El Auto Descompuesto - Merrill Hess

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De Signs (2002)


- ¡Padre Hess! ¡Necesito su ayuda!

Habías ingresado en la propiedad de Graham Hess. Tu auto se había detenido de camino a casa de tus padres. Pinchaste una rueda. Y caminando llegaste a casa del ministro del pueblo.

Graham Hess salió de la casa, poniéndose la mano como vicera, tapándose del sol. Estaba igual que hacía diez años, algo más viejo, con el cabello más canoso, pero igual de guapo.

- ¿T/N? ¿Que haces aquí?

Se acercó a ti rápidamente, pesando que podías estar herida o algo así. Pero no tenías nada. Sólo el auto averiado a unos metros fuera de la propiedad.

- ¡Hola, padre!
- Hola, linda, hacía mucho que no te veía por aquí. ¿Qué sucedió?
- Mi auto se descompuso en la entrada de su propiedad. Si me presta su teléfono, llamaré a una grúa.
- Oh, claro. Ven, pasa.
- Gracias.

La casa era grande. Estaba limpia, pero algo desordenada, pues era mediodía, y Graham y sus hijos acababan de almorzar.

Pero había un cuarto plato en la mesa. ¿Graham se había casado de nuevo? Tus padres te habían contado por teléfono hacía un par de años la tragedia, cuando su esposa murió.

Fue entonces que volteaste al oir ruido de pasos en las escaleras.

- ¿Merrill?

Merrill bajaba rápidamente, sin haberse dado cuenta de que tú estabas allí.

Se había cortado el cabello. Y vaya que le quedaba bien.

- ¿T/N? ¿Qué... Carajo? - se rió, pues su hermano cuidaba las malas palabras en casa. - ¿Qué haces aquí?
- Mi auto se descompuso en la entrada. Estaba por usar el teléfono para llamar a una grúa.

Se acercó a ti, tomándote de la muñeca. El sólo contacto te hizo recordar.

La última vez que lo viste había sido hacía diez años. Te fuiste a Nueva York, a estudiar diseño. Merrill decidió quedarse en Pennsylvania, pensando que llegaría a las ligas mayores de béisbol.

Lo habías conocido en un partido. Te había gustado mucho desde hacía tiempo, desde la escuela, pero fue en ese partido que decidiste hablarle.

Bajaste de las gradas antes de que el equipo se retirara.

- Hola.
- Hola. - dijo, bate en mano. - ¿Qué se te ofrece?
- Yo... Sólo quería decirte que me encanta como juegas. Soy T/N.
- Merrill. Merrill Hess. T/N. Te conozco...

Observó al cielo unos segundos, recordando, luego de estrechar tu mano.

- ¿No estabas en la clase del señor Roden?
- Si, exacto.
- Oh. Si, te conocía, estaba seguro. Oye, lamento si nunca hablamos. No he sido de hablar mucho en la escuela.
- No podemos preocuparnos por eso ahora, ¿No crees?

Se rieron. Sus ojos parecían largar chispas. Se veían relucientes al darles la luz de los faroles de la cancha. Más aún que era de noche.

Joaquin Phoenix - Imaginas & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora