Una semana después:
Ha pasado toda una semana ya, el año viejo se ha ido para cederle el trono al nuevo, salí del hospital el veintinueve con unas hermosas muletas para mi pierna con las cuales golpeó a Coleman cada que me molesta. Pase el año nuevo con Lassie y Gato en mi casa viendo una película horrenda que encontramos por ahí mientras que Coleman estaba con sus abuelos de mala gana pasando esta fecha, aunque me llamo a las doce exactamente para preguntarme, ¿qué deseaba de año nuevo? A lo que le respondí que un cuerpo nuevo.
Lastimosamente el ataque de Jimmy no solo me afectó mentalmente, sino que también me dejo algunos rayones el cuerpo junto a hematomas acompañados de un dulce vendaje pequeño en la frente, pero de ahí en fuera todo sigue normal. Erik me llamó también en año nuevo me contó que su abuela y él estaban de camino a Las Vegas para el cumpleaños de ella. Evite decirle del incidente, aunque sé que algún día se enterara y querrá matarme por ocultarlo. Ahora estoy sentada en el sillón comiendo una manzana que es compartida con Coleman que admitió que le provoca algo de asco el comerse la misma manzana que yo, pero aun así la muerde.
— ¿Por qué no podemos salir? — pregunta de nuevo.
Puse mis ojos en blanco — Por qué; A) tengo frío y me duele el cuerpo aún, b) no quiero salir y c) es mi cumpleaños así que cállate.
— Por eso mismo debemos salir para que tengas un cumpleaños tan bueno como el mío, que no hubiera sido así si no me hubieras convencido de salir por ahí a divertirme.
— Claro y aprecio la intención, pero tú no estabas muriendo cuando te saqué — dije mirando la tele.
— ¿Por qué estás a la defensiva? — pregunta terco — ¿Es por qué dije que me parecía atractiva la chica de la película?
Solté una carcajada cuando lo vi algo preocupado
— ¿Estás insinuando que estoy celosa? — bromee y asiente — mira muñequito, no estoy celosa de alguien a quien no conozco, ni tú conoces solo que en realidad no me siento con ánimos para salir.
Me mira buscando un rastro de algo en mi rostro. — Como digas — se vuelve a acomodar en el sillón y Gato se sube al sillón a mi lado y comienzo a acariciarlo — ¿por qué no lo bajas?
— ¿Por qué no te bajas tú? — solté molesta.
Negó con la cabeza y su expresión se convierte en una mueca molesta.
— Ese perro solo te llenará de pelos y pulgas - se queja
— Oye es mi perro si no te gusta bien, te puedes ir él llego primero y se quedará donde yo quiera — dije.
— No me gusta tu perro realmente, no soy fan de ningún animal.
— Solo de ti mismo, ¿no? — dije en voz baja.
— ¿Qué dijiste? — pregunta.
— Nada, solo cambiemos de tema y ya.
Un silencio nos llena e inmediatamente empiezo a sentirme culpable, bien, ambos nos estamos adaptando a la nueva situación es obvio no somos pareja aún, pero es algo incómodo para ambos todo esto.
— ¿Tienes hambre? — me pregunta rompiendo el silencio.
— No.
— ¿Tienes ganas? — no puedo evitar reírme al escucharlo.
— ¿Qué? — pregunte entre risas y me mira perdido.
— ¿Por qué te ríes? Me refería a dormir, sucia.
Me rio al verlo sonrojado — Me han llamado cosas peores — dije acomodándome el cabello.
— No hablaba de sexo — dice molesto, pero me mira de reojo — ¿por qué pensaste eso?
— Porque es de lo único que hablábamos al principio, pero veo que la dinámica ha cambiado.
— Algún día lo intentaremos, ¿no? — asiento sin prestarle mucha atención ya que cambio de canal lo más rápido que puedo. No hay nada bueno.
— Claro, algún día, es nuevo mes aún más específico es un nuevo año lleno de ilusiones y... — interrumpe mi discurso inspirador con su boca.
Me planta un beso, es lento como si quisiera explorar todo de mi boca le paso una mano por el cabello para pegarlo más a mi hay una necesidad en este beso, como si ninguno podría tener suficiente del otro. Coloque mi mano en su nuca para pegarlo más a mí, lo diré jamás en voz alta, pero me gusta que me bese sin pensarlo mucho, es como una linda sorpresa, pero jamás lo escucharon de mí. Todo va bien hasta que su mano se dirige a mi muslo adolorido.
— Ay — me quejé en su boca al sentir su peso contra mi pobre cuerpo.
— ¿Estás bien? ¿Te lastime? — pregunta asustado apartándose.
— No, solo sigo adolorida pero ya se me pasará — intento pegarlo de nuevo a mí, pero este se niega
— No quiero hacer nada que te vaya a lastimar — dice preocupado
— ¿Entonces si te digo que deberíamos de tener sexo justo ahora, en este mismo momento me dirías que no?
Traga saliva y noto que he dado en el clavo de su autocontrol — diría que no podemos porque te haría daño — estiro mi mano y le aplico algo de presión en la entrepierna con mi palma.
— Richard, Richard, pensé que eso era lo que querías — dije provocándole.
Aparta mi mano — No voy a caer en tus provocaciones estás adolorida y si te pongo una sola mano encima me vas a golpear con tus muletas.
— ¿No tienes ganas? — le pregunte acercándome como puedo.
— ¿Tú sí? — me mira con un cierto brillo.
Le guiño un ojo bromeando y sonríe. Me toma de la cintura e intenta subirme a él — Vamos a un lugar más privado — dice mirándome — haremos algunas cosas.
Asiento, me levanto con cuidado y tomo las muletas con fuerza para llegar hasta mi cuarto si a eso se le puede llamar cuarto. Entramos y me ayuda para acostarme en la cama.
— ¿Te puedo quitar los pantalones? — ni siquiera respondí y ya lo hace con cuidado
— ¿Qué vamos a hacer? — le pregunte, pero levanto la vista para verme y me encontré con una expresión que nunca vi.
Me sonríe — ¿Vamos? La pregunta correcta es que te voy a hacer yo — se acerca y me desabrocha el botón negro junto al cierre. La forma en la que lo dijo me hizo sentir un escalofrió en la columna.
— Solo hazlo con cuidado para no matarme del dolor de las piernas — hace caso y como puede y los deja en el suelo tendido.
Estoy solo en mi tanga de encaje y su mirada se pierde en mis piernas observando con atención. Empiezo a sentirme intimidada.
— Tienes muchos golpes hasta algunos hematomas morados, tengo miedo de lastimarte.
— No lo harás te lo juro, ahora ponte de rodillas abre mis piernas y haz lo que tengas que hacer.
Se ríe tímido, pero se pone de rodillas frente a mí, tal vez la relación sentimental no sea lo nuestro, pero al menos estamos avanzando en lo físico.
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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...