Capítulo 30

1K 117 12
                                    

— Curiosamente prefiero la versión honesta. Pero aceptare la que quieras darme.

Tome aire y cierro los ojos un momento para tomar valor.

— No tengo amigos porque en realidad prefiero la soledad y mi única familia era mi madre, pero tuvimos un problema gracias a que era una adicta, la última vez que la vi deseaba no volverme a ver, pero en fin... cuéntame sobre ti — dije tranquila

Se nota bastante tranquilo a pesar de la confesión. Estaba esperando una mueca incomoda o una mentira para salir huyendo de mí, pero no sucedió.

— Lamento el silencio, pero mi lema es si no tienes otra cosa que decir además del famoso "lo siento" no digas nada.

— Se nota que eres experto en esto, pero, ¿por qué lo eres? ¿Acaso tiene que ver con el hecho de mudarse aquí?

Asiente y espero tranquila a que me cuente.

— Mi hermana mayor Lena decidió que necesitábamos un nuevo comienzo.

— ¿La vida en la ciudad es dura para tu familia? — pregunte.

— Pues sí, es dura cuando la mayoría de tu familia fallece — confiesa y le da un trago al café.

Me quedé en silencio tratando de entender si era una broma o no. Pero el lado imprudente en mi en algún momento tiene que aparecer ¿no?

— ¿Qué fue lo que pasó? Claro si me lo quieres contar

— Éramos seis en total; mis papás, mis tres hermanos y yo. Era el menor de todos.

— No sé, si deba decir lo siento o si ya lo escuchaste demasiado.

Me sonríe ligeramente — créeme lo he escuchado bastante en estos años, pero gracias.

— Me imagino que debe ser difícil perder tu estabilidad de un día para otro. Pero es como dicen lo que no te mata te hace más fuerte.

— Si, en verdad lo es. Aunque cuando pasa algo que te cambia por completo y abre tus ojos hacia la nueva vida que tendrás solo te sientes perdido, como si desearás volver a tu casa con las viejas personas.

— ¿Eso es lo que sientes? — pregunte

— Sí, claro no para todos es igual.

— ¿Te puedo preguntar algo? — dije esperando a que acepté.

— Por supuesto — dijo confiado

— ¿Eso no te afecto? O sea, es obvio que así fue, pero te ves tan positivo y sonriente todo el tiempo o al menos el que te he visto.

— ¿Cómo si no pasara nada malo en mi vida?

— ¡Exacto!

Se encoje de hombros — Claro que me afecto muchísimo pero mi hermana me llevo a terapia y esas cosas, el sentir que necesitas a alguien que te dé ciertas respuestas es normal. Entonces el buscar ayuda no te convierte en un loco o enfermo, te convierte en alguien que se quiere superar así mismos para no vivir infeliz toda la vida.

Agacho la cabeza y suspiró para mirarlo. ¿Acaso este tipo es algún tipo de señal? Bueno sea lo que sea es una señal sexi.

— Suenas tan positivo que quiero golpearte — se ríe — pero tienes razón en eso de vivir infeliz.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? — dice él y acepto — ¿alguna vez con la situación de tu mamá pensaste en ir a algún tipo de psicólogo o algo así?

— En realidad siendo muy sincera, jamás se paso es por mi mente. Pienso que para poder iniciar una nueva vida debo dejar todo atrás.

— ¿Cómo se olvida algo que te hace ser tú mismo? — pregunta curioso.

𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora