Polizón - Freddie Quell

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De The Master (2012)

Estabas trabajando, escuchando un audio repetitivo sobre las ideas de la Causa.

Te habías "unido" al grupo filosófico hacía unos meses. No porque realmente te importara.

Era tu hermano quién se unió primero. Tú sólo lo seguiste para no dejarlo sólo. Él quería respuestas filosóficas. Y tú no querías que se metiera en problemas.

Pero a los nuevos los hacían oir las cintas para concientizarlos sobre sus ideas. Tú no concordabas con nada de lo que predicaban.

Y para joder las cosas, estabas en un barco, en el medio del Pacífico. No tenías escape.

A tu alrededor habían dos o tres personas más. Y frente a tí, Freddie.

Freddie era un tipo que había llegado al barco durante la noche. Lo habías encontrado allí, tirado, al lado de la baranda, casi a punto de caer al agua.

Te había dado pena. No estaba ebrio. Sólo dormido.

- Oye. - dijiste, arrodillada a su lado. - Oye.
- ¿Hmm?
- Levántate. Vamos. Te llevaré a una cama.

Lo tomaste del brazo, ayudándolo a levantarse. Seguía dormido dentro de todo. Pero aún así te siguió hasta un camarote.

Tomaste una botella que había caído de su bolsillo. No tenía dinero. Ni armas.

Se acostó en una cama. Lo tapaste con una manta. Pero cuando estabas a punto de irte, notaste que él no te había soltado la mano.

- Quédate. - susurró.
- ¿Qué?
- Quédate conmigo. Por favor.

Notaste que las lágrimas caían de sus ojos cerrados.

- ¿Estás herido?

Negó con la cabeza. En casos así, jamás lo hubieras tocado. Pero tuviste el impulso de pasar tus dedos por su suave cabello.

Allí se liberó. Y comenzó a llorar con un poco más de ganas.

- Tranquilo. - dijiste sin realmente saber que podía haberle pasado. - Todo estará bien.

Te sentaste en el borde de la cama, acostando tu cabeza al lado de la suya.  No sabías porque lo hacías. Él te transmitía eso.

Pasado un rato, había dejado de llorar. Su respiración se había normalizado. Estaba dormido.

Lentamente te levantaste y cerrando la puerta tras de tí, te dirigiste a ver a Lancaster Dodd, el lider de la Causa.

Le explicaste que habías hallado a un polizón en el barco, a punto de caer al agua. Y que lo habías dejado en el camarote de reserva.

Dodd no dijo nada más que preguntarte si tenía armas. Le alcanzaste la botella. La observó. Y te agradeció.

Al día siguiente, fuiste a despertar a Freddie. Estaba dormido aún. Y ya eran cerca de las once de la mañana.

- Hey. Oye, amigo. Despierta.
- ¿Que sucede? - dijo.

Abrió sus bellísimos ojos esmeralda, y te observó fijamente, haciendo que te tragaras un suspiro. Su mirada era profunda, cautivadora.

- Ven conmigo. Arriba.

Te siguió sin más. Lo llevaste hasta la oficina de Dodd.

- ¿Cómo te llamas?
- Freddie. ¿Y tú?
- T/N.
- T/N...

Y lo dejaste allí, para que hablara con Dodd.

Volviste a ver a Freddie horas más tarde, mientras oían la cinta por órden de Dodd. Debían anotar hechos interesantes que nombrara.

Joaquin Phoenix - Imaginas & One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora