Capítulo 40

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— Lo lamento mucho, Erik sé que lo que ella significa para ti — dije y asintió.

— Ella y mi hermana es lo único que me queda de familia. También la voy a perder — siento su dolor en la voz y se me encoge el corazón.

— No, puede tener tratamiento y mejorar — repongo

— Está en fase cuatro — dice con la cabeza abajo.

Rompo el espacio que nos une y lo rodeó con mis brazos, se tarda unos segundos en responder, pero termina por abrazarme también mi cabeza se queda en su pecho donde la humedad me da escalofríos.

— Perdón, pero no sé qué más decir — dije acariciando su espalda con mi mano.

— Ya en esto necesito decirte que hable con ella por teléfono y suena muy mal.

Me separé de él, pero le tome la mano tratando de brindar, que se yo consuelo.

— Dime ya que más pasó porque casi pareces fantasma.

— Me pidió que fuera con ella para sus últimos... no lo quiero decir — casi se muerde el labio para no romperse.

Lo suelto e intento ahogar ese sentimiento de tristeza que amenaza con atacarme como nunca. Jamás sentí esa sensación de perder a alguien ni cuando ella se fue bueno solo tal vez cuando Steve falleció, pero nunca creí que la volvería a sentir y mucho menos por él.

— Pero, lo entiendo por completo ella ha sido muy importante para ti. ¿La escuela que harás? ¿y tu hermana? ¿La graduación?

No sé de dónde se me escapan todas estas dudas, pero solo siento mi boca moverse y no parar.

— Avisaré a la escuela, pero en este momento no me importa, no me interesa si debo repetir el año ahora solo quiero estar con ella para lo que sea que venga.

¿Por qué siento ese dolor? A mí no me ha pasado nada, por favor Ryland deja de sentirte mal, lo miro incrédula, pero en realidad esa sensación es por mi estado de shock.

— ¿Cuándo te vas? — pregunte en un hilo de voz. No quiero que se vaya.

— Mañana muy temprano para llegar allá por la tarde, sé que tal vez puedas pensar ¿por qué me cuenta esto? Pero es que estos días en los que te conocí pueden ser pocos, pero hay algo que me hace sentir no lo sé, unido.

Asiento con una pequeña sonrisa y me toma la mano.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? Sonara ridículo, pero es totalmente en serio — asiente y me siento totalmente ridícula — ¿qué se siente cuando un amigo se va?

Se queda incrédulo por un momento, pero parece recordar que realmente nunca tuve un amigo como él. Sonríe un poco, pero me mira — Sientes como si acabaras de perder algo importante, sin embargo, sabes que lo volverás a tener cerca.

Me sorprendió y él lo sabe. Creo que puedo decir que lo acabo de conocer, siento algo por él, pero también lo acabo de perder. Sin decir nada lo vuelvo a abrazar para que no se vaya.

***

No puedo creer que hoy sea el último día. Ha pasado poco tiempo desde su llegada a mi vida y apenas unas horas de que soy consciente de su partida. Pero todo este tiempo se ha sentido tan lejano, tan irreal... y ahora estamos aquí, en el día que perderé lo único totalmente bueno que he tenido en años. Nunca me imaginé pensad algo así, pero lo hago de hecho lo estoy haciendo. Salgo de mi casa y me dirijo hacia la plaza principal a paso lento, como si mi propia lentitud lograra ralentizar el tiempo. Sin embargo, a pesar de mi caminar desganado, llego relativamente pronto.

𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora