Control - Arthur Fleck

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De Joker (2019)

Amas a Arthur con todo tu corazón, y él también te ama a ti. Cuando se conocieron, fue amor a primera vista para él, y él ha estado considerándote su ángel de la guarda desde ese momento.

Él te adora absolutamente, y es muy celoso de ti. Los días con él son una rutina, es un hombre tranquilo y te relaja. Te encanta ver la televisión, escuchar música y pasear juntos.

Tu vida con él es hermosa y pacífica. Los momentos algo... calientes... también son habituales, y él es un gran amante. Él sabe cómo volverte loca todo el tiempo, y el ambiente es siempre cariñoso y afectuoso.

Tiene tanto amor, admiración, apoyo que darte, puedes atreverte a decir que es muy pegajoso. Te transmite todo aquello que él no tuvo.

Una noche, no podías dormir, y volteaste a abrazarlo. Esa noche, él había venido a dormir a tu apartamento. Tú lo admiraste en su sueño tranquilo, apretando tu mano.

Estabas asombrada, mirándolo con ternura, pero pronto el sentimiento de admiración pronto se convirtió en una especie de hambre, de querer sentirlo de otra manera.

Por eso entrelazaste los dedos con los suyos y te acercaste a él, completamente apegado a él.

— Mmh... — murmuró y se acercó aún más a ti.
— Despierta, cariño, por favor... —  murmuraste sensualmente, haciendo que sus labios se tocaran.

Abrió sus ojos celestiales y te miró algo dormido, bostezando. Acarició tu mejilla y sonrió.

— ¿Algo anda mal, T/N? — preguntó, un poco preocupado. — ¿Estás enferma? — preguntó de nuevo, levantándose ligeramente de la cama.

Sonreiste y lo hiciste recostarse de nuevo, empujando su cuerpo hacia el colchón con una mano en su pecho y apretándote a él.

— Sí, estoy enferma de amor, Arthur... — te subiste encima de él, sus mejillas se estaban poniendo de un rojo ardiente.

Arthur te miró, temblando ligeramente de emoción, una pequeña sonrisa se estaba formando en su delgado rostro.

Asintió con entusiasmo y, vacilante, acarició tus caderas, levantándote el pijama.

Sacudiste la cabeza, lo tomaste de los hombros y lo obligaste a sentarse. Tú, todavía en su regazo, podrías sentir que se ponía duro.

Qué tan necesitado de contacto y fácilmente excitable estaba, ésto te emocionó aún más.

Sus manos volvieron a vagar por todo tu cuerpo, quitando el pijama de tu torso y dejando calientes y húmedos besos en tu cuello.

El calor creció entre tus piernas, por lo que moviste tus caderas sobre las de él, obteniendo un suave gemido de él. Bingo. Ahora te tocaría a tí estar al mando.

Así que de inmediato te soltaste el cabello y ataste sus delgadas muñecas con tu cinta para el cabello. Jadeó de sorpresa y luchó débilmente contra la cosa elástica.

— Por favor, T/N... — exhaló, haciéndote sentir su respiración pesada en tus labios.

Moviste las caderas contra su entrepierna de nuevo, obteniendo otro gemido de él.
Aplastaste tus labios contra los de él, atrapando su lengua y acariciándola.

Comenzó una feroz sesión de besos mientras seguías moviéndote sobre su entrepierna. Seguía gimiendo en tu boca, su respiración se hacía cada vez más pesada.

De repente, lo empujaste sobre la cama de nuevo, rápidamente le quitaste la camisa y empujaste suavemente su cabeza hacia arriba con tu nariz para besar su cuello nuevamente, mientras tus manos vagaban alrededor de su delgado cuerpo.

Joaquin Phoenix - Imaginas & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora