FIX ME

Capitulo 41

Pasaron unos cuantos días. El invierno había llegado a Hogwarts. Todo el castillo estaba cubierto de nieve, y una parte del lago había sido congelada por la profesora McGonagall para que los alumnos tuvieran la oportunidad de patinar en sus tiempos libres, y también nadar si así lo querían.

Estábamos a un par de semanas del baile de invierno. Muchas personas estaban desesperadas por encontrar pareja, y era muy divertido ver la manera en la que se pedían ir al baile. Me parecía lo más romántico, y a veces un poco cursi, pero era algo agradable de ver.

Llevábamos casi dos semanas esperando a que a Hérmes se le pasara el efecto de la poción, pero no pasaba. No entendíamos lo que pasaba, hasta que una vez, cuando estábamos en el patio, Laurie y Camille llegaron corriendo.
Por suerte, Draco se encontraba cerca, y Theodore siempre estaba conmigo. Nos reunimos todos cerca del lago para que nadie pudiera encontrarnos y delatarnos.

—Bueno, entonces, ¿para qué vinimos aquí?— preguntó Draco sin entender lo que sucedía.

—Laurie dijo que tenía que hablar con nosotros— dijo Theodore.

—¿Y dónde está? Porque no lo veo cerca—

—No tardará. Dijo que solo iba por algo a su habitación—

—De hecho ya viene ahí— dijo Theodore mirando detrás de mi.

—¡Laurie! ¡Camille! Que bueno que llegan. Alguien aquí ya estaba perdiendo la paciencia— dije burlona.

—¿Si? No me imagino quien será— respondió Laurie sarcástico.

—No es que sea impaciente. Es que Astoria y yo íbamos a hacer algo ahora— se defendió Draco.

—¿Y por qué no la trajiste?— preguntó Camille.

—No, prefiero no meterla en esto. Entre menos personas sepan de esto, mejor— dijo Draco.

—¿No confías en ella?— preguntó Laurie extraño —¿No se supone que es tu novia?—

Laurie no sabía nada acerca del trato de los Malfoy y los Greengrass. De hecho, la única que lo sabía de todos nosotros era yo. Le había contado un poco a Theodore, pero no a detalle.

—Si confío en ella. Sólo no quiero meterla en problemas o algo así— dijo Draco.

—Bueno, Laurie ¿de qué querías hablar?— cambié rápidamente de tema para no incomodar a Draco, y él agradeció con la mirada.

—Cierto. ¿Han notado que Hérmes sigue actuando igual que hace dos semanas? ¿No creen que es raro que el efecto de la amortentia no se haya ido aún?— preguntó y asentimos— Bueno, Camille y yo decidimos volver a entrar a la habitación de Sascha y la de Katherine. Ahora sabemos por qué no se ha ido el efecto— dijo mientras sacaba algo de su bolsillo. Era un pequeño frasco con un líquido rosa y brilloso —Suponemos que es Amortentia, y creemos que le han estado dando esto a Hérmes. Tal vez no en chocolates, debe ser de otra manera, aunque no sabemos cuál—

—¿Y como sabemos si es Amortentia o si es otra poción parecida?— preguntó Theodore.

—Bueno, creo que no queda de otra más que averiguarlo nosotros mismos— respondió Laurie —Si quieren yo puedo tomarla, pero necesito que me cuiden mientras esté bajo sus efectos—

—No creo que sea necesario, Laurie. Escucha, el olor de la Amortentia es "subjetivo". Cambia dependiendo de la persona y sus sentimientos. Tal vez todos deberíamos olerla y decir lo que percibimos. Y si vemos que todos percibimos un aroma diferente, entonces si es Amortentia— sugerí.

—Es cierto. ¿Cómo recuerdas las clases de sexto año?— dijo Laurie riendo.

—Bueno, recibí ayuda de un gran tutor— señalé a Draco y él rió.

—Eras muy mala en pociones, y el profesor Slughorn me hizo ayudarte— recordó Draco riendo.

—Bueno, aquí está la poción. ¿Quién empieza?— preguntó Laurie.

—Yo empezaré— se ofreció Camille —Huelo.... aguarda... Creo que es papel... Si, percibo un aroma a libros y pergaminos... Jugo de calabaza... Duraznos... Y... tú— le dijo a Laurie, y este sonrió y apenado miró al suelo rápidamente tratando de desvanecer lo rojo de sus mejillas.

—Es tu turno, Theo— dijo Laurie, y Camille le pasó el frasco a Theodore.

—Huele algo... dulce... ¿pastel? ¿pay? ... No, ya sé... Es créeme brûlée...— sonrió —También percibo... una fruta... ¿cerezas? Si, cerezas... — reí, pues el lipgloss que utilizaba era de cereza —... Huelo piel, la piel del equipamiento de Quidditch supongo... Y... —volteó a verme sorprendido —...Atenea— dijo y sonreí. Enseguida me dio un beso en la frente y me pasó el frasco.

Me puse el frasco en la nariz y lo pasé un par de veces para facilitarle el trabajo a mi olfato. Llegó el primer aroma —Igual, créeme brûlée— dije riendo, pues era mi postre favorito y me recordaba a casa y a mi primera cita con Theodore. Después, empezaron a llegar olores combinados —Hierbabuena... Y una mezcla de maderas... Sándalo; cedro también... Es un aroma muy fresco... Creo que es un perfume...—

Laurie y Camille rieron.

—Que tiernos... se huelen el uno al otro— dijo Camille con su acento francés. Sonreí y volteé a ver a Theodore. Él pasó su brazo por mis hombros sonriendo.

—¿Es todo lo que oliste?— preguntó Theodore.

—Si... o no... espera...— volví a acercar el frasco a mi nariz y comencé a percibir otros aromas —Huelo a.... menta... y... manzanas... Bergamota también... Es un olor muy familiar, pero no recuerdo de dónde...— dije concentrada en la poción hasta que vi que todos me miraban extraño, incluso Draco. De hecho, él era el que más extraño me miraba en ese momento. Su emoción era difícil de descifrar.

—Bueno... Draco tu turno— Laurie continuó rápidamente para que todos olvidaran lo que acababa de suceder. Sin embargo, yo me había quedado pensando en ello. ¿Menta? ¿Manzana? ¿Bergamota? ¿Qué era ese olor y por qué era tan familiar? Hasta que se me vino a la cabeza una imagen de Draco, en sexto año. Siempre tenía una manzana verde en su mano, o en su escritorio. Además, él siempre olía fresco, a menta, y a su perfume que muy seguramente contenía Bergamota.

—No sé... No me llega ningún olor— dijo Draco.

—Muévelo en círculos. Eso ayuda a percibir mejor el aroma— dijo Camille y Draco la obedeció —¿Mejor?—

—Creo que si... Es extraño... Huele a... Creo que es el equipo de quidditch... Es como un olor extraño a piel— dijo Draco.

—Si, olí lo mismo... no lo pude descifrar al inicio hasta que recordé— añadió Theodore.

—Esperen... el aroma está cambiando... ahora huele a... pétalos de rosa... aguarda... está cambiando de nuevo... es un aroma extraño también... es como floral, pero al mismo tiempo frutal... y al mismo tiempo cítrico o algo así...— volteó a verme extraño —... Ya recordé... es el perfume de mi madre— mintió.

Yo más que nadie sabía que lo que él había olido, había sido la botella de perfume que estaba sobre mi tocador. Ese había sido mi perfume favorito desde que era pequeña, así que conocía cada ingrediente que contenía: Naranja, toronja, bergamota, jazmín, rosas, vainilla, entre otros más. Así que si, era una mezcla de cítricos, frutas, maderas y flores.

—Bueno, creo que es suficiente, ¿no? Definitivamente es Amortentia— dijo Laurie tomando el pequeño frasco.

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