Capítulo 68

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— Solo toma la foto para evitar un incendio de tanto fuego aquí — lo hace y sonrió solo un poco al ver que Coleman está detrás de ella haciendo muecas.

— Es muy linda gracias a dios que preparaste la cámara o habría salido enfocada a la mesa — dice riendo.

— Creo que debería irme ya — murmura Coleman hacia mí.

— Todos pensamos lo mismo, chico — dice Lassie en voz baja, pero la escuchamos.

— Te acompaño lo más rápido que puedo a la puerta — me levanto y mis muletas me llevan a paso veloz hasta él que ya está en la entrada solo esperándome.

Cerré la puerta para evitar que Lassie nos vea, aunque en realidad podría hacerlo por la ventana.

— ¿Pasaste un buen cumpleaños? — me pregunta.

— Si, tal vez se acerque a ser el mejor que haya tenido en años, pero todo bien — asiente — ¿tuviste un buen sexo?

— ¡Ryland! — me reprende — sí, pero no lo grites la gente puede oír.

— ¿Y tú crees que no nos escucharon hace un rato? — me miró sorprendido creo que el pobre no contaba con eso. —Oye quería decirte que con respecto al sexo

Me interrumpe —¿Fui un asco no?

—No, claro no fuiste el mejor pero luego practicaremos. Yo solo quería decirte que, aunque me imagino que no fue en el lugar o momento pensado fue lindo para mí y espero que lo haya sido para ti.

Mira el suelo y luego a mí y tiene una sonrisa en la cara —Voy a confesar que tienes razón, mi primera vez no fue como la pensé en ocasiones, pero olvidando el lugar y el momento en que sucedió puedo decir que fue con la persona que en verdad quería.

¿Acaso estoy alucinando o en serio si dijo eso?

—No tienes que decirlo solo porque si, no te vuelvas un mentiroso, Coleman.

—Me volvería mentiroso si dijera que no eres tú la persona que deseo y a la que imagino haciendo estas cosas.

Algo en mi estomago se retuerce y siento que si sonrió no podre parar de hacerlo.

— Luego te daré un buen regalo de cumpleaños, pero ahora no lo tengo conmigo. —Añade.

— No tienes que darme nada, la cámara cubre mínimo dos años sin tener que regalarme nada.

— Quiero hacerlo, aunque claro que él siempre tiene que llegar primero — dice enfadado.

Levante una ceja — ¿Estás celoso? Es mi amigo que recordó mi cumpleaños no creo que tenga nada de malo que pueda recibir un regalo extra por parte de alguien.

— Yo te daré todos los regalos que quieras para que no necesites a nadie más.

— Ya, cambiemos de tema antes de que te golpee con las muletas — propongo y me acerco, creo que entiende que voy a besarlo porque se apartó.

—Lo lamento, si quiero besarte, pero comiste maní y prefiero no visitar el hospital próximamente.

Claro — ¿mañana nos veremos?

— Si quieres que nos veamos por mi está bien — dice más tranquilo, pero aún queda esa espina de incomodidad.

— Richard no tienes porqué actuar como si yo hubiera hecho algo malo, solo recibí un regalo de un amigo es todo.

Pone los ojos en blanco. — No es cualquier amigo, es él, siempre que pasa algo está rondando por aquí.

— Ni siquiera está aquí, se mudó a otro lugar.

𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora