FIX ME

Capitulo 11

En la mañana, desperté por los rayos de sol que se filtraban a través del lago hasta entrar a mi ventana. Draco y yo seguíamos abrazados. Deposité un beso en sus labios y él frunció el ceño rápidamente y soltó un quejido. Deposité otro beso, y esta vez sonrió.

—Odio que me despierten. Pero como lo haces tú, no me molesta.— dijo aún con los ojos cerrados y con su voz ronca.

—Ya es tarde. Vamos a ir a Hogsmeade hoy, despierta— dije tratando de despertarlo pero él me abrazó y me regresó a la cama como si fuera su oso de peluche.

—No, tú dijiste que nos íbamos a quedar en la cama todo el día.

—Oh, es cierto, lo olvidaba.

—Anda, hay que dormir otro rato, ¿si?

—Bueno— Abracé su brazo que pasaba por mis costillas y entrelacé nuestras manos, hasta que volví a quedarme dormida.

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El clima era muy frío. La nieve cubría todas las superficies afuera, y el lago estaba completamente congelado, lo cual era triste porque las criaturas del lago ya no salían como antes, y todo se veía mucho más calmado desde la ventana.

Yo estaba en mi cama haciendo una tarea mientras Draco leía a mi lado. El sonido de la madera quemándose y el olor a vainilla inundaban mi habitación.

—¿Atenea?

—¿Si?

—Tengo una pregunta que me come desde ayer— anunció, pero yo ya sabía que en algún punto iba a preguntármelo —No sé cómo empezar, pero... Ayer, me sorprendió bastante que sabías perfectamente qué hacer y cómo hacerlo... Me refiero a que, es evidente que no es tu primera vez...—

—Nop.

—¿Entonces?

—Malfoy, no eres el único al que le gusta divertirse... Solo que, en mi caso, lo que pasa en los baños abandonados del primer piso, se queda ahí.

—Hablas de...

—Si, en donde está Myrtle...—me reí— ...pero si le decía en donde estaba Harry en ese momento, ella iba a buscarlo, así que no, nunca vió nada.

—¿Y Peeves?

—Está demasiado ocupado molestando a los demás.

—Entonces... ¿con quién...— iba a preguntarme con un poco de curiosidad y molestia.

—No— reí —Ya te dije, lo que sucede en los baños, se queda en los baños.

—Bueno, espero que eso haya quedado en el pasado.

—¿Estás celoso?— lo miré

—No.

—¡Si lo estás!

—Claro que no.

—Aw, eres tan tierno cuando te encelas.— me giré hacia él y lo abracé.

—No estoy celoso, Atenea. Ya te dije que no soy celoso.

—Pues últimamente me has demostrado lo contrario... Y ya que estamos preguntando cosas... ¿ya vas a decirme por qué estabas molesto ayer?

—No estaba molesto.

—Vamos, Draco, te conozco.— dije separándome de él.

—Está bien... si lo estaba... Y fue porque Blaise me dijo, que Pansy le contó que había escuchado a Theodore en tu habitación hace unos días— dijo arrogante.

—¿Fue por eso?— pregunté con una sonrisa.

—Si, y por qué estás tan feliz, ¿eh?— exclamó confundido pero con la misma cara de disgusto de siempre.

—Porque entonces si eres celoso.— lo volví a abrazar.

—Claro, si ves a Theodore a escondidas, claro que voy a enojarme— dijo molesto y yo sonreí de ternura.

—Draco— lo tomé de la cara haciendo que me volteara a ver y quitara la vista de su libro —Es verdad que Theodore estuvo aquí hace unos días, pero sólo platicamos, nada más. Además, ninguna otra persona va a superar lo que tú me haces sentir— Draco quiso sonreír, pero no se lo permitió.

—¿Y qué es eso que te hago sentir?

—Hmm... No sé... Náuseas...

Draco dejó su libro a lado y sonrió arrogante. —Creo que es hora de que te enseñe a respetar a tus superiores— dijo acercándose a mi con una mirada retadora.

—¿Tú? ¿Mi superior? No lo creo Malfoy— dije sosteniéndole la mirada.

—Bueno, ya veremos— Se subió en mi y comenzó a besarme. Puse mis manos en su cara y lo miré a los ojos, deteniendo el beso que quería darme. —¿Qué pasa?— preguntó confundido.

—Te amo— dije y él sonrió y continuó con el beso.

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