En cuanto entro a su cuarto veo que solo está encendida la luz del baño y lo demás es iluminado por toda la luz de la luna que entra por sus enormes ventanas.
— ¿No te parece que fue hace mucho cuando estabas sentando en el sillón atento a lo que te explicaba? Tengo la sensación de que fue hace mucho.
— Suelo pensar en el principio de todo cuando nos conocimos en el estacionamiento.
— Ahí fue nuestra primera conversación porque ya te conocía, aunque déjame decirte que no deseada lanzarte mi cigarro.
— Me parecías atractiva realmente solo que no entendía tu estilo.
— Era fantástico.
— Ya casi no te ves como entonces — dice mirándome.
— ¿En serio? — pregunte y quiero girar a ver el espejo, pero me detuvo jalando mi brazo.
— Mejor vayamos a sentarnos por allá para seguir hablando mientras esperamos a que tu baño esté listo — sin responder me lleva hasta la pequeña mesa del escritorio y me ofrece una silla que tomo al instante.
— Ya que estamos aquí sentados creo que debemos hablar, no discutir ni pelear, solo hablar de lo que pasara con nosotros después de esto — se puso tenso eso es obvio, pero tenemos que hacerlo.
— Ryland, no te miento cuando te digo que tengo miedo de que me dejes, pero tampoco me gusta la idea de abandonar mis obligaciones para irme tras de ti.
— Yo no te estoy pidiendo que abandones nada, nadie debería pedir eso — solté y sé que sintió el golpe por mis palabras — mira de verdad yo te amo a pesar de las cosas, pero no quiero dejar mi sueño de ir a Nueva York para hacer algo que me guste con mi vida.
Sonríe — ¿Qué has dicho? — pregunta con emoción.
— ¿Qué? ¿de qué hablas?
— Dijiste que me amas — dice contento y me tomo mi segundo para analizar lo que dije, en efecto le he dicho que lo amo sin pensarlo solo salió de mí.
— Ah... bueno se me habrá salido no es gran cosa — solté apenada.
— Para mí si lo es — murmura tomando mi mano por debajo de la mesa — yo puedo decírtelo sin problema.
— ¿Qué cosa? — pregunte haciéndome la loca
— Te amo — dice y siento algo en el estómago ¿así se supone que se sienten las mariposas?
Le sonrió agradecida porque aún me siento incómoda de decirlo
— Yo también — murmuró con nervios a lo que le causa gracia — ¿ya podemos continuar con el tema importantísimo?
— ¿No te gustaría tener hijos algún día?
— ¿Perdona? — la pregunta me ha tomado de sorpresa acabo de decirle que le quiero y ahora pregunta si quiero hijos — no, hace tiempo te dije que los niños no son adornos tienen un propósito y ese es criarlos y enseñarles ciertas cosas para después integrarlos a la sociedad.
— Los haces sonar como si fueran una obligación.
— Si tienes un hijo ya tienes una obligación, mira en realidad a veces he pensado en que sería lindo, pero cuando pienso en que cosas le podría yo ofrecer me aterro. No viví nada bueno siendo niña y en realidad no sabría cómo tratarlo.
— Bueno, pero puedes aprender y ciertas personas te pueden ayudar...
— ¿De dónde viene la pregunta? Porque a lo que yo recuerdo tú tampoco deseabas tener hijos, pero tienes que tener para mantener herederos.
— No lo digas así suena a que los tendría por obligación — pero eso tú lo dijiste — sí, pero he pensado en que no suena tan mala idea ser padre.
— En algunos años — asiente — siento que esto lo sacas porque, corrígeme si me equivoco, pero tienes la sensación de que me casare contigo.
— No, aunque yo te amo, tú me amas y bueno las personas que se aman se casan.
— Las personas normales que no pertenecen a la realeza ni convierten a su esposa no solo en eso sino en reina.
— Hablemos de otra cosa me estás mareando.
— ¡Tú sacaste el tema!
— Pues ahora yo lo guardo — dice y Largo entra, pero se mantiene pegado a la puerta — ¿qué sucede Jeffrey?
— Amo Richard, le entrego esta carta que acaba de llegar — camina hasta nosotros y le entrega en su mano un sobre blanco — es de sus padres.
La cara de Richard palidece y hasta da la impresión de que se va a desmayar
— Gr... gracias, Jeffrey — dice nervioso — puedes retirarte.
— Con permiso, Amo Richard — da la vuelta y a pasa veloz sale cerrando la puerta a su paso.
— Supongo que el baño está listo, así que iré a bañarme mientras lees tu carta en privado.
Asiente y me levanto. Me alegro de que haya aceptado y no me acompañará, a pesar de que me hubiera gustado, sigo confundida por la conversación y se está comportando como un tanto raro con todo esto, pero creo que lo entiendo.
Nunca pensé que llegaríamos a hablar las cosas o tan solo a tener una relación con él. Pase un rato pensando en la bañera caliente aún siento que esto es raro estar aquí. He estado sola cuando no estoy con él, hace ya un tiempo que no hablo con Erik y ni siquiera hablar de Lassie.Deje de responderle cuando pensé bien las cosas, no necesito algo malo ahora y ella solo se mete en esta nueva, además Richard tiene razón ¿para qué tener a alguien que te recuerde tanto el pasado? Me duele admitir que le tome bastante cariño y que en definitiva la extraño, pero creo que es lo mejor para ambas en realidad, aunque siento que me hará falta en mi nueva vida.
Un golpe en la puerta revienta con brutalidad mi burbuja — ¿Qué? — dije mirándola.
— ¿Puedo entrar? — pregunta desde afuera.
— Es tu baño así que... - la puerta se abre y entra algo perdido — ¿Hola? ¿Estás bien?
— Si, solo quería saber si estabas lista porque Jeffrey acaba de subirnos la cena para estar más cómodos — dice, pero se nota extraño.
— Ya voy a salir — me levante con cuidado para salir de la bañera, en cuanto me puse de pie me quedé unos segundos dejando que piel sacara las gotas de agua — ¿me pasas la toalla?
Se me queda viendo con atención hasta el punto en que me intimida, me mira como si intentara entenderme.
— ¡Tierra llamando a Coleman! — suelto agitando la mano y tapándome con la misma
— Lo siento, me distrajo — dice mirándome.
— ¿Mi cuerpo desnudo o...?
— Eres hermosa — dice y termina con nuestra distancia acercándose a mí pero nos divide un poco la bañera porque aún sigo de pie.
— ¿Qué planeas ahora?
— Tener sexo contigo — dice y me toma de las caderas para pegarme a su pecho.

ESTÁS LEYENDO
𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...