Joaquin Phoenix - Imaginas & One Shots

Partners - Joe (parte final)

Joe y tú se levantaron temprano, como se habían acostumbrado en el ejército, y estaban charlando frente a la chimenea cuando oyeron un ruido en la puerta.

Era el recepcionista.

- ¿Señor? ¿No me dijo que necesitaba el teléfono?

Joe te miró, sabiendo que le había pedido al recepcionista usar el teléfono a primera hora mientras estaba registrándolos.

En ese tiempo en que estuvo hablando, despertaste a Annie.

- Annie, cariño, levántate. Te llevaremos a casa.

Apenas oyó la palabra "casa", la niña se cambió rápidamente de ropa, entusiasmada.

Oíste la puerta de entrada de la cabaña cerrarse. Joe había regresado un par de minutos después.

Decidiste dejar a la chica en la habitación, vistiéndose, y fuiste a ver que había sucedido.

- ¿Qué pasó?
- Le hablé a John. Dijo que Ramsons está aquí.

Te dió un papel con una dirección no muy lejana.

- Me dijo que tenía otro trabajo para mí, dentro de un par de días. Le dije que no.
- ¿Porque?
- Porque estoy contigo.

Tus labios enmudecieron. Era el momento. Annie apareció, y los miró, como esperando a irse.

- Joe, quiero hablar contigo.

Tomaste su fuerte antebrazo, y lo llevaste fuera de la cabaña.

- Joe, quiero seguir sola en ésto.
- Otra vez con eso.
- Si. Ya te dije. Tengo miedo de que nos sigan. No quiero que salgas herido, Joe. Te lo estoy rogando. Si no vas a hacerlo por mí, al menos hazlo por tu madre. Piensa en ella. No la dejes sola. Por favor, Joe.

Lo abrazaste con fuerza. Pensaste que él no aceptaría el abrazo, pero lo hizo cariñosamente.

- ¿Y qué haré?
- Vuelve a Nueva York. Toma el trabajo.
- ¿Y como carajo sabré de tí? No quiero perderte y no saber nada. - agregó, pasando sus manos por tu cabello y cintura.
- Le llamaré a John. Le diré que vayas a su oficina. Y allí estaremos en contacto, cariño. No quiero que perdamos contacto de nuevo.

Soltó tu abrazo, sólo para llevar ambas manos a tu rostro, y luego de verte fijamente, te besó.

- Jamás.

Sonrió apenas, llevándote de nuevo a la cabaña.

Annie miraba por la ventana, sin entender nada.

- Adiós, niña. - dijo, pasando una mano por el cabello de la joven bruscamente.

Ella lo abrazó con fuerza, igual que había hecho antes.

- Adiós, Joe.

Luego, Joe volvió a abrazarte otra vez. Sus brazos te reconfortaron esos segundos que se sintieron eternos, que te hicieron cerrar los ojos para disfrutar de él.

- Adiós, T/N. - dijo, poniendo un mechón de tu cabello trás tu oreja.

No contestaste. Si contestabas, sabías que acabarías soltando las lágrimas que ya estaban apareciendo en tus ojos.

Soltó tu mano. Y salió de la cabaña, intentando no mirar atrás. Para cuando subió al auto y arrancó, Joe no podía dejar de verte por el espejo retrovisor, de pie ante la ventana.

- ¿Porque se va?
- Porque yo le dije.
- Pero, ¿Porque le dijiste?
- Porque es lo correcto.
- Él te besó. - dijo Annie, sonriendo.
- Si. Pero aún así, él no puede quedarse. No podemos estar juntos.