— Vaya que te tardas — dice dejándole algunas croquetas en el plato a Gato.
— Fueron cinco minutos, da igual vámonos — asiente y camina a la puerta, yo le doy una caricia en la cabeza a Gato antes de salir.
Ambas bajamos los escalones de mi casa, temiendo que alguno se rompa pues la madera está más podrida que mi alma. Bajamos sin accidentes para tomar camino hasta la plaza principal que no está muy lejos en realidad.
— ¿Y bien? ¿Qué pasó con ese latino tuyo? — pregunta dándome un golpe en el hombro.
— Lassie, ya te lo he dicho él viene de Seattle junto a toda su familia — gruñí
— Él algún pariente latino debe tener, tiene esa vibra que enloquece a cualquier extranjera — se estremeció.
— Agh, que asco Lassie, además no es mío — le informo.
— Pues que decepción, es perfecto para ti mucho mejor que alguno con los que has salido.
— Nunca he tenido un novio formal, Lassie solo una larga lista de polvos rápidos. Somos amigos y eso me hace feliz, nunca le intereso a nadie acercarse a mí y llega él
— Su radar latino debe haberte observado muy bien — dice y ruedo los ojos.
—¡Que no es latino! — grite desesperada.
— Ya pues, cálmate. Ahora dime algo sobre ese chico pálido — dice con asco
— Anoche lo vi, estaba en una fiesta ebrio y quería que fuera por él.
Se detiene y me mira seria como si estuviera buscando la mentira en mis palabras, pero me mantengo serena antes mi confesión. Vuelve a caminar seria
— ¿Y qué pasó? — pregunta curiosa.
— Pues fui por él a una casa enorme en una de las privadas y estaba bebiendo tequila como loco, lleno de manchas junto a olores que prefieres no saber — hace una mueca de asco — pero no quería irse así que Erik me dijo que lo dejáramos...
— ¿Erik? ¿Cómo que Erik? ¿Llevaste a él con el otro? — pregunta emocionada
— Lassie — le digo irritada, se porta como una adolescente hormonal.
—¡Eso debió ser una locura, dime que pelearon por ti al estilo crepúsculo! — exclama
— Dos cosas; ¿por qué sabes de crepúsculo? Y luego ¿por qué piensas que pelearon por mí?
— Puedo tener más años que tú, pero déjame decirte que también veo la televisión, además por favor, nos quieras engañarme diciendo que ellos se llevan muy bien entre sí. Porque eso es mierda.
— Si pelearon, Coleman lo tomo del cuello y le soltó algunos golpes hasta que lo hizo enojar reventando su labio. Ahí fue donde Erik le dio un puñetazo en la nariz, ¿Lassie qué haces? — le grite
—¡Señor, una bolsa de palomitas aquí! - corre mientras le grita a un viejo hombre que empuja un carro repleto de palomitas. Esto debe ser una broma.
Cinco minutos después termina de escuchar mi relato mientras se come unas palomitas de caramelo. Llegamos al inicio de una calle cerrada con varios árboles llenos de luces.
— Eso fue bueno, me alegra que alguien le arreglara la nariz a ese chico — dice mientras niego con la cabeza.
— Hoy dará un discurso por la tarde, le estuve ayudando para que estuviera listo.
— ¿Me puedes explicar de nuevo por qué te juntas con él? — pregunta, pero niego con la cabeza cuando veo entre la gente a Erik con un lindo gorro de lana negro con diamantes pequeños alrededor.
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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Novela Juvenil𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...