Capítulo 60

808 96 56
                                    

Vaya estoy sumamente feliz, tenemos sesenta capítulos de este pequeño libro además de seis mil lecturas. Les estoy muy agradecido por todo el amor que me dan a mí y a Ryland sin olvidar a los demás personajes de esta historia, es todo por ahora así que pueden seguir leyendo tranquilos.

Se despide su amiga @feliaxis besos y cuchillos xx

— Richard escúchame por favor, necesitamos hablar de esto para solucionarlo.

La escucho suplicar al mismo tiempo en que yo suplicó que por favor no suene mi celular en ningún momento.

— No vamos a solucionar nada, por favor vete, estoy molesto contigo y puedo ser ofensivo así que prefiero no tenerte cercar mucho menos hoy.

— ¿Qué se supone que es hoy? — pregunta, oh linda, ¿así quieres perdón?

Diana es mi cumpleaños que estoy pasando solo porque tú ni siquiera me llamaste y por lo que veo no tenías ni idea — reclama — entiendo que quieras arreglar esto porque estabas a punto de ser mi reina, pero no somos una pareja, ni siquiera sé cómo debería ser una relación normal porque entre nosotros todo fue distancia

— Eso es amor — dice ella.

— No lo es, ahora por favor no quiero tener que decirle a alguien que te saque de mi casa. Vete de aquí

Los sollozos pararon ligeramente y ahora escucho los tacones tocar el suelo. Pero se detiene de nuevo.

— Lo haré a pesar de tu actitud grosera que entiendo merecer, te dejaré para que piensas las cosas porque esto no ha terminado. Tú no vas a dejarme fuera de esto después de todos los años que hemos estado juntos así que piensa muy bien tu siguiente movimiento, cariño - exclama y si un rastro de tristeza le quedaba, lo borró por completo porque en realidad eso se escuchó como amenaza.

Escucho pasos y un golpe de puerta en la habitación, tengo dos opciones o corro descalza por mi celular y huyó de aquí o huyó de aquí, si bueno al parecer no había más opciones en realidad

— ¿Ryland? — dice detrás de la puerta.

— Murió — respondí con voz chillona como ella.

— Ya puedes salir de tu escondite — dice.

Me separo de la puerta para abrirla y en cuanto lo hago él está frente a mí, no logro descifrar su cara, ¿está molesto, triste, confundido o cachondo? Demasiados sentimientos para mi sola

— ¿Estás bien? — le pregunté en cuanto salí.

— La puerta está cerrada con seguro puedes andar por aquí sin miedo.

— Yo no le tengo miedo a tu novia solo que en verdad no desearía meterme en una pelea tan temprano — dije — ¿estás bien?

Se deja caer en la cama con la mirada perdida en el suelo, me acerque despacio porque no sé cómo reaccionará conmigo cerca.

— ¿Puedo decirte algo seriamente? — pregunta mirándome a los ojos.

— Claro solo por favor no me des otro sermón — ruedo los ojos, pero el niega con la cabeza.

Respira hondo y exhala como si estuviera pensando en que decir exactamente.

— ¿Alguna vez te sentiste confundida sobre una relación?

Vaya, me tomo con la guardia baja en realidad.

— No lo creo — respondí.

— Yo... no estoy seguro... quiero decir... es algo que nunca había sentido antes... es como si nada encajara... Podría decir que se siente como deseo, pero uno no se desvela pensando en cómo estará la persona a la que desea, ni sonríe como se la nada solo por recordar su voz o su sonrisa... podría decir aprecio, pero uno no siente que podría morir solamente porque le pasara algo malo a la persona a la que aprecia... podría decir que te quiero, pero se supone que el querer es algo dulce, suave, delicado y lleno de felicidad, y yo solo siento que algo me desgarra por dentro... Y descartando de esta forma, solo me queda una palabra por decir... una que tengo prohibido pronunciar, porque es tan intensa y real que no habrá vuelta atrás una vez que la diga, y cuando no haya vuelta atrás... estaré completamente a merced del mundo que nos juzgará sin piedad, a las malas miradas que nos perseguirían día tras día... No podría hacerte eso... no a ti. Tú no mereces ser juzgada por el mundo., tú mereces ser reverenciada por él, jamás despreciada... mereces una felicidad que no se si seré capaz de darte... así que no puedo, no soy capaz de decirte lo que siento

Me quedo sentada mirando su rostro con la boca abierta. No sé qué esperaba, pero desde luego no era esto. ¿Cómo debo responder?

Ahora que me ha expuesto todo lo que pensaba, no puedo decir alguna estupidez. ¿Es eso lo que siento? ¿Es una especie de amor o atracción la que me hace pensar en él de la misma manera que piensa en mí? La última vez que sentí eso fue por Jimmy mucho antes de que se convirtiera en el monstruo que es hoy en día. No quiero llegar a pensar en que esto se pueda convertir en lo mismo que paso con él

— ¿Ryland? — su voz preocupada me saca de mis pensamientos y obligatoriamente me regresan a la realidad — lamento mucho si te hice sentir incómoda, no era eso lo que yo quería lograr.

— No es que este incómoda solo confundida, porque la última vez que pensé en entrar a una relación con un chico que me habló al odio no termino nada bien.

— Sabes que eso no va a pasar de nuevo ¿no? Yo no soy ese chico — me toma de la mano - soy Coleman el chico al que llamas "rarito".

Me da gracia escucharlo decir el apodo que suelo decirle de vez en cuando. ¿Todo esto que pasa significa que es algo bueno o solo algo que tiene que pasar?

— Deja de pensar — dice tratando de sacarme de mis pensamientos de nuevo — no te rompas la cabeza intentado entender el porqué de las cosas.

Hace un tiempo tenía planeado todo; iba a graduarme, me iría a Nueva york para iniciar la universidad y podría tener una vida lejos de este pueblo que no me trajo tantas cosas buenas como pensaba, pero ahora Coleman está obstruyendo con sus confesiones todo

— Richard... yo 

𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora