No grites - Lucius Hunt

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De The Village (2004)

- Recuerda ir a buscar los víveres de la semana, T/N. - dijo tu madre, dejando una lista y una bolsa en la mesa. - El viejo Matthews ya debe tener algunas de nuestras provisiones preparadas.
- Como siempre, mamá.

Tus padres se fueron de la casa juntos, hacia el hogar de los Hunt.

Sabías a qué iban. Sabías que querían intentar que Lucius pasara tiempo contigo.

Era el más guapo de la aldea. Y muy valiente y trabajador. Pero si bien te gustaba, sabías que él estaba lejos de tu alcance.

Era más probable que se casara con Kitty Walker, o con su hermana menor Ivy.

¿Cómo es que él, el jóven que tenía conquistadas a todas las chicas, se fijara en ti? Imposible.

Dejaste esos estúpidos pensamientos de lado, y te enfocaste en la lista de víveres que dejó tu madre.

Te peinaste el cabello un poco, y saliste con la bolsa vacía, que volvería llena y pesada.

Y justamente, demonios, tenía que estar él allí, caminando cerca de la puerta, justo cuando ya tenías todo y estabas volviendo a casa.

Debías quedarte en silencio, intentar no llamar su atención, aunque ya te estaba mirando.

Tan solo intentabas que tu cerebro respondiera y no hiciera una estup---

- ¡Hola, Lucius!

Carajo.

- Hola. ¿Cómo estás? - dijo, esbozando apenas una leve sonrisa.
- Bien. Un poco cansada.
- Oh. ¿Pesa mucho?
- Un poco, si.
- ¿Quieres que la lleve?

Ay por Dios.

- No, no. - dijiste, tomando aire. - Yo puedo.
- Vamos, - dijo riendo. Fue la tercera vez que lo viste reir en años. - Déjame ayudarte.

Le diste la bolsa, y la cruzó sobre su hombro sin problemas. Sus dedos chocaron con los tuyos, enviándote una corriente por el cuerpo.

- Eres muy amable, gracias. - dejaste escapar apenas, llevando un mechón de cabello tras la oreja.

Estabas completamente roja. Tu corazón se aceleró por los nervios.

- Tu casa no está tan lejos como la mía, Lucius.
- No. - contestó, dando pasos firmes.

Lo observaste como muchas veces lo habías hecho, con el rabillo del ojo, inspeccionándolo.

- No hablas mucho, ¿Eh?
- ¿Alguna vez lo he hecho?

Te reíste. Tal vez una risa de consuelo, o de nervios, pues no era un chiste.

- No. Pero creí que... Ya sabes... Como somos amigos...
- ¿Lo somos?

Que brusco.

- ¿No te parece? - dijiste, arqueando las cejas, un poco ofendida. - Digo, nos conocemos desde niños...
- Lo siento si soné rudo, T/N. Es que... Realmente es extraño que me consideres tu amigo.

Te frenaste en seco. Y lo miraste. Tardó unos segundos en darse cuenta de que estabas de pie tras él, y frenó sus pasos para luego voltear y verte.

- Lucius, ¿Qué dices?
- Nada.
- ¿Porque es extraño?
- Porque estoy solo. Por eso. Los chicos... Los veo muy inmaduros. Es por eso que prefiero estar solo. Pero otras veces me dejan sólo, y...
- ¿Y qué?
- No me hagas hablar, T/N.

Sabías que se sentía triste a veces. Solías verlo comer en una roca, alejado de los demás. O en las fiestas, se quedaba sentado, o afuera del salón.

Joaquin Phoenix - Imaginas & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora