Joaquin Phoenix - Imaginas & One Shots

Social Worker - Arthur Fleck

De Joker (2019)
Aprovecho mí único día libre para dejarles ésta historia. Espero les guste, bye.

— ¿Sabes qué es lo peor de todo? — dijo Arthur. — Que todo el mundo cree que puede pasarnos por encima.

Asentiste ante ésta afirmación. Arthur te observó hacerlo. Se quedó en silencio unos segundos, notando cómo concordabas con su idea, dió una pitada al cigarrillo, y siguió hablando.

Llevaba más de dos horas hablando. Nunca charlaba tanto con alguien, ni expresaba nada de lo que realmente sentía y pensaba, salvo en su diario.

Siempre se preguntaba si las reuniones que tenía contigo tenían que durar eso realmente. O sí sólo tenían que durar una hora, pero por lástima lo dejabas hablar más tiempo. Prosiguió.

— Digo, el otro día estaba esperando... Tenía que hacer un recado para mí madre. Esperé al tipo durante horas, y cuando salió de su oficina, no quiso prestarme atención. Salí corriendo detrás de él, y me caí. Y aún así, nadie quiso ayudarme.
— ¿Por eso es que arrastras una pierna?

Arthur otra vez se quedó en silencio. Habías notado que estaba cojo. Él ni siquiera se había preocupado por ello.

— Si, yo... Sí.
— Si quieres puedo hacerte una autorización para que vayas al médico, Arthur.
— Es sólo un golpe en la rodilla, señorita T/A.
— Tal vez es algo un poco más grave.

Comenzaste a escribir en un papel. Arthur no sabía qué era. No le importaba tampoco. Sólo veía tu hermosa mano ir y venir, trazando suaves líneas negras sobre el papel.

— Señorita T/A... Yo... Yo no...

Inhaló y exhaló, cerrando los ojos. Levantaste la vista del papel, para observarlo. Siempre que cerraba los ojos, no podías evitar ver sus pestañas. Eran largas y bonitas, y parecían cubrir sus bellos pero tristes ojos verdes como cortinas.

— Yo... No puedo pagar una visita al médico. No tengo dinero.

Arthur tenía algo en su voz, algo que no sabías explicar, que te daba escalofríos. Pero no en un mal sentido. Te gustaba mucho. Y además, te hacía querer hacer lo que fuera por él.

— Ya lo sé, Arthur. Ya lo sé. Pero yo te ayudaré.
— ¿Cómo?

Le diste el papel, el cuál tenía varios párrafos que Arthur leyó, pero no comprendió. Jerga de tu oficio, tal vez.

— Llévalo a la entrada. Que Annie le ponga un sello. Ella autorizará la órden. Tan sólo ve al médico. No te preocupes por el dinero, por favor. El papel explica todo.

Sonreíste. Y Arthur no pudo evitar sonreír también. Nadie jamás se preocupaba por él. Pero tú, como su asistente social desde hacía un año, lo escuchabas cada semana, le prestabas atención, lo aconsejabas, y eras su amiga.

Cuando Arthur comenzó a asistir a su reunión semanal con la doctora Kane, su asistente de hacia tres años, fue apenas salió del hospital.

Ni siquiera ella sabía porqué lo habían encerrado. Era amable con él, pero siempre le hacía las mismas preguntas de todas las semanas. Y eso le hartaba.

Luego le dijeron que tú serías su nueva asistente. Y él se puso mal. Le caía bien la doctora Kane, y no pensó que la nueva asistente sería mejor.

Y allí estabas, inteligente, hermosa, nada comparado a chicas que él hubiera conocido antes, si es que antes conoció a alguna chica.

Arthur solía creer que solo tú y Gary eran sus amigos. Randall también, pero muchas veces se burlaba de él, cosa que no le gustaba.