Capítulo 25

1K 120 36
                                    

¡No puedo dormir! Es la maldita consecuencia de haber dormido horas en casa de ese. Hasta Gato ya se durmió mientras estoy dando vueltas en el colchón. Miro mi celular que se carga en el buró, son las doce de la noche.

— Esto es una mierda — murmuró para mí.

Me puse de pie. Todos sabemos que no me voy a dormir así que para que seguir rodando en la cama cómo estúpida. De seguro si leo mi viejo libro me entra algo de sueño, tengo un problema no sé dónde mierda este mi libro, la última vez que lo vi fue al mudarnos. Me agacho frente al clóset para buscarlo en las cajas cuando mi celular suena en el buró, corro por él y contesto.

— ¿Qué? — pregunte

— ¿Te desperté? — me quito el celular del oído y en la pantalla dice el nombre de Coleman.

— No, en realidad no podía dormir — confesé y salí del cuarto. — ¿Tú qué haces despierto a esta hora?

Puse el celular en manos libres y lo puse en el suelo con cuidado de no aplastarlo.

— El estrés me come la cabeza — dice irritado — me imaginé que no podrías dormir.

— ¿Ahora eres adivino?

— No, pero Jeffrey dijo que te fuiste al levantarte. A veces no entiendo por qué te cuento esto.

— Ni yo lo entiendo — moví una caja, pero al hacerlo tire otra llena de papeles — ¿ya me vas a contar qué es lo que no te deja dormir o esperas que te pregunte?

Se ríe — me gusta que me lo pregunten, pero no lo harás, el sábado es el festival y daré mi primer discurso frente a todo el mundo. No quiero que nada salga mal

— Entonces no vayas — bromeó.

— Eres una gran ayuda, ¿lo sabias?

— Es parte de mi currículum. ¿Por qué no le dices a tu familia que te ayude?

Gruño — Es más fácil que vuelvan a hacer la torre de pizza, en realidad solo están aquí porque es necesaria su presencia en el festival

— Entiendo, ¿por qué no le dices a tu novia que sirva de algo y te ayude?

— Dice que eso debo resolverlo yo, no hablamos mucho realmente. Solo si son cosas importantes.

Guardo los papeles con cuidado de vuelta en la caja mientras lo escucho.

— Entonces ustedes solo son novios de imagen, ¿ni siquiera salen en plan normal como ir al cine o.. ?

— Salimos, claro, la semana pasada fuimos al teatro a ver una obra.

— Si estuviera en tu lugar y tuviera que ir al teatro, primero me suicidó.

— No es tan malo como parece — dice

— Claro, ¿de qué se trató la última obra que viste? — pregunte.

— Sinceramente no lo recuerdo, en ese momento solo deseaba ir a otro lugar.

Vaya que lo entiendo, imagine solo por un momento soportar la voz chillona de Diana y sus constantes críticas sin contar el fiasco de obra que debió escoger. Dios, por suerte estoy soltera.

— De acuerdo, ¿si tuvieras oportunidad de ir a otro lugar adónde irías?

Se lo piensa un momento — No lo sé, no lo había pensado muy bien esa opción. ¿por qué piensas que soy raro?

Me detengo y me pongo de pie para ir a la cocina a tomar agua.

— ¿Acaso eres normal? — pregunte

𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora