De You Were Never Really Here (2018)
Llevaban quince días de cuarentena en su casa.
Era una órden nacional. Todos los ciudadanos debían permanecer encerrados en sus casas, por el peligro a contagiarse.
Era una pandemia. Y era peligrosa. Habían muerto muchos en todo el mundo por ello. Y aún no había vacuna.
Aunque estando al lado de Joe, los días pasaban como si fuesen horas. Parecía que sólo había pasado un día, y tal vez eran tres.
Si, no hablaba mucho, pues era tímido, y tenía muchos traumas. Pero te amaba como a nadie más. Y te protegía. Y a su lado, te sentías protegida.
Sucedía que con todo el tema de la pandemia, muchos ladrones aprovechaban de colarse en las casas y robar.
Joe puso algunas maderas en las ventanas por el lado de adentro, y cerró la puerta con varios seguros. Se protegía siempre, aunque cuando trabajaba, nadie sabía dónde vivía realmente.
Luego de la muerte de su madre, a Joe no le importaba realmente morir. Aunque tú si le importabas. Y por ti seguía vivo.
Estando tantos meses con él, hasta que al fin pudiste decirle lo que sentías, hasta que al fin te aceptó un beso, tus dedos en su velludo rostro, caricias en su enorme cuerpo, o compartir su intimidad y la cama, te llevó a conocerlo más que nadie lo hacía.
Ni siquiera su madre, te dijo una vez, sabía tanto de él como tú. Joe era una caja, y tú estabas viendo el contenido hasta el fondo.
Contigo él reía. Se veía bien, saludable, más apuesto que nunca. Y su depresión también se había esfumado.
Aquella depresión con la que lo conociste en aquel bar olvidado por Dios; aquella depresión que lo hizo llorar mientras bebía y que te hizo acercarte a él, tocar su hombro y preguntarle si estaba bien.
Aquella depresión que te llevó a decirle que no estaba solo, que si te necesitaba, tú estarías con él, ya no estaba.
Fue gracias a esa depresión que estabas con él ahora. Y fue gracias a ella que estaban juntos en un momento tan complicado como éste.
Aunque desgraciadamente las provisiones se les estaban acabando. Joe no quería comer. Hacía tres días que sólo tomaba agua.
Según él, "era demasiado gordo como para morir tan rápido sin que su cuerpo carcomiera su carne un poco". A veces se ponía muy poético, y eso te hacía reir.
Y si decía que no iba a comer, era mejor no insistirle, pues era muy decidido y no lo haría. Ya había bajado un par de kilos.
Te daba algo de pena, una sensación extraña verlo mientras te observaba comer. Querías alimentarlo como si fuese un perro. Él sólo se negaba.
- Come, por favor, te lo estoy rogando, osito.
- No, amor, no. Tú debes comer. - te decía, limpiando algunas cosas.
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Joaquin Phoenix - Imaginas & One Shots
Fanfic+18. PEDIDOS ABIERTOS a mensaje privado o en los comentarios!! Algunos son de mi autoría, otros son traducidos de Tumblr. Mucho fluff, smut, headcannons(HC's) y algunas historias de varios capítulos con distintas temáticas y géneros. Espero que los...