Unos pasos se escuchan detrás de nosotras. Es Coleman con una mano en su brazo con una expresión de pena.
— Ryland, ¿puedo hablar contigo? — mira a Lassie pero baja la cabeza rápido — Buenas tardes
— Buenas, ya me dijo que tienes resaca. Haré una sopa de hongos casera que te ayudará a estar mejor. — Le dice de no muy buen humor
— Se lo agradezco — asiente y empieza a sacar cosas de la bolsa cuando salgo de la cocina.
Está de pie justo donde inicia el corto pasillo que lleva a mi cuarto. Me acerqué sin decir nada y noté que tiene la mandíbula apretada en señal de que está bastante tenso.
— ¿Qué te pasa ahora, rarito? — pregunte, pero no me miró — ¿Coleman?
— Creo que deberíamos dejar de vernos.
Me toma por sorpresa la frase, pero también me sentí ofendida. De la nada llega y me dice eso, no me preparo previamente. Mierda. Yo que acabo de encargar algo en Amazon. Dildo de tres cabezas tendrás que ser regresado.
— ¿Por qué dices eso, rarito? — me crucé de brazos y se dio la vuelta para verme de frente.
— Mira desde hace un tiempo dejamos de dedicarnos a lo que en verdad importaba que eran las clases, hemos estado en situaciones que no tendríamos por qué. Además, como hombre siento que si vas a iniciar una relación, seria incómodo que sepa esta situación.
— ¿Me escuchaste cuando hablaba con Lassie?
— No es difícil escuchar, la casa no es tan grande.
Agacha la cabeza con una expresión seria y me hace sentir culpable.
— Coleman, no sé si quiero y si voy a iniciar una relación. ¿Por qué mierda la gente piensa eso?
— Porque es más que evidente que tú le gustas y él te gusta. Solo te pido que no le digas nada de lo que hicimos.
— Ah, entonces ¿no quieres que diga que una vez me pellizcaste el brazo para ver si de esa manera se mojaba una mujer? — intente bromear, pero nada.
— No bromeo, si vas a iniciar algo con él creo que tengo derecho a saber — dice disgustado.
— Estás ebrio, por eso dejaré que esto pase.
— No estoy tan ebrio, solo quiero algo de consideración. Debes decirme si sientes algo por él.
— ¿Por qué debería decirte algo cómo eso? Tú tienes una linda y preciosa novia con la que te casaras para reinar este pueblo estúpido.
Se le hincha la vena del cuello, pero respira profundamente — Porque merezco que me digan si tengo alguna...
— Rory — la voz de Lassie lo interrumpe a la mitad dejándome con la duda — perdón, no quería interrumpir
— No se preocupe — dice él pasándose la mano por el cabello.
— La sopa ya está lista, vengan los dos — desaparece dejándonos solos de nuevo.
— No le agradó — dice en voz baja.
— Es como yo, no le agradan muchos.
— Pero si le agrada él ¿no? — pregunte y me mira por última vez antes de irse a la cocina.
¿Cómo terminó mi vida en estas discusiones así? Llegue e inmediatamente un plato caliente termino en mis manos. Huele muy bien en realidad, creo que debe estar mejor pues Coleman está comiendo. Esta callado sentado en la mesa justo al lado de donde se posa Lassie sonriente.
— Dime ¿te gusta la sopa? — dice con una taza de café en las manos
— Es muy deliciosa, se lo agradezco — dice en voz baja antes de tomar otra cucharada.
Lassie se gira y me mira con una sonrisa que no parece de buen humor. Puede que lleve un gorro navideño y su pelo rizado este al estilo afro haciéndola ver graciosa, pero tiene una mirada que logra intimidar.
— ¿No vas a comer? — pregunta.
— No tengo hambre, en realidad me iré a sentar al sillón mientras comen — asintió ella y me aleje.
Regrese el contenido del plato a la olla pequeña. Salgo del espacio con mi bolsa en la mano para arrojarme al sillón con mi diario. Me pongo de pie para ir por una pluma a mi cuarto pues la que tengo no pinta, menos de un minuto y Coleman está sentado donde estaba yo con mi diario en la mano.
—¡Ah! — grite y se asustó — nunca toques mis cosas, mucho menos mi diario.
Lo deja en la mesa y se para sin más.
— Ya llamé a Jeffrey, vendrá por mi lo más pronto posible — dice tomando su saco aún húmedo que chorrea sobre mi piso de madera.
— ¿Te irás porque así lo quieres o por qué estás molesto? — le pregunte.
— Ambas, además siento que tienes cosas que hacer y mi presencia te molesta
— Claro que eres molesto, pero si quieres quedarte no te voy a echar
— No voy a sentarme a esperar a que lo hagas. Seguro que él estará dispuesto a venir a pasar el rato contigo.
— Coleman — advertí.
— Solo voy a decirte algo antes de que me vaya — dice poniéndose el saco.
— ¿Qué?
— Lamento haber sido grosero contigo hace un rato con lo de mi padre y Diana me tenían cansado e irritado. Sin embargo, eso no justifica que te haya tratado así, perdóname.
Asiento sin decir nada, estoy incómoda no se si es algo obvio, pero se separa y camina a la puerta.
— Esperaré afuera a Jeffrey dijo que no estaba muy lejos — no me deja decir nada porque sale lo más rápido posible.
Me quedo de pie con mi diario en las manos y atrás mío esta Lassie mirándome. La acompaño a la cocina donde se dispone a lavar los platos.
— ¿Va todo bien entre ustedes? No quiero meterme donde no me llaman,
pero...— No, en realidad por primera vez en mi vida no tengo ni idea de nada.
Nunca, ni en todo lo que he vivido desde niña me sentí tan perdida en algo. De pronto mis planes me hacen sentir agobiada como jamás.
— ¿Quieres hablar? — pregunta secándose las manos con un trapo.
— ¿Alguna vez sentiste que tenías el control de tu vida y de pronto sentir que se te escapó eso?
— Déjame decirte que sí, todo el tiempo pasa eso, pero a veces esa sensación se hace más presente cuando pasa algo — dice sentándose frente a mí.
— ¿Algo? ¿A qué te refieres, mujer?
— Como un enamoramiento ¿jamás tuviste uno?
— No quiero hablar de eso - lo único que me falta es sacar mis trapos al sol con ella
— No te voy a obligar, pero recuerda que puedes hablar conmigo de lo que sea. Ahora la pregunta que en verdad importa. Si tuvieras que elegir entre Richard Coleman o Erik Douglas para tener una relación, ¿cuál eliges?
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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Novela Juvenil𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...