Joaquin Phoenix - Imaginas & One Shots

Pulitzer - Jack Daglish

Me encontré éste, mi primer one shot, guardado en la computadora. A pesar de que éste personaje sale menos de diez minutos en la peli, lo amé. Tiene smut y drama, asi que puede que les guste.
De Hotel Rwanda (2003)

- Y ahora dejaré a la ganadora del premio Pulitzer de éste año, la señorita T/N T/A.

Caminaste hacia el escenario, con los cientos de personas aplaudiéndote a cada paso que dabas, a cada escalón que subías.

Sonreías ante los flashes de las cámaras tal y como tantas veces habías hecho cuando estudiabas periodismo, aunque a decir verdad, no tenías muchas ganas de sonreír.

Recibiste el premio, dejando al hombre que lo presentaba que pusiera la medalla de oro en tu cuello, y te paraste frente al atril.

- Gracias a todos. De veras, no saben lo que ésto significa para mí. He sido periodista seis años de mi vida, pero nunca creí que ganaría éste premio por la foto que saqué, siendo que no tengo una especialización en fotografía.

Se oyeron risas ante el chiste. Y era cierto. No eras fotógrafa. Pero habías sacado la mejor foto del año, tal vez de años.

Te volteaste apenas antes de continuar tu discurso. Y viste la foto en la gran pantalla.

Sólo se veía a un hombre, un camarógrafo, filmando la ciudad subido en una pila de ruinas, rodeado por edificios caídos, con la lluvia cayendo sobre él, iluminado por el fuego cercano.

- El hombre de la foto es Jack Daglish. Él ha sido mí compañero desde hace seis años, desde que me recibí en la universidad y comencé a trabajar. Me lo presentaron como mi camarógrafo, y al instante nos hicimos amigos. Mejores amigos, a decir verdad. Me ha acompañado tantos años, en tantas situaciones, que sabía que me seguiría a cualquier lado. Pero cuando le dije que sería corresponsal de guerra, hace tres años, de veras me sorprendí cuando me dijo que iba a acompañarme.

Cerraste los ojos.

- ¿Que hiciste qué?
- Me anoté para ir contigo a Irak. No dejaré que mi chica vaya sola.
- Jack...
- T/N.

Te quedaste con el café en la mano, mirándolo fijamente.

- Jack, es peligroso.
- ¿Y qué? Tú irás.
- No quiero que vayas.
- No quiero dejarte. Carajo, soy tu camarógrafo. TU camarógrafo.

Te miraba con esos ojitos de perrito que siempre te convencían. Y acabaste por aceptar que fuera contigo.

El trabajo era mucho mejor pago que los demás. Era ir a un lugar generalmente peligroso, filmar los tiroteos, intentar entrevistar a la gente del lugar, y salir de allí rápidamente para procesar lo que hubieran capturado.

Las guerras por las que pasaban, las cosas que debían filmar, a veces solían molestarlos, entristecerlos, traumatizarlos en cierto modo.

Los horrores que debían ver, a veces eran muy fuertes, haciendo que ambos acabaran tomando más alcohol de lo normal en un bar hasta que olvidaran lo que había pasado.

Algunas veces, tú caías al suelo, allí donde estabas parada, llorando por las atrocidades que veían.

A veces, él lloraba mientras te mostraba lo que había filmado en el pequeño televisor que tenían en la camioneta.

Pero había otras veces que sólo acampaban con un grupo al que acompañaban, estando en una tienda de campaña o durmiendo en la misma van.