Me dejé caer sin más en el colchón viejo que ahora está cubierto por una colcha negra con algunas mariposas blancas que me regalo Richard.
¿Qué debo hacer ahora? No quiero hablar con Lassie, ni nada es más ni siquiera tengo claro lo que quiero hacer. Solo siento como si estuviera a punto de reventar en mil pedazos, el celular vibra a mi lado, pero no quiero responder si es Richard o.. me gire y veo el nombre de Erik en ella es un mensaje en la pantalla aparecen las palabras.
<< ¿Quieres hablar? >>
Él fue literalmente el que estuvo conmigo cuando descubrí la verdad y en realidad creo que lo más razonable es que... ¿hable con él? No tengo ni idea
Le respondo casi sin ver un "si, por favor" que es aceptado en segundos.
— Bien — me pongo de pie y camino hasta mi clóset buscando algo mucho más cómodo que este vestido que por cierto tiraré a la basura, me importa un rábano si costó mucho casi me revienta los órganos, encontré un pantalón de chándal negro y una blusa gris de mangas largas.
No me puse maquillaje para variar, pero me quite el moño que traía además de que entre al baño a lavarme el rostro siento como si estuviera enferma mi piel se ve mucho más pálida como si las sorpresas me estuvieran haciendo daño, he conocido a mi padre, lo he conocido, todo parece tan irreal no logro entender cómo mi vida sea ha puesto de cabeza en meses. Claro no es que llevara una buena vida antes de Richard, pero al menos no tenía nada de esto. Me paso las manos por el rostro húmedo y suspiró intentando no ceder ante mi propia presión.
—Mira lo que he hecho en la escuela, mami.
Le muestro el pequeño marco para fotos hecho con crayolas y sopas. Tiene brillitos porque yo se lo puse. Mi mamá lo mira y suspira cansada.
—Que lindo, Rory. Deja a mamá sola un rato me duele la cabeza.
—Lo hicimos por el día del padre, ¿yo tengo un papá? — le pregunte
—Si, Rory, tienes un padre, pero ni te ilusiones porque jamás lo vas a conocer.
Fruncí el ceño —¿Por qué no?
—Porque no te quiere, niña. No quiso conocerte cuando naciste y jamás te va a querer ver. No existes para él.
—¿Pero por qué no me quiere, mami? ¿hice algo malo?
—Todo, Rory. Haz hecho mal todo y por eso nunca te va a querer, así que si pensabas que algún día tu papi vendría por ti estas muy equivocada porque por culpa tuya nos abandonó. Así que mejor vete de mí vista si no quieres dormir afuera porque ya me pusiste de malas.
Llore todas las noches por los meses siguientes, pidiendo perdón a la nada solo por nacer.
Se escucha los golpes en la puerta y de inmediato me trago el nudo y voy hacia el pasillo para luego abrir la puerta. En cuanto la abro lo veo ahí de pie con un vaso en la mano.
— Sé, que no me lo pediste, lo sé, pero te traje un té para los nervios — dice y le sonrió agradecida.
Tomó el vaso y lo pongo en la mesita al lado de la puerta, ¿cómo es posible ser tan amable? En cuanto dejó el té olvido todas las razones y me echo encima abrazándolo, de inmediato me responde pasando sus brazos por mi espalda. Me aferro a su cuello intentado hacerle saber que no quiero que me suelte pronto y a él parece no molestarle porque estira su cuello para acomodarse. Hay una sensación en mi pecho que se siente como si él me hiciera sentir frágil
— ¿Quieres que hablemos?
Asiento sin soltarlo, un nudo en mi garganta se forma amenazando con derrumbarme con él por más que intento tragármelo no puedo.
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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...