Capítulo 47

858 93 13
                                    

Intento pensar, pero no lo recuerdo en verdad no sé qué paso y por qué todo esto está pasando.

— ¿Quieres que te consiga más ropa o prefieres ir con la de ayer? — su voz me pone mucho más nerviosa.

Si quiero tratar de recordar lo que pasó ayer, necesito respuestas y él solamente me las puede dar.

— No, así estoy bien, pero, ¿puedes explicar por qué tengo un golpe en la frente?

Se ríe y niega con la cabeza. Todo le divierte hasta que me mira y nota que no comparto sus gestos.

— ¿No estás tomándome el pelo? — cuestiona sorprendido — ¿no recuerdas nada de anoche?

Niego con la cabeza, la expresión contenta que tenía se borró en cuanto lo notó. No recuerdo nada de anoche, pero supongo que para tener esta nueva actitud de su parte hice algo más que extremo.

— Es que el alcohol y yo no somos amigos en verdad — confesé con cada palabra que sale de mi boca más frunce el ceño.

Se encoge de hombros — Está bien, en realidad no pasó mucho solo te encontraste con alguien que te llevo a una fiesta donde estabas ebria y algo drogada, pero te traje aquí — sé que la mayor parte de eso concuerda con lo que me imagino que pasó, pero en qué parte me explican ¿qué hice aquí?

— ¿No hubo nada más? — negó con la cabeza — entonces voy a vestirme para después salir.

— Sabes me di cuenta de que necesito irme ahora, debo de llegar aún lugar antes — dice saliendo del baño

— ¿Quieres decir que me tengo que apurar o...?

— No, lo que estoy diciendo es que ya me voy. Dile a Jeffrey que te pida un taxi o te vas caminando no lo sé — se quita la ropa frente al armario apurado.

— ¿Estás molesto conmigo por qué no recuerdo nada de anoche? — ahora resulta que yo tengo la culpa.

Tal vez si la tienes.

— No, me importa muy poco lo que hagas o no con tu vida. Yo te avisaré cuando debemos vernos — no voy a discutir y debería de empezar a acostumbrarme a sus rabietas

— Como digas, rarito — me metí al baño, pero de reojo vi cómo se tensa su mandíbula.

***

— Buenos días, Ryland — dice Brooks caminando a mi lado.

— Aléjate de mí — le dije

— Solo te saludaba hace un tiempo que no hablamos, ¿quieres ir a tomar un café conmigo? — esperaba que la pregunta fuera parte de una burla, pero se quedó serio esperando mi respuesta.

Me detuve en seco para girarme y mirarlo de frente. ¿A que juegas?

— ¿Qué estás tramando, tarado? — le preguntó dándole un ligero empujón

— Nada, solo trato de ser más agradable por cierto me encanta el saco que llevas te da un toque neoyorquino — dice con una sonrisa oscura.

— ¿Quién te lo dio? — me grita una voz chillona tras de mí que me toma del hombro con fuerza.

El cabello perfectamente quieto y bien peinado de Diana es lo único que veo por un momento, después me observa molesta.

— Diana, vamos a hablar en otro lugar — dice Coleman tras de ella.

—¡No, ahora lo haremos frente a esta gente! — ¿gente? Giro y veo que ya está lleno de estudiantes ansiosos por ver que está sucediendo. Bola de metiches.

𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora