FIX ME

Capitulo 43

Desperté por la luz del sol que entraba por las ventanas. Ya me había acostumbrado a no recibir tanta luz al despertar, pues la sala común de Slytherin estaba en las mazmorras, por debajo del lago negro, y no pasaba demasiada luz.

Me llevé una gran sorpresa al despertar y ver qué Draco no estaba a mi lado, y tampoco en las camillas de alrededor. Tal vez había ido al baño, y seguramente al de su habitación, ya que no le gustaba ir al que todos iban.

Me levanté de la camilla y salí de la enfermería.
Me dirigí a mi habitación y me di una ducha. Me lavé los dientes, me peiné e hice todo lo que hacía cada mañana antes de las clases. Vi las cartas en el escritorio, y estaba a punto de leerlas hasta que vi la hora. Iba tarde para la clase de D.C.A.O. y ni siquiera me iba a dar tiempo para desayunar.

Corrí hacia el salón, y por suerte, el profesor Snape aún no había llegado. Aunque para mi sorpresa, tampoco Draco.

—Hola— saludé mientras caminaba hacia los chicos.

—¿Cómo te fue en la enfermería?— preguntó Blaise juguetón.

—Si, cuéntanos qué se siente hacerlo en la enfermería— bromeó Daphne.

—No hicimos nada.

—Nada bueno seguramente— dijo Theodore y reí un poco —¿Cómo estás? ¿Cómo dormiste?—

—Pues, bien, creo... Las camillas no son tan cómodas en realidad— contesté.

—¡Oh! ¿Entonces si dormiste?— se burló Daphne.

—Si, ¿qué otra cosa haría en la enfermería con mi novio?— bromeé y los chicos rieron.

—Por cierto, ¿y Draco?— preguntó Blaise.

—No tengo idea. La verdad, creí que ustedes sabrían— contesté.

—Ate, si tú no sabes, nosotros menos— dijo Theodore obvio.

—Si, pero pudieron haberlo visto o algo. ¿No bajó a desayunar?

—¿No se supone que durmió contigo?— preguntó Blaise confundido.

—Si, pero cuando desperté él ya no estaba.

—¿Y ya fuiste a buscarlo a su habitación?— negué con la cabeza ante la pregunta de Daphne —Entonces tal vez está ahí—

—No se pelearon, ¿o si?— preguntó Theodore.

—No, por eso estoy buscándolo. Bueno, en realidad no estaba buscándolo porque creí que estaría aquí, pero al parecer no.—

En ese momento entró el profesor Slughorn al salón, lo cual nos sorprendió a todos.

—Muy buenos días chicos. Señorita Gaunt, Zabini, McLaggen.— saludó personalmente a los alumnos que eran parte del club de las eminencias —Lamentablemente el profesor Snape no se encuentra en la escuela en este momento, entonces que seré yo quien les dé la clase por hoy. Así que, sin más que decir, tomen sus libros, vayan a la página 232, y quien logre hacer el encantamiento escudo (protego) adecuadamente, se llevará este pequeño frasco de suerte líquida— anunció el profesor mostrando el líquido transparente.

—Demonios, la necesito para el siguiente partido de quidditch— dijo Theodore y todos fuimos a tomar nuestros libros.

Al final de la clase el profesor Slughorn le dio la poción a Potter, pues él fue el primero en lograr el encantamiento; aunque a muchos les pareció injusto y se quejaron, pues él ya sabía hacerlo desde mucho antes.

Salimos del salón de clases y los chicos no dejaban de quejarse acerca de ello, aunque yo no ponía bastante atención porque por ahora lo único que quería saber era dónde estaba Draco.  No había entrado a la clase y había desaparecido desde hace un par de horas.

—...¿Verdad, Gaunt?— preguntó Blaise.

—¿Qué?

—¿Otra vez pensando en Draco? No te preocupes, seguro se fue a dormir a su habitación. Ya sabemos lo mucho que odia los lugares públicos, así que dormir en la enfermería seguro no fue su experiencia favorita— dijo Theodore.

—Si, no te preocupes. Además, él está bien, y sabe cuidarse solo— dijo Daphne.

Me tranquilicé un poco. Theodore tenía razón, tal vez me estaba preocupando demasiado. Después de todo, en la noche Draco me había dicho que todo estaba mejorando. Me contó que su padre había logrado salir de Azkaban, no oficialmente, por lo que tenía que mantenerlo en secreto, pero que eso le hacía muy feliz. También me había contado que ya había encontrado una manera de "abdicar" su cargo. Así que no me preocupé demasiado.

Por la tarde fuimos a ver el partido de Slytherin contra Ravenclaw, el cual estuvo bastante cerrado y por consiguiente muy entretenido. Theodore y Blaise estaban jugando increíble, y sus avances y esfuerzos eran más notorios que nunca.

Todavía no sabíamos nada de Draco. Deseé muchas veces que él estuviera ahí con nosotros apoyando a nuestros amigos, pero mi deseo no se cumplió.

Al final del día los chicos y yo nos despedimos y nos fuimos temprano a nuestras habitaciones, pues teníamos un test sorpresa (que no era tan sorpresa desde que Millicent Bulstrode había descubierto por accidente las hojas de examen en el salón de la profesora Sprout) y queríamos estudiar.

Ya dentro de mi habitación, me dirigí al escritorio para tomar mi libro de herbología, pero algo me distrajo de mi objetivo: las cartas que me habían enviado mis padres.

Tomé las cartas y me senté en el escritorio. Las miré por unos segundos pensando en si quería saber lo que tenían escrito, pues algo me decía que no eran buenas noticias. Respiré profundamente esperando que mis pensamientos fueran incorrectos y abrí la primera carta.

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