FIX ME

Capitulo 7

Una tarde en la que estábamos únicamente Draco, Theodore y yo, hablábamos de las clases, al mismo tiempo yo terminaba una tarea, cuando a Draco se le ocurrió hacer el comentario más fuera de lugar e innecesario que pudo haber hecho.

—¿Sabían que Amy Pugh pidió un cambio de colegio? Se fue a Ilvermorny. Qué lástima, teníamos algo bonito— dijo y yo traté de ignorar lo que había dicho.

—Malfoy...— intentó hablar Theodore mientras me miraba.

—Ni modo, tendré que conformarme con Atenea— dijo sin importarle la llamada de atención de Theodore ni mi presencia ahí mismo. Claro que me enojé. En ese momento, dejé lo que estaba haciendo y lo miré incrédula y más molesta que nunca.

Theodore miraba a Draco decepcionado. Él también se había sorprendido ante su comentario y se veía en su cara lo apenado que se sentía por lo que Draco había dicho.

—Jódete Draco— tomé mis cosas y me levanté muy molesta. —Puedes irte muy lejos. Y espero que te quede muy claro que yo no soy las sobras de nadie, mucho menos las tuyas— Por un momento me miró sorprendido, pero su cara se llenó de enojo en cuestión de segundos.

—Haz lo que quieras, no me interesa— exclamó hiriente.

Tenía ganas de lanzarle un ladrillo a la cara. Sabía que Draco era un idiota a veces, pero jamás pensé que podía llegar a ser así de imbécil, y además, soberbio.
Me di la vuelta y comencé a caminar furiosa, pero Draco en seguida se levantó y fue detrás de mi.

—¡Atenea! Te amo ¿si?, pero no entiendo por qué te molesta si ni siquiera estamos juntos y no es nada formal. Tú misma lo dijiste, no es nada oficial.

—A la mierda tú y tu "no es nada oficial", hablas de mi como si fuera tus sobras, tu última opción...— grité molesta y tragándome las lágrimas.

—Eso no es cierto, Atenea— gritó Draco detrás de mí. Y yo paré de golpe.

—¿No es cierto? ¿Cómo te sentirías tú si yo te dijera que como no pude estar con Theodore me resigné a quedarme contigo? ¿Cómo te sentiste cuando dije lo de Theodore con las chicas? Porque créeme que después de eso yo me sentí como una mierda, pero a ti parece no importarte en lo absoluto— grité y una lágrima se me escapó. Draco me miró sorprendido, y luego apretó los ojos al darse cuenta de la gran estupidez que dijo.

—Lo siento, ¿si?— dijo con dificultad —No me refería a eso—

—¿Ah no? ¿Entonces a qué te referías? ¡Vamos dímelo!

—No... bueno...— dijo trabándose.

—¡Eres un idiota Malfoy!— exclamé y continué con mi camino.

—¡Por favor, Atenea!— suplicó detrás de mi, pero esta vez no me detuve.

Llegué a mi habitación, lancé mis cosas a la cama y comencé a llorar. Ya no aguantaba más. La garganta me dolía por aguantarme las ganas de llorar. Me senté en la cama, y traté de calmarme, cuando de repente escuché que alguien tocaba mi puerta. Me limpié las lágrimas y me levanté rápidamente.

—¡Lárgate!— grité desde mi lugar.

—No soy Malfoy, pero si quieres me voy— dijo Theodore suavemente al otro lado de la puerta.

—Lo siento— dije apenada —Pasa—

—¿Cómo estás?— preguntó Theodore cerrando la puerta detrás de él.

—No lo sé— respondí soltando otra lágrima.

—Oye, lamento mucho lo qué pasó con Malfoy hace rato— dijo Theodore sentándose a mi lado.