— Ya estarás contenta ¿no? Katy acaba de decir que hará lo posible por poner a los del consejo en mi contra. Estoy empezando a hartarme de tener que pelear con la gente por ti.
Me abrazo yo misma mientras siento como el aire helado me pega al frente, estoy en el balcón de su cuarto mis pantalones están algo rasgados pero el suéter de lana negro que traigo me hace sentir que no todo está tan frío. No lo he mirado desde que bajó la escalera con los de la ambulancia que llevaban a esa mujer al hospital.
—Escúchame bien, Ryland. Tu madre y yo hemos hablado durante ya unos meses y finalmente hemos decidido que aprenderás a defenderte.
—¿Defenderme?
—Si, hija. Steve y yo hemos visto que algunos niños te molestan en la escuela y demás entonces ya que las maestras no hacen nada, tu harás algo para que esto acabe.
—¿Y qué hare?
—Vas a venir al gimnasio conmigo y te daré algunas lecciones de box y algunos trucos sucios, pero quiero que te quede claro que solo los puedes usar cuando sea totalmente necesario, nada de pelear solo porque sabes o ser una abusiva con los otros niños.
—Así es, Ryland. Esto es porque lamentablemente vivimos en una sociedad con muchos problemas, hija. Existen para todos, pero hay ciertas personas que siempre les buscan problemas a las chicas.
Steve me mira sentado y pone una mano en mi hombro —Escucha, hija, existen personas allá afuera que son malas, puede que en algún momento tú vayas por la calle y alguien se te acerque a molestarte o te siga adonde vayas. Cuando tu sientas que estas en una situación peligrosa aplica algunos golpes para hacerle saber a la persona que estas lista para enfrentarlos.
—¿Y si no lo estoy?
—Finges que lo estas, mi amor, en este mundo cuando no estas segura tienes que fingir o la gente te comerá viva.
— ¿No me vas a responder para nada? — suelta detrás mío
— ¿Qué sentido tendría? Acabas de decirlo, no te gusta pelear por mí y a mí no me gusta cambiar por ti, creo que es bastante justo
— Ryland no te pongas en esa actitud que no la tolero, no eres la víctima aquí eres la que arruino todo por su temperamento.
Me giré sobre mis pies y tomé aire antes de discutir, estoy cansada de eso — No te lo haré más difícil, me iré para que puedas pensar tranquilo lo que sea.
— No te vas — dice enfadado.
— ¿Por qué? ¿Quieres que te dé mi brazo para que me hagas otro moretón como los que tenía con Jimmy porque aún te falta este brazo? — levante mi brazo izquierdo y me miró furioso, pero me tomo de la cintura.
Me acunó la cara con sus palmas y presionó sus labios contra mis
anhelantes labios. Oh, su lengua, desvergonzadamente me acaricia el labio inferior. Para estar aún más cerca de él, hundí mis dedos en su espalda debajo de su saco. Continuamos esto con desesperación hasta que, tuvimos
que separar los labios para tomar aire.Suspiró pesadamente mientras este me acariciaba el rostro con su pulgar
— No soy como Jimmy, lo que ocurrió fue un accidente — dijo sin aliento mientras sus labios se enredaban en mi cuello.
— Yo no soy como Diana, no soy la chica perfecta que se deje rebajar por cualquiera que la insulta — dije ofreciéndole mis labios de nuevo que tomo enseguida.
— Lo sé, siento mucho ser tan duro contigo con todo esto, te prometo que no lo seré más — dice besando mi frente — eres lo mejor de mi vida hasta ahora y no quiero perderte por terco.
Mis ojos se abrieron con sorpresa cuando lo escuché admitir que era terco y no lo pensé solo salió.
— Te quiero — suspire y pensé que se reiría de mí, pero suspiro fuertemente y se inclinó para besarme con gentileza.
No nos separamos recargue mi cuerpo en su pecho y me paso los brazos por la espalda para atraerme hacia él en un abrazo. Creo que estos dos rotos nos estamos adaptando a nuestros mundos de una manera un tanto agresiva pero rápida. Un silencio cómodo reina el lugar lo único que escucho es su respiración
— Estoy impresionado de la manera en que la golpeaste, no orgulloso — aclaró.
— La verdad es que no pensé que estuviera pasando, pero cuando me golpeó me hizo enfadar mucho.
Asintió con la cabeza — Ella tampoco estuvo bien, pero si ella no ponía el ejemplo debiste hacerlo tú.
— ¿Cuándo me has visto a mi dando un buen ejemplo? — pregunte en medio broma
Se ríe — Nunca, pero me gustaría verlo algún día, creo que te debo un par de disculpas en verdad por no haberte defendido
— Ya olvida eso pasemos a otro tema — dije soltándolo
— Te tenía otra sorpresa antes de que pasara todo esto — dice suspirando
— ¿Y cuál era? — pregunte.
— Contrate a un maestro de fotografía de Phoenix; Calrrel Perkins — dice mirándome.
— ¡Mierda! ¡mierda y más mierda! ¿Estás refiriéndote al más prestigioso fotógrafo de Phoenix? ¿Es una broma? — grite alterada
— No, al parecer pensó que le ayudaría una carta de agradecimiento de un príncipe para tener más prestigio en la ciudad quería que empezaras la universidad ya preparada — dice y no puedo creerlo.
— ¡Dios mío, no estás jugando! — solté y le salté encima haciendo que ambos caigamos al suelo — gracias por eso de verdad él es como un ídolo.
— Aún no se si deba decirle que venga por tu comportamiento de hoy — dice.
— Por favor, no lo canceles te lo ruego, hago lo que quieras es más hasta le pido perdón a la raquítica — dije desesperada sobre él — te hago un oral si es lo que quieres, pero no lo dejes ir sin antes poder conocerlo.
Suelta una carcajada - es una broma no voy a privarte de conocer a ten famoso hombre en la fotografía, además no debes darme nada a mí me basta con verte feliz
Lo miro un momento y lo beso torpemente en los labios mientras este se ríe de mis movimientos
— Gracias es lo mejor que han hecho por mí en años, pero ¿cómo conseguiste encontrarlo?
— Hace unos días hablé con el señor Kennedy la conversación tomo un rumbo muy trivial y me comentó que era amigo de él entonces me relató la maravilla de trabajo que hace y pensé ¿quién mejor para darle clase a Ryland?
— Pues te lo agradezco — dije dándole un corto beso — y agradecerle a ese hombre de mi parte.
— Lo haré, aunque tú algún día puedes hacerlo me ha dicho que le gustaría hablar contigo.
— ¿Por qué?
— No lo sé, tal vez tenga cosas que decirte por lo del hospital no creas que no escuche como le reclamabas.
— ¡Te atropello! No me iba a quedar de brazos cruzados.

ESTÁS LEYENDO
𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...