me sonríe y enreda su brazo con el mío para ir más juntas

***

— No estaba tan lleno, Rory, exageras — dice tranquila.

— Eso dices tú porque no te atropelló el pie una vieja gorda con un carrito lleno de pavos congelados — me quejé sobando mi pie.

Se ríe — Es cierto, ¿quién necesita tantos pavos? ¿Crees que trabaje en alguna fundación?

— Estoy segura de que son para rellenar su gordo trasero — repuse y se río hasta contagiarme

Estamos muy cerca del lugar donde están los pinos. Maldita la hora en la que se me ocurrió esta idea, ni siquiera traje el auto tendremos que llevarlo arrastrando

— ¿En qué piensas, hija?

Me saca de mi mente

— En que no traje el auto, ¿cómo nos llevaremos el pino?

Se ríe y pasa la mano por su cabello para hacerse un chongo mal hecho — nosotras podemos llevarlo, tú tranquila, yo nerviosa

¿Debería creer en la validez de esa frase?