— Curiosamente prefiero la versión honesta. Pero aceptare la que quieras darme.
Tome aire y cierro los ojos un momento para tomar valor.
— No tengo amigos porque en realidad prefiero la soledad y mi única familia era mi madre, pero tuvimos un problema gracias a que era una adicta, la última vez que la vi deseaba no volverme a ver, pero en fin... cuéntame sobre ti — dije tranquila
Se nota bastante tranquilo a pesar de la confesión. Estaba esperando una mueca incomoda o una mentira para salir huyendo de mí, pero no sucedió.
— Lamento el silencio, pero mi lema es si no tienes otra cosa que decir además del famoso "lo siento" no digas nada.
— Se nota que eres experto en esto, pero, ¿por qué lo eres? ¿Acaso tiene que ver con el hecho de mudarse aquí?
Asiente y espero tranquila a que me cuente.
— Mi hermana mayor Lena decidió que necesitábamos un nuevo comienzo.
— ¿La vida en la ciudad es dura para tu familia? — pregunte.
— Pues sí, es dura cuando la mayoría de tu familia fallece — confiesa y le da un trago al café.
Me quedé en silencio tratando de entender si era una broma o no. Pero el lado imprudente en mi en algún momento tiene que aparecer ¿no?
— ¿Qué fue lo que pasó? Claro si me lo quieres contar
— Éramos seis en total; mis papás, mis tres hermanos y yo. Era el menor de todos.
— No sé, si deba decir lo siento o si ya lo escuchaste demasiado.
Me sonríe ligeramente — créeme lo he escuchado bastante en estos años, pero gracias.
— Me imagino que debe ser difícil perder tu estabilidad de un día para otro. Pero es como dicen lo que no te mata te hace más fuerte.
— Si, en verdad lo es. Aunque cuando pasa algo que te cambia por completo y abre tus ojos hacia la nueva vida que tendrás solo te sientes perdido, como si desearás volver a tu casa con las viejas personas.
— ¿Eso es lo que sientes? — pregunte
— Sí, claro no para todos es igual.
— ¿Te puedo preguntar algo? — dije esperando a que acepté.
— Por supuesto — dijo confiado
— ¿Eso no te afecto? O sea, es obvio que así fue, pero te ves tan positivo y sonriente todo el tiempo o al menos el que te he visto.
— ¿Cómo si no pasara nada malo en mi vida?
— ¡Exacto!
Se encoje de hombros — Claro que me afecto muchísimo pero mi hermana me llevo a terapia y esas cosas, el sentir que necesitas a alguien que te dé ciertas respuestas es normal. Entonces el buscar ayuda no te convierte en un loco o enfermo, te convierte en alguien que se quiere superar así mismos para no vivir infeliz toda la vida.
Agacho la cabeza y suspiró para mirarlo. ¿Acaso este tipo es algún tipo de señal? Bueno sea lo que sea es una señal sexi.
— Suenas tan positivo que quiero golpearte — se ríe — pero tienes razón en eso de vivir infeliz.
— ¿Te puedo hacer una pregunta? — dice él y acepto — ¿alguna vez con la situación de tu mamá pensaste en ir a algún tipo de psicólogo o algo así?
— En realidad siendo muy sincera, jamás se paso es por mi mente. Pienso que para poder iniciar una nueva vida debo dejar todo atrás.
— ¿Cómo se olvida algo que te hace ser tú mismo? — pregunta curioso.
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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...