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Estacione mi auto cerca de la puerta principal normalmente siempre está ocupado el espacio, pero parece que hoy es mi día de suerte. Voy de camino a mi casillero cuando veo a Brooks parado enfrente, que poco duro mi suerte
— Buenos días, Ryland, ¿cuántos penes te comiste de camino acá? — pregunta fingiendo inocencia.
— ¿Empiezo a contar desde el de tu abuelo o el de tu papá? — se tensó su mandíbula, pero no dijo nada más — apártate de mí casillero, troll.
Se hace a un lado y me acerco para abrir el candado
— Vaya hasta que por fin te pones pantalones. — Me mira de arriba a abajo — Debo admitirlo tienes un lindo culo, ahora puedo entender a mi primo. — Sonríe y me da una nalgada
En el instante mi puño choca con su mandíbula y cae al suelo.
—¡No te atrevas a tocarme! — le grité furiosa —¡Si lo haces de nuevo voy a cortarte los huevos con unas tijeras y haré que te los tragues, maldito pervertido!
—¡Señorita Ryland! — exclamo el director —¡a mi oficina, ahora!
Desaparece en el pasillo y acomodó mi mochila en mi hombro para seguirlo, pero Brooks me toma del brazo e intenta tocarme.
—¡Tócala otra vez, Brooks y estarás expulsado! — amenaza el profesor Weyterr
Me suelta y sigo al profesor a la oficina, la secretaria sólo escucha mis pasos cuando dice — ¿Otra vez aquí? — pregunta con fastidio.
—¡Que le importa! — grite, pero me jalo del brazo el profesor
—¡Rory! — me reprende, pero lo ignoro
***
— Eso es todo por hoy, pueden irse — dice la profesora
Me levanto de la estúpida silla que me entumece el trasero para ir a fingir que me bajo la regla y evitar subir la estúpida cuerda de gimnasia.
— ¿Rory? — demonios eso de ser invisible se terminó — ¿puedo hablar contigo un segundo?
— Ya que — me acerco a su escritorio y toma mi mano — profesora, creo que esto se ve algo mal — dije incómoda
— Perdón, debes estar incómoda con los toques desde el incidente. No te preocupes, linda es una etapa.
Quite mi mano rápido y la mire confundida — ¿Perdón?
— El director ya nos habló del incidente que tuviste con Brooks, pero no te preocupes aquí estamos para apoyarte
De acuerdo esto es muy raro, además la cara de lástima que pone me da escalofríos.
— ¿Gracias supongo? — tomé mi mochila y salí del salón intentando entender el porqué de todo esto. No es la primera vez que me pasa algo así en este lugar, ya estoy acostumbrada a ser ignorada.
— Ryland, lamento muchísimo lo que pasó con el tarado de Brooks — dice una chica pelirroja que nunca había visto — yo creo que nadie debe de tocarte sin tu consentimiento
— Te paro aquí. Por supuesto que nadie debe tocarte sin tu consentimiento, tu cuerpo es tuyo — dije molesta — además, ¿te conozco?
-Me parecen bien tus discursos me parecen super cool, soy Regina Keltt — dice estirando la mano, pero no la tomo — bueno veo que empiezas con tu actitud hostil, así que me voy.
Da media vuelta y camina derecho hasta terminar el pasillo. ¿Qué carajos está pasando? Necesito urgentemente un cigarro, dejo mi libro en mi casillero, pero lamentablemente me encuentro con notas de colores en él, de nuevo pero esta vez son de disculpa.
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𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝑈𝑛𝑎 𝑍𝑜𝑟𝑟𝑎
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: 𝐓𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐚𝐬, ¿𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐭𝐚𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫...