Capitulo 5

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Narra Draco

Ese día llegué tarde al entrenamiento. Me cambié lo más rápido que pude y me metí al campo. Por suerte aún estaban calentando. Marcus Flint me llamó la atención por llegar tarde. ¿Cuál era su problema? Sólo habían sido unos cuantos minutos. Los mejores minutos de mi día.

Me senté a calentar junto a Theodore. Blaise y Adrian estaban del otro lado.

—¿Por qué tardaste tanto?— preguntó Theodore.

—Snape me llamó y...— no terminé de hablar porque Theodore me interrumpió.

—Snape no está, idiota... no puedes mentirle a tu mejor amigo...— dijo Theodore riendo.

—Por eso me tardé, porque lo estuve esperando— traté de mentir pero me era imposible. Theodore me miraba incrédulo.

—Ya sé que estuviste con Atenea... Toda la escuela lo sabe ahora.

—¡¿Es en serio?! ¿Quién te dijo? ¿Cómo lo sabes?

—Peeves.

—Es un maldito. Lo voy a matar cuando lo vea.

—Ya está muerto.

—Bueno, lo voy a mandar al infierno.

—Y... ¿qué hacías con Atenea?— preguntó, pero no pude contener mi sonrisa.

—Yo...

—¡Draco Malfoy! ¡¿Estás enamorado?!

—¡No! ¡Claro que no!— dije serio

—¡Estás rojo!— comenzó a reír.

—No digas tonterías... Es por el sol...

—No seas tonto... Dime, ¿cuánto tiempo llevan juntos?

—Un mes, más o menos...— dije pero me interrumpió de nuevo.

—¿¡UN MES?! ¿Y por qué no me dijiste?

—¡Shh! Porque no es nada formal, así que baja la voz...

—Draco, debes estar muy enamorado como para dejar de darte a otras chicas y quedarte con solo una...

—¿Por qué crees que era secreto?— dije sonriendo pero a Theodore no le pareció muy gracioso.

—¡Draco, no seas idiota! Atenea es genial.

—Créeme, lo es... Y por eso no pienso dejarla, no por ahora...

—¿Entonces es como... una relación... abierta?

—No. Bueno, algo así... Atenea no ha estado con alguien más, ¿o si?

—Malfoy, eres un imbécil.

—¡Vamos! ¡Tú hubieras hecho lo mismo!

—No, Malfoy. Y si no dejas de verte con las otras chicas le voy a decir yo.

—¡¿Qué te pasa?!— le grité molesto.

—Draco, eres mi mejor amigo, pero ella también, y tú estás siendo un imbécil.

—No, tú estás siendo un idiota solo porque quieres coger con ella y no puedes porque ahora está conmigo.

—¡¿Cómo puedes hablar así de ella?! ¡Tal vez no es tu novia formalmente, pero es tu amiga!

Lo último que dijo me dejó pensando. Tal vez tenía razón. Estaba siendo un idiota. Lo peor era que había mentido, no había visto a nadie más desde que comenzamos a salir. Ni siquiera sabía por qué había dicho eso. Y era verdad, me estaba enamorando de ella, pero no podía aceptarlo. Y no porque no quisiera, era simplemente porque no podía.

Me salí del calentamiento molesto, pero no con Theodore, o tal vez si, no lo sabía. Pero si sabía que necesitaba hablar con alguien. La primera que se me vino a la cabeza fue Atenea, pero no podía hablar de ella con ella, así que fui con Pansy.

Fui a buscarla, estaba saliendo del salón de pociones cuando la llamé.

—¿Draco? ¿Qué tienes?— la tomé del brazo y la llevé al final del pasillo. Me aseguré de que no hubiera nadie más.

—Pansy, tengo que hablar contigo— dije nervioso.

—¿Qué tienes? ¿Estás bien?

—Si, si... pero... Pansy... es...

—Es ¿qué?— preguntó nerviosa y confundida.

—¡Estoy mal! —exploté.

—¿Qué?— preguntó confundida.

—Si, Pansy... estoy... ya sabes...

—¿Enfermo?— preguntó confundida.

—No, bueno... tal vez... bueno, no... Ella me tiene mal— confesé.

—¿Estás enamorado?— preguntó sorprendida.

—Si. Estoy enamorado, Pansy.

—¿De quién?— preguntó fría.

—Atenea... Estoy enamorado de Atenea...

—¿Ah si? ¡Qué bien!— dijo alegre, pero seca. Era evidente que fingía felicidad. Y es que era entendible, pero no tenía a quien más decirle.

—Pansy, por favor, ayúdame.

—¿En qué quieres que te ayude? Es tu amiga, por qué no hablas con ella.

—No, ese no es el problema. He estado saliendo con ella Pansy... pero no sé cómo controlar esto...

—¿Has estado saliendo con ella?

—Si, Pansy.... pero no entiendo... ¿por qué me pongo tan nervioso cuando hablo con ella?... digo tonterías cuando alguien más habla de ella... y pienso en ella todo el tiempo... veo sus labios, escucho su voz... y siento... siento que algo se retuerce dentro de mi...

—Lo sé, Draco...— dijo mirándome para después voltearse —...pero no puedo ayudarte— fue lo último que dijo antes de irse.

Me sentía solo. No podía hablar con nadie porque Pansy se fue sin razón alguna, Theodore estaba seguramente muy molesto conmigo, y Blaise y Adrian no sabían de esto, o tal vez si, pero no tenía demasiada confianza con ellos, y tampoco quería los inútiles consejos de Crabbe o Goyle.

Así que me dirigí a mi habitación, tomé una libreta, una pluma, y comencé a escribir en desorden todo lo que sentía. Tenía que desahogarme, y no se me ocurrió otra forma de hacerlo más que escribiéndolo.

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