Capítulo 48

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— ¿En serio? — pregunte sorprendida.

Me mira incrédulo por un segundo y asiento confundida.

— Perdona, no debí preguntar eso es que me sorprende ¿qué otras cosas hice anoche? — no puedo ser más estúpida

— Creo que deberíamos hablarlas en privado — mira detrás de mí y me toma de la muñeca para llevarme a otro lugar. Intento ver, pero me atrae hacia él con más fuerza.

— ¿Por qué nos movemos? - pregunte al detenernos en el patio, todo está muy limpio pero el frío es horrible.

— Brooks nos estaba mirando y no necesito que le diga a Diana nada más, aún no veo bien con el ojo derecho — dice tallando su ojo.

Me cruce de brazos y le pregunte — ¿Qué fue exactamente lo que te dijo?

— Me reclamo por no estar con ella ayer por la tarde iríamos a pasear o algo así, pero fui por ti, hace un rato me vio y comenzó a soltar que no le prestó atención, además de que estaba empezando a pensar que tenía otra relación. Lo negué, pero luego llegaste con mi saco.

— Ups, no pensé que lo fueran a reconocer tampoco es un icono de moda

Rueda los ojos — Hola. Estoy frente a ti mientras me ofendes — exclama indignado.

— No te ofendo, idiota — me mira diciendo ¿en serio? — tal vez si te ofendo, pero no es para tanto.

— Anoche te llevé a mi casa específicamente a la habitación y en cuanto llegamos te dije que tenías que darte una ducha — asiento — te metí como pude, pero estabas muy inquieta entonces te golpeaste la cabeza con la llave.

Empiezo a recordar lo de llegar a su casa, aunque no se ve muy claro.

— Entra, tienes que darte una ducha para que te baje el alcohol — dice tomándome de los hombros.

—¡No quiero! ¡quiero volver a la fiesta, él va a buscar y no me encontrará — dije poniéndome pesada

— No me importa, entra — me quita la blusa e intenta quitarme el sostén.

— ¿Qué haces? — pregunte riendo

— Te quito la ropa para que entres al agua — dice y se pone en cuclillas fastidiado.

— Ya que estás ahí porque no mejor haces otra cosa — me reí al verle la expresión de sorpresa

— Vamos — me empuja adentro y el suelo está resbaladizo — no te muevas, puedes golpearte.

Tarde, me moví a la derecha y mi cabeza se estrelló con la maldita llave. Me sostiene como puede para sacarme del espacio.

— Auch — dije tocándome la frente.

— ¿Estás bien? — me observa y hace una mueca de desagrado — Estas sangrando un poco. Te pondré un poco de hielo y un curita — me saca del baño y me sienta en la taza mientras busca algo en el tocador.

— Empiezo a recordarlo, ¿en serio te sugerí que me hicieras un oral? — pregunte incrédula

— No fue lo único que "sugeriste" — responde burlón haciendo las comillas con los dedos.

— Cállate, idiota — dije empujando su hombro despacio — quiero decirte que si llegue a confesar un sentimiento por ti.

— ¿Debo ignorarlo? — pregunta.

Niego con la cabeza. Ni siquiera yo sé cómo explicarle esto porque estoy tan confundida como él.

— Dame un tiempo para tratar de entender que está pasando — le pedí.

— Supongo que es lo mejor para ambos. Después de hoy tendré que llamarte si necesito verte

Mierda. ¿dónde tengo la cabeza? En dos días es navidad y no lo recordaba

— Si, supongo que sí ¿pasarás la navidad con tu familia? — pregunte curiosa y asiente

Acomoda su mochila en su hombro y responde — Iré con mis padres a la celebración y volveré en unos días — responde — ¿tú que harás?

Me río intentando no sonar tan patética
— Pues acabo de darme cuenta que ya será navidad así que... veré qué hacer

Ambos nos mantenemos en un silencio algo incómodo y cuando veo que es el que intenta hablar nos interrumpe una voz

—¡Señorita Ryland! ¡Señor Coleman! — grito el director — Debo pedirles que regresen a sus clases, hoy es el último día de escuela creo que pueden esperar a su tiempo libre para hablar.

Asiente y yo pongo los ojos en blanco, pero ambos nos separamos. Me dirijo al segundo piso, en cuanto termino de subir el último escalón una figura delgada de posa frente a mí.

— ¿Ahora que quieres Diana? — pregunté en cuanto vi esas feas zapatillas de abuela.

— Informarte que no importa lo que estés haciendo con Richard, ni lo que pienses que él hará contigo. Es mi novio, próximamente mi prometido, nada me separará de él ni siquiera una cualquiera como tú — suelta con drama.

— ¿Ya terminaste? Tengo una clase a la cual ir y no me divierten tus frases de novela mexicana — le di un leve empujo con el hombro y avancé

— ¿De verdad crees que en algún momento alguien como Richard te va a querer? Permíteme darte un consejo de chica a chica, él no es de los que quiere a una sola mujer

Me doy la vuelta para mirarla a la cara — ¿Entonces si tú sabes eso, por qué sigues en esa relación?

— Porque es mi deber en mi posición social, pero tú no tienes nada que te una a él y tarde o temprano volverá siempre conmigo porque yo soy la que va a ganar de las dos — dice con los brazos en la cintura

— Como digas, rubia — hice una mueca y la ignoré para darme la vuelta.

¿Ella es la que va a ganar este juego? Por favor, todos sabemos que ella no tiene nada de atractivo, si tiene una piel de porcelana y una figura delgada pero el poco encanto que tiene lo pierde al abrir la boca. En cambio, yo soy un pecado andante o al menos así me llamo el último chico con el que estuve, alto ahí Ryland ¿te estás comparando con Diana esqueleto? Por dios estoy peor de lo que pensé

Entre al aula y para mi suerte me gané las miradas de todos al tocar la puerta.

— Señorita Ryland, llega verdaderamente tarde ¿cuál será la excusa hoy? - dice la profesora

Me crucé de brazos — Es que el chico no se corría y no podía dejarlo así — pasé mis dedos por mis labios y los demás rieron, pero otros me miraron mal.

— Que lenguaje, solo siéntate y presta atención que les dejaré un par de trabajos para las vacaciones de invierno que deberán entregar a la perfección si quieren tener buena nota — explica.

Me siento en el banco de enfrente que está justo al lado de la puerta, ¿qué estará haciendo Erik ahora mismo? Si estuviera aquí estaría sentando a mi lado. 

𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora