Prueba de Vestuario - Joaquin

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Trabajabas como asistente del vestuarista en la nueva película de Joaquin Phoenix, Joker.

Te sentías muy atraída por él, desde hacía años, pues siempre solía consultarte a ti, a pesar de que no estuvieras en la película. Por lo que tenerlo a tu lado seguido te volvía loca.

Solía recomendarte siempre para trabajar en sus filmes. Eran amigos. Pero a veces sentías que lo hacía porque él sentía algo más por ti.

Tu jefe no pudo asistir a la prueba de vestuario ese día, asi que tu debías ayudarlo a elegir. Llegó un par de horas más temprano que todos en el set para elegir y no entorpecer la filmación luego.

Debía utilizar una hoddie mostaza. Pero lo que llevara debajo, camisa y algo más, es lo que lo dejaba indeciso.

Entró a su trailer, y allí estabas tú, con grandes bolsas llenas de ropa.

- Hola.
- Hola.
- ¿Debo probarme todo eso?
- No... Sólo... Sólo fíjate qué te gusta más. Es todo de tu talle.

Tu voz sonaba torpe. Estabas nerviosa. Más aún cuando comenzó a desvestirse sin tener reparo de que tu estabas ahí.

Estaba muy delgado por la preparación del papel. Sus huesos y músculos se marcaban notablemente en su piel. El cabello le había crecido, aunque ahora lo tenía recogido.

Volteaste, pero aún así podías verlo por el espejo.

- Oye.

Te diste la vuelta. Estaba en ropa interior, agachado frente a ti, abriendo las bolsas.

Alzó la vista y te observó. Sus ojos verdes se encontraron con los tuyos.

- ¿Crees que ésto me quede bien?

Había sacado una campera fina color rojo, y una camisa gris. Cuando se puso de pie, tus ojos inevitablemente se desviaron a su entrepierna, a su marcado bulto.

- Ah... Si... Yo creo que si. Deberías probártelos.
- Claro.

Se cambió rápidamente. Pero al verse al espejo, notó que no se veía bien. Comenzó a desvestirse de nuevo.

Sentías que querías besarlo en ese instante. Estaba aún más cerca de tí. Observaste el suelo, agitada.

- ¿Estás bien?
- Si, yo sólo...

Tomó tu barbilla con sus dedos y te dió un pequeño beso. Ambos cerraron sus ojos.

Te hiciste hacia atrás y lo miraste, avergonzada. ¿Que acababa de suceder?

Te diste vuelta, pero él se pegó a tu cuerpo, tomándote de los hombros.

- Me gustas mucho, T/N.

Te dió un beso en el cuello. Luego otro. Y sucesivamente comenzó a subir sus labios hasta besar el lóbulo de tu oreja, lo cual te hizo escapar un jadeo.

- Joaquin, espera...

Llevó sus manos a tus senos, recorriendolos con sus dedos por sobre la tela de tu vestido, sin dejar de besar el otro lado de tu cuello.

- ¿Qué sucede? ¿No quieres hacerlo?

Claro que querías. Lo anhelabas. Solías tocarte durante la noche, pensando en él.

Sentiste su miembro crecer contra tus nalgas, lo cual te excitó aún más.

- No... No lo se...

Llevó su mano derecha hasta tu entrepierna, subiendo un poco tu vestido, y te tocó tus húmedas bragas.

- Déjate llevar, T/N.

Realizó circulos con sus dedos sobre la tela, apretándose más contra ti.

Sentías el calor de su cuerpo emanando contra el tuyo.

Volteaste y lo besaste apasionadamente. Un beso francés que él respondió sin reparo. Tomaste el miembro erecto sobre sus boxers, y lo masajeaste.

Dejó escapar un gemido. La tela le impedía liberarse por completo. La erección se apretaba intentando salir.

Te llevó hacia la litera, dejando que te sentaras, y se arrodilló frente a ti. Bajó tus bragas por tus piernas hasta quitartelas por completo, e introdujo un dedo en tu entrada. Luego otro. Y así, los dejó entrar y salir repetidamente.

Tu gemías como nunca antes lo habías hecho. Lo que Joaquin te hacía sentir era diferente. Mientras introducía sus dedos, te quitaste el vestido y el sostén.

Llevó sus labios a tu clítoris, y jugó con él. Utilizó su lengua en tu entrada. Te tomaste de su cabello. Ver su cabeza en tu entrepierna te hizo correrte en su boca.

Levantó la vista, sonriendo, y se puso de pie, quitándose los boxers. Su pene se liberó al fin, golpeando contra su delgado abdomen.

Sonreíste y lo llevaste a tu boca sin pensarlo, cosa que le sorprendió. Comenzó a jadear sin parar cuando pasaste tu lengua por la punta. Y arqueó su cuerpo en espasmos de placer cuando lo introdujiste dificultosamente en tu boca por completo.

Tu garganta se contraía por su tamaño, dándote arcadas que lo excitaban aún más. Se tomó de tu cabello, sin tirarlo violentamente, y empujó tu cabeza un poco más profundo.

Retiraste tu boca, y él se aproximó a besarte antes de que pudieras decir algo. Se recostó sobre ti, rozando tu entrada varias veces con su miembro. Seguías sensible por el orgasmo anterior.

Rápidamente se puso un condón, y volvió a besarte. Se introdujo en ti de una sóla estocada.

- Dime si te hago doler.

Y comenzó a moverse rápidamente. Te dolía por lo sensible que estabas. Pero aún así lo disfrutabas como nunca.

Cambiaron posiciones. Tu lo montabas ahora, prácticamente saltando sobre él. El sonido excitante de sus pieles chocando llenaba el trailer. Él observaba su miembro entrar y salir de tí, por lo lubricado que estaba por los fluidos de ambos.

No se hacían problema en gemir fuertemente. No había nadie alrededor. El staff llegaría cerca de una hora más tarde.

Pensaste en la suerte que tenías. Miles de mujeres en todo el mundo deseaban esto con Joaquin Phoenix. Y tú lo estabas viviendo.

Joaquin movía su pelvis rápidamente, tomado de tus muslos. Enterraste tus uñas en su pecho cuando sentiste una fuerte sensación de placer y calor viajar desde tu estómago hasta tu vagina.

- Joaquin... Voy... Voy a...
- Carajo... Yo también...

Te apretaste contra él en un orgasmo que pareció infinito. Envolviste tus piernas en las suyas, recostándote sobre su pecho marcado con tus uñas. Sentías que no ibas a poder caminar.

Sonrió al verte. Amabas su sonrisa. Tocaste la cicatriz sobre su labio, y luego pusiste tu mano en su mejilla. Te besó de nuevo, corriendo tu cabello cubierto de sudor de tu rostro. Era increíble.

- T/N...
- ¿Hmm?
- ¿Quieres... cenar conmigo ésta noche... al finalizar la grabación?
- Claro que sí. Con una condición.
- Dime.
- Que repitamos lo de hoy.

Joaquin Phoenix - Imaginas & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora