Cartel de Neón - Joe

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De You Were Never Really Here (2017)
Gracias a salemprayers por ayudarme.

Manejabas rápidamente por la ruta más larga hacia el bosque al que ibas todos los fines de semana para relajarte.

El bosque tenía un pequeño pero profundo lago, y muchas veces te habías quedado hasta la noche allí, observando como la luna y las estrellas se reflejaban en el agua.

Te inspiraban a las ideas para hacer esos carteles de neón en los que trabajabas día a día, que luego vendías a bares y demás lugares.

Estaba atardeciendo, y la calle estaba comenzando a volverse un desierto. Para la noche, todo estaría vacío. Sucedía siempre en la víspera de Año Nuevo, y más aún el primero de enero.

Para cuando llegaras al bosque, sería el ocaso, y allí podrías tomar fotos. Habías llevado suficiente abrigo, incluso una manta. No iba a nevar hoy.

Te bajaste del auto media hora después, y te internaste entre los árboles. Al llegar al lago, dejaste tu mochila a un lado y sacaste la cámara.

El susto te invadió de repente. A unos metros cerca tuyo, había un hombre. Era grande, estaba vestido de traje, sentado en la orilla del lago.

Tomaste una foto del lago, con la silueta del tipo en la orilla. Era una buena imagen, y tal vez luego pudieras repetirla en un óleo y venderla.

Lentamente fuiste hacia él, y te quedaste de pie allí, a su lado. Él volteó, sorprendido. Pero volvió su vista al frente.

— Pensé que era la única que conocía éste lugar. — dijiste.

Él volvió a verte, sus ojos verdes hicieron contacto con los tuyos. Y bajo su tupida barba, notaste que apenas sonrió. Era sombrío, pero lindo.

— Parece que no. Vengo aquí hace años. Y hoy es un día hermoso, ¿no crees?
— Lo es.

Así como también era un lugar perfecto para cometer un asesinato, pensaste, casi riendo por la perversidad de la idea.

— Soy T/N.
— Joe.
— Es un placer, Joe. ¿Qué haces aquí?
— Es difícil de explicar. Pero si conoces éste lugar---
— Es porque tienes algo que esconder. — completaste su frase.

Tu padre lo había dicho mil veces. Ese lago era un lugar perfecto para esconder cadáveres. Siempre te hacía reír.

— ¿Tú qué escondiste?
— Nada. — respondiste. — Mi papá solía decirlo. Repartí sus cenizas aquí hace años. ¿Tú?
— Mi madre. Mi madre está en el fondo del lago. Unos mafiosos la mataron el año pasado. Estuve a punto de suicidarme, pero no lo hice. Aún así, vengo aquí cada tanto. Hoy hubiera cumplido ochenta y dos años.

Extrañamente Joe sintió una confianza repentina contigo. Nunca hablaba de su madre con nadie, pero contigo a su lado, sintió que era correcto hacerlo.

Te sentaste a su lado, en la arena. Observaron el lugar juntos. El ocaso estaba presente, y el agua centellaba. No te llamaba la atención en lo más mínimo lo que él te contaba.

Estabas acostumbrada a historias así, al igual que ese tipo de situaciones. Habías sido policía, y tu mente no había podido soportar ese tipo de cosas, por lo que dejaste.

Aún así, tenías que tomar pastillas, pues solías tener visiones. Esperabas que este tal Joe no fuera una. Quisiste sacarle una foto, para que tu mente no te engañara.

Sacaste un termo de tu mochila, y le ofreciste una taza de chocolate caliente que él aceptó. Tu también tomabas. Comenzaron a charlar mientras el sol desaparecía lentamente.

Joaquin Phoenix - Imaginas & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora