De Quills (2000)
- ¡No, por favor! - gritaste a los soldados. - ¡Se los ruego! ¡No!
- El tipo causó un desastre. Si no quieres sufrir tú, entonces él morirá.
- ¡No! ¡No le hagan nada!Estabas siendo atada a los caños de un pozo sin uso en el medio de la plaza principal de la ciudad. Las atentas miradas de los transeúntes se posaron sobre ti, y sobre el paciente que había huído del Asilo de Charenton.
Estabas llevando el desayuno a la mesa de los pacientes, cuando te diste cuenta de que Gaveoux no estaba con sus compañeros. Por un momento pensaste en no ir a buscarlo, Al fin y al cabo, siendo enfermera, no te correspondía.
Pero habías aprendido a encariñarte con todos los bonachones pacientes de Charenton, y rápidamente corriste a la puerta más cercana, aquella que acababa en el patio trasero.
A lo lejos, viste el delgado cuerpo de Gaveoux saltar la reja del Asilo, cruzando todo el larguísimo patio, y correr hacia la libertad. Hacia el pueblo.
Pasando hacia el edificio principal, llegaste varios minutos después hacia la plaza principal. casi no tenías aire en los pulmones por la velocidad que tomaste al correr. Y tenías la parte baja de vestido sucia por el barro del camino.
-¡Gaveoux!
El hombre estaba haciendo un desastre en los pequeños puestos del mercado de la plaza. Saltaba, jugueteando, rompiendo todo. Hasta que fue cazado por dos soldados que no tenían piedad y comenzaron a golpearlo.
- ¡Un alborotador! ¡Te llevaremos a la guillotina!
- ¡No! ¡Alto!Por instinto puro, golpeaste a uno de los soldados en el rostro, intentando que soltaran al paciente. Él te devolvió el golpe con toda la palma abierta, haciéndote caer al suelo.
- Largo de aquí, niña. O también obtendrás tu castigo.
- Escuchenme, dejen que les explique. Este hombre se llama Serge Gavoux. Es paciente de Charenton. Se escapó cuando estában desayunando. No le hagan nada.Los tipos lanzaron una fría mirada, y una sonrisa burlona.
-¿Que no le hagamos nada? Así es la pena.
Uno de ellos, el más grande, tomó tu rostro entre su enorme mano, acercándote a él. Sentiste el olor a alcohol en su aliento.
- Entonces tal vez desees que te castiguemos a tí, ¿no? ¿Harás eso por tu amigo?
Miraste a Gavoux, quien lloraba en el suelo. El otro soldado lo había atado de pies y manos, listo para llevarlo a la guillotina una cuadra más lejos.
Sin que hubieras respondido nada, el grandulón tomó una soga, y levantándote con fuerza del suelo, te ató al pozo.
- Esperen, no, no, no. Alto, se los ruego.
Viste al soldado más delgado tomar un látigo mientras el otro se reía, abriendo tu vestido por detrás. La humillación pública era peor que obtener los azotes.
- Y agradece que no es algo peor. - susurró, riendo.
- ¡Déjenla! - gritó una voz familiar. - ¡Ya basta!Volteando apenas, viste al joven director del Asilo corriendo rápidamente hacia donde tú estabas, sosteniendo su sotana a la par para no caerse.
Fue como si viniese a tí un ángel de la guarda.
- ¿Quién es usted?
- Soy el Abbé de Coulmier, director del Asilo de Charenton. ¿Qué sucede aquí?
- Su seguridad es pésima, Abbé. Se le escaparon dos dementes.Eso causó varias risas de los curiosos alrededor. El Abbé te vió a ti y al paciente, y volvió su vista de nuevo al soldado.
- No hay dementes aquí, señor. Sólo un hombre en recuperación y una jóven enfermera que no ha hecho daño a nadie. Ya suéltenla.
- No.
- Suéltenla.
- ¿Bajo que poder? ¿El de Dios?
- Eso es una blasfemia, señor. - dijo el Abbé, observando hacia arriba, al rostro del animal que tenía enfrente.
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Joaquin Phoenix - Imaginas & One Shots
Fanfiction+18. PEDIDOS ABIERTOS a mensaje privado o en los comentarios!! Algunos son de mi autoría, otros son traducidos de Tumblr. Mucho fluff, smut, headcannons(HC's) y algunas historias de varios capítulos con distintas temáticas y géneros. Espero que los...