Shhh - Cómodo (parte 2)

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De Gladiator (2000)

— El emperador solicita su presencia, mi señora.

El soldado estaba serio. No mostraba ningún signo de emoción al decir la frase.

Observaste algunos papeles que tu padre había escrito, los cuales habías presentado al Senado.

Cómodo no había llegado a la reunión. En cambio, estaba solicitando que tú fueras con él.

— ¿Y puedo preguntar porque requiere mi presencia? - preguntaste, a modo de broma. Claro que él no la captaría.
— Acuerdos, mi señora. El César dijo que le vendría bien su ayuda.
— Ah. Los acuerdos. Sí.

Estuviste a punto de reir. Ibas a darle una mano después de todo.

— ¿No está relacionado con la peste en el barrio griego, verdad? — preguntó Graco, quien se encontraba cerca, oyendo todo.
— No en realidad. — dijiste. — Pero charlaremos de varios temas.
— Entonces iré con usted. Me es imposible obtener una reunión con él últimamente.
— Senador, no creo que...

Te imaginaste la cara que pondría Cómodo al ver que llegabas a su encuentro con el viejo senador que él tanto odiaba.

— Si. Venga conmigo. Será mucho mejor.

Cómodo sonrió cuando te vió entrar a su habitación. Ocultó esa vergonzosa sonrisa con sus pulgares, frotando sus labios.

Se desfiguró al ver a Graco trás de ti, un par de pasos detrás. Sin invitación.

Se puso de pie, caminando hacia ustedes.

— Senador Graco. T/N.

Hizo una reverencia con la cabeza al senador, quien respondió de la misma forma. Luego tomó tu mano, y dejó un suave beso en los nudillos.

Su actitud galante contigo sorprendió al senador. Más aún cuando invitó a sentarlo en la silla frente al escritorio, y corrió la otra silla para que tu te sentaras.

¿El emperador sirviendo a la hija del emisario? Eso era imposible.

— Me llamó para ayudarle con los acuerdos, César. El senador Graco quiso asistir a ayudarnos también.

Sonreíste, viendo a sus ojos inyectados en lujuria, e ira. Sabías que debía estar molesto.

— Le dije que podía venir sin problemas. Hice bien, ¿no es así, mi señor?

Sonrió, observándolos a los dos, sabiendo que estabas sólo molestándolo.

— Si. Si. Por supuesto que si.

Graco se demoró todo su tiempo en explicar los problemas del Barrio Griego, la sanidad e higiene de éste.

No decías nada, puesto que tu visita en Roma era para otros acuerdos. Y otras cosas que habían surgido últimamente.

Tus ojos se clavaron en él. Estaba más irritado a cada minuto que el viejo hablaba. Acarició sus párpados con la yema de sus dedos, totalmente cansado de toda la situación.

— Le agradezco mucho, senador Graco. — dijo intentando acelerar todo.
— Mi señor, creo que la solución es simple. Los impuestos...

Cómodo no oyó nada de lo que Graco decía. Se limitó a verte, devorarte con la mirada, tal y como tú estabas haciendo.

Llevó su mano derecha sobre su regazo disimuladamente. No dejaba de verte.

No podía. Era imposible que lo hiciera. No con Graco aquí. ¿O si?

Joaquin Phoenix - Imaginas & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora