𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎

Capítulo 16

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Estoy boquiabierta.

Coleman me ha pedido ir a su casa y esperar a que termine su clase de tenis. Pensé que era algo normal hasta que llegué aquí, Largo me llevó al patio de la mansión. ¡Hay una puta cancha de tenis! Claro también una piscina, pero me impacta más la cancha.

Coleman está en un "juego de práctica" contra su entrenador, no sé nada de tenis, pero por lo que veo este tipo no sabe ni siquiera lanzar la bola

— ¿Cuánto tiempo has tomado clases? — grité y encontré su mirada.

— Hola, Ryland — me saluda emocionado mientras se limpia la cara con una toalla — unos siete años.

Vaya pero que pésimo servicio, este chico no le daría a una bola ni a un centímetro de su cara

—¡Entrenador, debe de estar haciendo bastante plata aquí! — ambos me miran — porque en siete años no le ha podido enseñar a tomar bien la raqueta

Me río y ambos me miran molestos, pero sobre todo Coleman — ¿Por qué no entras a la casa y te pones cómoda? — propone, pero ahora el será mi nuevo entretenimiento.

— ¿Te da miedo que vea lo pésimo que eres? — me rio.

Gruñe molesto —¡Solo cállate!

La pelota está en el aire y la raqueta de él está pegada al arbusto. ¿Qué no se supone que debe golpear la pelota para ganar? Como me imaginaba no le dio

—¡Coleman, buh, apestas! — grite divertida —¡hey! ¡Coleman! — me mira enojado — Stephen Hawking si le daría a una.

—¡Cállate de una vez!

Sonreí al ver como se tiñó de rojo su cara, veo como estira su brazo y hace un movimiento rápido, pero ni siquiera eso pudo hacer que la golpeara.

—¡Vaya, hasta mi perro le daría a una mejor que tú! — dije y explotó.

—¡Jeffrey! ¡Jeffrey! — gritó y Largo salió detrás mío

— ¿Amo Richard? — dice tranquilo

— Llévatela de aquí, por favor, la dejas en mi cuarto encerrada con llave! — ordena molesto

— Claro que sí, Amo Richard — Largo me hace una seña y asiento.

—¡Vamos Richard, tú puedes! — dice el entrenador — solo necesitas durar un momento concentrado hacia donde harás el movimiento.

—¡No duras ni en el tenis! — grite y arrojó la raqueta hacia mí pero ni siquiera cayó cerca.

Esto es divertido, muy divertido

Querido diario:
Viejo amigo, sigues siendo mi único amigo y un poco mi entretenimiento (no te ofendas) llevo sentada una hora aquí en su habitación mirando toda la mierda que tiene. No reconoces ni la mitad de cosas, pero sé que son caras, aunque aquí entre nosotros, use un jarrón como cenicero porque ni siquiera me deja asomarme por el balcón, pero si no llega pronto de ahí mismo me lanzare. Hablemos de la mierda que me ha estado pasando, ¿qué opinas tú del cambio de mi madre? ¿Debemos creer en ella esta vez y arriesgarnos a que nos mienta? Además, el tema de Lassie peleando por mí fue algo lindo Te dejaré que lo pienses un rato porque escucho pisadas cerca.

Se despide tu vieja amiga, zorra

Dejo mi diario al lado de donde estoy justo a tiempo porque se abre la puerta principal dejando ver a un Coleman sudado, que asco

— Bien, que sea la última vez que osas hablarme así delante de otro empleado — dice molesto arrojando la raqueta al suelo.

—"Qui sii li iltimi viz qui isis hiblirmi isi", déjate de estupideces de una vez ya tengo la clase lista desde hace un rato — me puse de pie mientras que él se dejaba caer donde estaba yo