Capitulo 37

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Draco paseaba de un lugar a otro dentro de la habitación. Estábamos muy tensos y la música a todo volumen de la fiesta no ayudaba.

—¿Qué más viste?— preguntó preocupado

—Eso fue todo.

—¿Segura?

—Si, Draco, no tendría por qué mentirte...

Draco se rascó la cabeza y suspiró preocupado.

—¡Mierda, mierda, mierda!— dijo subiendo el tono de voz poco a poco.

—Escucha, por suerte no han encontrado nada... Lo que Harry piensa no es más que una suposición, pero no podemos seguir dándoles motivos... A partir de mañana actuaremos como si nada estuviera pasando... Tendremos que volver con los chicos, y por un tiempo, tendremos que dejar de pensar en esto...

—Pero...

—Es lo único que podemos hacer, Draco... Déjamelo a mi, idearé algo...

Draco se quedó parado mirando al techo, cuando de repente alguien tocó la puerta. Ambos, paranoicos, sacamos nuestras varitas y apuntamos a ella.

—¿Quién es?— pregunté sin abrir la puerta.

—¿Atenea? Soy yo...— dijo Pansy.

Tanto Draco cómo yo dejamos salir un suspiro de alivio. Draco se recargó del escritorio, y yo me levanté a abrir la puerta. Pansy estaba detrás de ella. En cuanto la abrí, Pansy miró a Draco nerviosa y luego me miró a mi.

—¿Podemos hablar?— preguntó sería.

—Si, claro— volteé a ver a Draco confundida, él me miró atemorizado y luego me salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mi.

—Ate...— respiró nerviosa —Pasó algo que me ha estado comiendo la cabeza y no puedo seguir ocultándotelo...— dijo preocupada

—¿Qué pasa?— pregunté preocupada.

Pansy me miró a los ojos arrepentida.

—No, olvídalo... debo irme...— Pansy estaba a punto de irse pero la tomé de los brazos.

—¡¿Qué está pasando?!— exploté.

—¡Nada! ¿Si? ¡Ni siquiera debí haber venido a buscarte!

—¡Mierda, Pansy, dime!

—¡No es momento Atenea!

—¡No puedes pedirme hablar, decirme que me estás ocultando algo y después no decirme nada!

—¡¿Está bien, quieres saberlo?! ¡Bien! ¡¿Quieres saber por qué te he estado evitando cada maldito día de mi vida?! ¡Bien! ¡Sólo te digo que...! —

—Sólo dime ¡¿por qué?!

—¡Porque me gustas! ¿Si?

—¡Pansy, no es tiempo de bromas!

—Jamás había dicho algo más real...— me miró para luego darme la espalda. De repente, comenzó a reírse y se giró hacia mi —Estoy enamorada de ti, y es divertido porque todo el mundo decía que eras una pésima amiga por salir con "el que me gusta" cuando en realidad siempre has sido tú...—

—¿Qué?— dije apenas audible.

—¡Si, mierda! ¡Desde hace mucho tiempo!

—Pero... yo creí...

—¿Que me gustaba Draco?— se rió sarcásticamente—¡Mierda, Atenea, de verdad pensaba que eras más inteligente!

—¡Bueno, no puedes culparme! ¡Todos lo creían! ¡Incluso creí que te habías enojado conmigo porque yo estaba con él!

—¿Sabes qué? Me voy de aquí...— dijo harta.

—¡Pansy, no puedes huir de tus problemas todo el tiempo!

—¡¿Entonces qué putas quieres que te diga?! ¡¿Que yo te amo y tú no me consideras ni siquiera como una maldita opción?!— gritó molesta

—¡Deja de gritarme! ¡Yo no tengo la culpa de tus sentimientos! ¡Nunca fue mi intención causar esto en ti! ¡Si he sido amable contigo es porque eres mi mejor amiga, es lo mínimo que puedo hacer! ¡Y si no te considero como una "maldita opción" es porque no puedo, si?! ¡Así que no te enojes conmigo por no poder sentir lo mismo que tú!

