— Ryland, ¿qué opinas de esta? Es más pequeña y, portátil será más fácil llevarla — me cuestiona interesado.
Mira la laptop en color gris brillante que amenaza con ser negra. No le presto la suficiente atención para decidir algo, pero sé que algo en el estante si me capta por completo. Una hermosa cámara Canon Eos esta apunto de hacerme llorar de lo perfecta que es.
— ¿Qué te pasa? — pregunta Coleman.
— Nada solo veía esta belleza — intente tomarla del estante, pero un hombre con una camiseta roja y un gafete me detiene.
— Lo lamento, señorita, pero no se permite tocar — dice con autoridad.
— ¿Eso le dice su esposa? — pregunte.
Coleman me miró y puso los ojos en blanco. Antes de ponerse frente a mí.
— Lamento el comentario sumamente inapropiado, me llevaré el equipo y nos retiraremos — explica él.
El hombre asiente y me da una última mirada molesta antes de irse. Baboso
— ¿De verdad tienes una necesidad por llamar la atención con esa actitud?
— ¿De verdad tienes una necesidad compulsiva de ver porno? — dije en voz alta y la mayoría volteó a verlo con sorpresa hasta con algo de asco.
—¡Mierda, Ryland! — dice en voz baja saliendo de la vista de la gente.
Si es bastante dinero lo que me paga él, pero no me alcanza para esa cámara sin contar los gastos que ya tengo. Por cierto, necesito ir a ver las maletas solo para ver cuánto dinero debo guardar esta vez.
Llego hasta un pasillo que me imagino yo que es para los turistas. Tiene algunos estantes con libros que dicen las leyendas de Osencia. Lo tomé para leer la contraportada, cuenta la historia del pueblo, pero me parece poco interesante. Paso la mano por los estantes hasta que la presencia de Coleman llena el lugar donde estaba comoda.
— Ya están subiendo las cosas al auto, vámonos — dice mirando su celular. Será mejor irme y volver luego sin este aburrido
— Vámonos — dije caminando a su lado.
Caminamos juntos hasta por el pasillo vacío.
Una chica delgada no deja de mirarme de una manera que no me agrada. Es como si me buscara algo en el rostro. Coleman se da cuenta, pero me dice que la ignore, cuando miro atrás la chica se ha quedado de pie detrás mío con la misma mirada.
— ¿Se te perdió algo? — dije borde.
Es más que evidente que esta sorprendida por mi acto o, tal vez por el hecho de verme con Coleman. Puede que sean ambas cosas.
— ¿Rory? — dice sonriendo — ¿eres tú cierto?
Se acerca y siento que tengo los pies clavados al suelo azul. No puedo moverme en lo absoluto
— Que sorpresa, hola — saluda emocionada.
Coleman me mira intentando entender que está pasando y por qué no hago nada.
— No te conozco — murmuró incómoda.
No voy a decir nada más. Me acomodó mi bolsa encima de mi hombro y empiezo a tomar camino.
—¡Rory, espera! — me llama ella. Sus tacones retumban en el suelo mientras corre tras de mi —¡espera!
— Ya te lo he dicho, no sé quién eres — le digo — lo siento.
Coleman viene detrás mío, aunque se nota que no sabe si intervenir o no
La chica se encoge de hombros — Perdón, no quería asustarte, aunque sigues siendo tan desconfiada como siempre. Soy yo Dashen — dice obvia, pero ni idea — Dashen Rose.
Carajo. Ahora todos los recuerdos de ella vienen a mi mente como si fueran abejas molestas, siento piquetes al pensar en todo.
— Un gusto Dashen, soy Richard Coleman — que metiche — ¿de dónde se conocen?
Dashen lo mira y lo saluda amable para mirarme sonriendo de nuevo
— Éramos casi hermanas. Mi padre se casó con su mamá años atrás antes de fallecer. Vaya estás hermosa y muy cambiaba, pero siempre con esa esencia — dice mirándome atenta — ¿hace cuánto no nos vemos?
— Desde el funeral — murmure en voz baja.
— Wow, ya hace bastante. ¿Cómo has estado? ¿Cómo está tu madre? — pregunta, pero solo siento su voz en mi cabeza y no puedo responder.
— Es gracioso, creo que se quedó sorprendida — dice Coleman divertido observándome mientras yo solo quiero desaparecer.
— Todo está bien, ¿y tú? — pregunte incómoda. Solo vete y déjame en paz.
Se pone las manos en el vientre abultado que no vi antes. Además de que una piedra le adorna el dedo anular.
—¡Fantástica! — grita emocionada —¡voy a tener a mi segundo bebé, además después renovaremos nuestros votos!
Excelente, excelente.
— Eso es bueno. En fin, es un gusto verte de nuevo, Dashen — dije, pero Coleman me puso una mano en la espalda para empujar mi cuerpo hacia ella.
— Lo mismo digo, señorita. Déjame decirte que estás enorme y muy guapa creo que mi papá estaría muy orgulloso de ti — dice con entusiasmo.
Una bala podría pasar atravesar mi cuerpo y no me hubiera hecho tanto daño como esas palabras. Antes de que lo piense estoy saliendo de la tienda junto a él.
— ¿De que hablaba? — pregunta curioso.
— No es tu asunto — dije sin ánimos.
Pone los ojos en blanco y suspira — Aquí vamos, ¿en serio crees que me pondré en el papel de "comprensivo" donde solo dejaré que me trates mal por tu mal humor?
Me giro para verlo a la cara — Mira principito, si no te gusta mi actitud déjame en paz y lárgate a tu mansión oscura.
— Me iré, a mi casa donde me esperará mi novia a quien si le interesa que yo le brinde mi atención. Que lastima, comenzaba que pensar que te estaba cambiando, pero ya que nunca lo lograré será mejor irme.
Se da media vuelta y desaparece entre los autos estacionados. Agradezco que se me ocurrió traer mi auto antes que irme con él.
El resto de la tarde me la pase sentada en una silla incómoda en mi cocina. Por más que la veo no logro encontrar un solo lugar donde la pintura permanezca intacta las hojas esparcidas por la tabla que gritan historia me dan náuseas al pensar en tocarlas. ¿Por qué todo tiene que ser tan estresante?
El sonido de mi celular me hace sentir una punzada en el pecho sin embargo tengo que responder. Estiro mi brazo y lo tomo presionando el botón verde
— ¿Qué? — respondí
— Hola a ti también — dice burlón.
— ¿Qué haces llamándome? — pregunte pasándome la mano por la cara irritada
— ¿Qué tienes? — pregunta y fruncí el ceño.
— ¿Cómo sabes que tengo algo?
— Tienes ese tono en la voz en el que se nota cuando estas molesta. Ya dime que sucede, ¿estas bien?
— ¿Tienes tiempo?
— Para escucharte tengo el que quieras.
Solecitos, ¿cómo están? Espero que estén bien, vaya, pues mis amigas quieren saber que team son ustedes. La mitad de mis amigas son #TeamRichard y la otra parte son #TeamErik. Quiero leer sus respuestas

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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Genç Kurgu𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...