— Dime, Erik si ese es tu verdadero nombre, ¿por qué terminar el año en un colegio?
De su boca sale el humo y me mira.
— Mi hermana ha decidido que era hora de aceptar un nuevo empleo aquí en este pueblo.
— ¿No te parece aburrido después de vivir en Seattle? — pregunte con curiosidad.
— No, en realidad es interesante parece un pueblo sacado de alguna novela de Stephen King.
— Vaya, muy buena respuesta.
— ¿Te gusta vivir aquí?
— Uy si, este sitio es mi lugar favorito en el mundo.
Tiro la colilla al pavimento helado y lo piso con fuerza.
— Bien, Chandler lamento la pregunta.
—Perdonado solo porque me llamaste como mi personaje favorito de la serie.
— Buen gusto, empiezo a creer que encontré a la chica perfecta — es imposible para mí no reírme, la labia está en todos lados — me gusta tu cabello, es diferente.
Sonrió y tengo su rostro muy cerca de mí. Puedo ver las pequeñas pecas que salpican su rostro y esa sonrisa ideal. Es un modelo o actor porno porque un chico tan guapo no puede ser un simple mortal.
—¡Ryland! — grito alguien y ambos volteamos.
Pero que sorpresa es Coleman con el ceño fruncido. Viene hasta acá con los brazos cruzados. En cuanto llega mira a Erik con desprecio y me mira a mi
— ¿Qué haces? — pregunta con una mano en la cintura.
— Que te importa — respondí cortante si no hubiera llegado tal vez tendría mi boca pegada con la de este chico.
— Necesito hablar contigo — lo mira de nuevo — en privado.
Erik se pone derecho y toma su mochila — yo los dejaré solos para que puedan hablar, nos vemos Rory — mira a Coleman y le sonríe — nos vemos, Rick.
Se aleja. Pero Coleman no le quita la vista de encima, ¿también le estará viendo el culo o solo soy yo?
— Es Richard — dice molesto — ¿por qué hablas con él?
Lo miro confundida y me cruzo de brazos — No es tu asunto, Coleman. Ahora dime ¿qué se te ofrece?
— No me gusta ese chico — lo ignoro y ruedo los ojos — leí algo anoche.
— ¿Qué es si se puede saber? — pregunte.
— Leí un artículo llamado "la magia y los beneficios del sexo oral" eso haremos hoy así que prepárate.
Ay, eso tan directo no me lo espere. Pero me mira con orgullo y asiento, ya era momento de que se le quitara lo vergonzoso.
— ¿Yo a ti o tú a mí? — pregunte.
— Yo a ti, pero si quieres darme a mí no me molesta en absoluto.
—¡Caliente!
— Por supuesto que no, pero claro que espero mostrarte lo que he aprendido por mi cuenta.
***
— Jeffrey, estaremos en mi alcoba no entres si no respondo — dice escaleras arriba.
Me acerco a él y le susurró; si escuchas gritos de él sube con agua fría.
Se ríe un poco, subo hasta su habitación donde está acomodando la cama con precisión. Al cerrar la puerta me mira sonriente
— Bien, comenzaré en cuanto te quites la ropa — anuncia emocionado.
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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...