— Ven acá, mocosa — la voz de Roddie parece atravesar las paredes de mi cuarto
Tome al señor dormilón y estamos escondidos debajo de mi cama. Solo veo el suelo de madera, abrazo con fuerza a mi peluche con los ojos cerrados. Las botas negras de él se ven en mi habitación en cuanto abro los ojos
— Ven niña, solo vamos a hablar mientras jugamos a algo que no le puedes decir a nadie — me busca por todos lados, pero comienza a enojarse —¡Mierda! ¡ven acá, maldito saco de huesos!
Mis lágrimas salen de mis ojos, pero me muerdo el labio para no hacer ruido. Estoy temblando deseando que mi papá aparezca de la nada como un héroe y me rescate del asqueroso de Roddie. Veo las botas salir del cuarto, suelto el aire que retenía, pero el miedo aún no se va, me muevo hacia la derecha para acomodarme bien, pero de pronto alguien me jala de los pies.
—¡Ahhhhhh! ¡mami! — grito, pero no viene por mí, él ya me tiene en sus brazos y los rezos que me dijo Susan no funcionan. Nadie viene por mi
Me muevo intentando que me suelte, pero solo consigo enojarlo más — Shh... sí vuelves a gritar te dejaré peor que a tu madre — ¿dónde está mamá? Debo ir con ella, pero no me suelta
— Déjame, por favor, debo ir con mamá — me tapa la boca con su mano enorme que casi me cubre la mitad de la cara.
-Está muerta, ahora seré tu nuevo papi, pero no te preocupes podremos jugar a la casita todo lo que quieras- lo muerdo y me deja caer al suelo así que corro lo más rápido que puedo hacia la puerta principal que por suerte está abierta
Un oficial me toma en los brazos e intento salir de su agarre
— Cálmate, cariño. Estás bien, venimos a ayudarte a ti y a tu mami — me mira sonriendo — ¿dónde está el hombre?
Señalo con mi dedo la ventana de mi cuarto y él asiente sin soltarme —¡Vayan por él, muchachos!
—¡Ryland! — dice alguien, pero no logro ver quién es —¡Ryland despierta!
Abro los ojos y lo primero que veo es la cara de Coleman preocupado a unos centímetros de la mía. Pestañeo un par de veces por la luz blanca de los focos.
— ¿Estás bien? — pregunta y me pasa la mano por el cabello cosa que no me molesto — te movías mucho como si quisieras huir de algo.
Y vaya que quería huir, lo malo de vivir así son todas las pesadillas que quedan por hombres que fueron monstruos. Me levante sobre mis codos para ver alrededor, casi no había gente en realidad
— ¿Me llamó el doctor mientras dormía? — asintió y eso fue lo que necesitaba para ponerme de pie — ¿qué dijo?
Se puso de pie pues estaba en cuclillas frente a mí, pero Lassie hablo primero
— Tu madre saldrá mañana, despertó hace un rato, pero no quería que te despertáramos — explica y asiento bostezando — deberías decirle a tu amigo que se vaya, te traeré un café.
Lo mira con odio antes irse por el "café". Coleman la mira confundido tanto como yo. Conozco a Lassie desde hace menos de un mes, pero esa mirada solo la vi con el director Heinrich
— No le caigo muy bien — dice rascándose la cabeza
— Ya lo puedo ver, aunque la pregunta seria; ¿por qué? ¿Acaso ya le contaste que eres un cerdo? — apunte con burla.
— Veo que tu pequeña siesta sirvió para recuperar tu humor — asiento y me paso la mano por la cara.
— Se totalmente sincero del uno al diez que tan del asco me veo — dije y me pasé ambas manos por la cara

ESTÁS LEYENDO
𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...