— Por supuesto que no, solo es simple curiosidad — suelta irritado.
Asentí incrédula — Claro, entonces si lo haces por "curiosidad" ¿puedes soltarme el brazo antes de que te rompa a ti la mano? — me suelta.
— Lo lamento — dice en voz baja y se acomoda el cabello.
— Perdonado — solté burlona — estaba hablando con él y lo felicité porque será padre en unos meses... ¿y por qué te estoy explicando? — pregunto confundida
Caminamos por el pasillo casi vacío, para mi desgracia está en la mayoría de mis clases. ¿Lucifer puedes venir por mi ahora?
— No me gusta que te veas con él — dice y lo miro
— Nadie te pregunto si te gusta que me miren con él — dije a la defensiva — no entiendo, ¿por qué no puedo tener un día de clases normal?
— No me cambies de tema, si te lo digo es por algo. Se dicen muchas cosas de ti y ese hombre, solo no quiero que te miren todos de esa forma — explica.
— Muy lindo de tu parte, pero si me importara lo más mínimo que dicen de mi por aquí, ya no vendría esta escuela — digo segura
No dice nada más en el camino hasta el salón, pero he visto como se pasa las manos por la cara en lo que supongo yo que es su manía. No había notado que empieza a verse ligeramente una barba por dios. Nunca me lo he imaginado con tanto pelo en la cara, ¿parecerá vagabundo o se verá bien?
— ¿Por qué me miras tanto? — pregunta incómodo y casi cubriendo su cara con su saco.
— Por nada, solo imagina cómo te verías con un piercing en la nariz otro en la ceja — con la mano empiezo a tocar los lugares que menciono
— Basta — exclama quitando mi mano — me pones nervioso — dice.
Me río al ver su expresión, pero se acaba cuando ambos vemos a Diana de pie frente a la puerta del salón.
— ¿Así que esto es tener una clase no? — pregunta indignada, tiene las cejas rubias casi juntas e intento no reírme.
— No, solo caminamos juntos hasta el salón eso hace todo el mundo — no amigo esta batalla la perdiste y me arrastras a mí.
— Quiero hablar contigo ahora mismo — me mira con asco — a solas.
Yo empiezo a caminar, pero este me toma del dobladillo del saco y me detiene.
— No, eso lo vamos a hacer más tarde pero ahora tomaré mi clase y hablaré con quien se me dé la gana. Te llamo al salir de la escuela — dice enojado.
Diana lo mira sorprendida e intenta decirle algo — Richard debem...
—¡Debemos nada! — grita con la cara teñida de rojo —¡te veo más tarde y punto!
Me jala el dobladillo para seguirlo mientras entra al salón. Miro de reojo a Diana que se ha quedado asombrada. En cuanto pongo un pie adentro todos nos miran.
— Te pido que me sueltes - dije y obedece con la mirada perdida.
***
—¡Por fin salí del infierno! — célebre yo sola de camino al café.
Coleman no se me acerco en ninguno momento después de su "discusión" con la esqueleton. Me faltan muchas cuadras aún y no sirve de nada tener zapatos bajos si aún me duelen los pies.
Mi celular suena en la bolsa y me detengo para buscarlo entre la porquería que tengo.
— ¿Qué? — pregunté en cuanto respondí la llamada.
— ¿Así me tratas ahora? Que ruda — dice Erik divertido.
La emoción me llena el pecho y no puedo evitar sonreír.
— ¿Qué tal te va por allá, hombre? — le pregunte retomando mi camino
— No tan bien como esperaba, pero seguimos adelante - dice algo triste
-Siento escuchar eso, pero el lado bueno es que no tienes que estar en el pueblo abandonado — dije y se ríe.
— Desearía que todo estuviera bien por ahí para ir a cenar con mi hermana por allá.
— Yo sé que no soy nada buena tratando de animar gente, pero el lado bueno es que estarás con tu abuela en navidad.
— Eso es cierto, ya sabemos que no eres buena en nada, pero cambiemos de tema ¿qué pasa por allá?
¿Cómo te explico?
— Han pasado algunas cosas que no son buenas, pero sigo viva y estoy contando los días para la graduación — dije mirando el camino.
— ¿Estás tachando con equis los días del calendario? — se burla.
— No, no tengo un calendario donde marcar las cosas — solté y es cierto.
— Que pena, pensé que una chica tan puntual tendría ese tipo de cosas, pero ¿cómo te va con Coleman?
Uy, no pensé que hablaríamos de ese tema.
Me muerdo el labio un instante — Bien, de hecho, creo que hice unas estupideces con él. Anoche tuvo que ir por mí a una fiesta donde al parecer me estuve drogando sin parar.
Suelta una risa — Eso me explica los mensajes de ayer
Me detengo en seco — ¿Cómo?
— Anoche me mandaste algunos mensajes raros, te los leeré — dice y escucho como se separa del celular — Bien el primero dice;
"Erik, lástima que te fuiste hoy podrías haberme acompañado a una fiesta"
"Estoy en casa de Coleman, no te preocupes no lo voy a violar a menos que me lo pida"
Los lee y me quiero golpear de la vergüenza con él.
— No me digas que hay más mensajes — dije incomoda. Quiero meter mi cabeza en la tierra y huir.
— Pues hay uno que si me sorprendió — dice serio.
— ¿Cuál? — hay un silencio en verdad. — ¿Erik?
— Erik, creo que me gusta Richard Coleman.
Su voz tiene una pizca de algo, pero no logro entender exactamente que es — En realidad mi abuela me necesita, pero te llamaré más tarde.
— No, espera Erik yo no pretendía molestarte.
—No te preocupes, en verdad no pasa nada, cuídate.
Con eso termina la llamada. Buen trabajo Ryland dejando corazones rotos por doquier. Llego al café y en la mesa frente a la ventana está Lassie. En cuanto me siento se acomoda en la silla y alza la mano dándome un golpe en la cabeza.
—¡Auch! — dije tocándome — ¿Por qué?
— ¿Por qué? Porque ayer casi me matas de un susto, pero uno bueno jovencita, ¿qué crees que soy de piedra? ¡Tengo emociones maldita sea! — dice alterada — ayer tres horas, tres, esperando a que aparecieras con vida después de que me dijiste que vendría, no me hubiera molestado si cancelabas con una llamada, pero nada.
Siento que me encoge en la silla con cada alarido que le sale. Su cabello está agarrado en una trenza y su regordete rostro está a más rojo no poder.
—¡Lo lamento, Lassie pero ya no me grites! — dije con las manos en los oídos.
Ella me mira mucho más molesta, pero se calma y se acomoda de nuevo en su silla.
— No hagas eso o la próxima vez que te daré más palmadas en la cabeza hasta que se te reinicié el software — advierte y asentí nerviosa.
Jamás me habían regañado por algo tan estúpido como un aviso, pero supongo que eso es algo que hacen las madres o las abuelas. ¿Está mal que me haya emocionado solo un poco por recibir ese regaño?
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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...