—¡Atenea no digas estupideces! ¡No estoy enojada por eso! ¡Estoy enojada porque yo siempre procuro que los demás estén bien mientras yo tengo que llorar cada maldita noche en secreto y a solas porque nadie está ahí para mi! ¡A todos les valgo una mierda!... ¿Y sabes qué? ¡Tal vez si estoy molesta también porque nunca pensaste qué tal vez yo podía ser mejor opción que Malfoy!

—¡Y como esperabas que me acercara a ti si tú te alejabas! ¡Todo este tiempo creí que me odiabas! ¡Y no puedes ser tan egoísta! ¿Tienes una idea de la vida de mierda que estoy viviendo y de todo lo que estoy pasando? ¡Tú no eres la única cuya vida es una mierda! ¡Draco jamás había estado peor y yo tengo que estar ahí para el! ¡Cada día me levanto pensando en que mi familia no esté involucrada de nuevo con Voldemort! ¡Theodore no puede ni con su propia vida! ¡Y ahora sales con esto!— comencé a llorar de impotencia —¡Y encima me culpas de algo que yo no puedo controlar! ¡Y lamento decirte, que no, nunca pensé que tú fueras una mejor opción que él, y no porque no te ame a ti también, sino porque el amor que te tengo a ti es diferente al que le tengo a él! ¡Y no puedo obligarme a sentir algo que no puedo sentir solo para no hacerte sentir mal!

Pansy me miró con la cara llena de lágrimas y se quedó callada por un momento.

—¿Es todo?— preguntó y yo asentí sin mirarla. —Bien, me voy...—

—Solo te recuerdo que huir nunca va a ser la solución.

—Para mi si lo es ahora mismo. Estoy...— se limpió las lágrimas — Él era mi mejor amigo. Tú eras mi mejor amiga. Pero también eres su novia. Y yo me enamoré de ti. Necesito estar a solas...— se dió la vuelta pero en seguida regresó —Y por favor, no me busques, y no trates de arreglar nada— dijo y esta vez si se fue.

En ese momento me tiré al suelo y comencé a llorar. Todo parecía estar saliendo mal. Y ahora no solo había perdido a mis amigos, también había perdido a mi mejor amiga.
Escuché que la puerta de mi habitación se abrió, pero no le di importancia. Me sentía bastante mal en ese momento.

—¿Atenea?... ¡Atenea!— gritó Draco en cuanto me vio tirada en el suelo —¿Qué pasó?— se sentó a mi lado y me abrazó.

—Pansy... Pansy acaba de decirme algo...— lloré de nuevo al recordar lo que acababa de suceder.

—¿Si? ¿Y qué te dijo?— acarició mi espalda.

—Me dijo que...— lo medité — no fue nada relevante en realidad...—

—Atenea, sabes que puedes contarme todo... somos tú y yo contra todo— lo miré y le dediqué una sonrisa triste —¿Entonces? ¿Qué fue lo que pasó?—

—Pansy... ella confesó su amor hacia mi— continué llorando.

—¡¿Qué?!

—Si, Draco... me contó todo...

—Sabía que había algo raro con ella, y lo sospeché, pero pensé que sólo era yo y mi paranoia...

—Yo también, pero yo pensé que era por ti...

—Bueno, ya no te sientas mal por eso; las personas no eligen de quien se enamoran, créeme...

—No estoy mal por eso... estoy mal por todo lo que me dijo... de verdad he sido una pésima amiga... ni siquiera noté los sentimientos de Pansy...

—No, Atenea, sabes que no es así... Si hay algo que siempre he admirado de ti es lo mucho que te preocupas por los demás, y siempre ayudas sin esperar nada a cambio y sin miedo a mostrar lo que sientes...— acomodó un mechón de cabello detrás de mi oreja —...así que no te sientas culpable por esto.

Draco me pegó a él y me rodeó con ambos brazos.
Después de unos minutos me tranquilicé, pero mi paz no duró mucho.
Daphne llegó corriendo hacia nosotros con una cara llena de preocupación.

—¡Atenea! ¡Draco! ¡No sé que le pasó a Pansy pero está tirada en el suelo y no responde!


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