FIX ME

Capitulo 30

Theodore's POV

A la mañana siguiente, desperté a lado de ella. La miré unos segundos y aprecié cada parte de su relajado rostro. Sus cejas pobladas, sus labios rosados y carnosos, sus rojas mejillas. Amaba cada parte de ella.
A veces sentía que la miraba demasiado, pero nunca era suficiente. A veces incluso temía que esto tuviera un fin, porque ella me daba una felicidad increíblemente enorme. Ella era todo lo que necesitaba y todo lo que quería.

Por mucho tiempo me había sentido solo. Estaba siempre rodeado de personas, pero el sentimiento de soledad nunca se iba. Y aunque desde la muerte de mi madre estaba acostumbrado a estar solo, no me gustaba del todo. Desde pequeño me acostumbré a la soledad y a la independencia. Tuve amigos, muchos, pero nadie llenaba el vacío que había dejado mi madre al partir. Nadie lo hacía, hasta que Atenea llegó.

Atenea me hacia sentir como nadie más. Me hacía sentir importante, me hacia sentir interesante, me hacia sentir amado. Y no solo eso, ella sacaba todo lo mejor de mi. Ella me motivaba a nunca conformarme y a seguir adelante. Incluso sacaba mi lado "romántico" que ni siquiera sabía que tenía.

¿Que si la amaba? Era un insulto para mi tan solo hacerme esa pregunta. Claro que lo hacía, como a nadie más.

—¿Qué piensas?— preguntó con la voz adormilada sacándome una sonrisa.

—Muchas cosas—

—¿Como qué?—

—¿Alguna vez has ido a Grecia?—

—Si, de ahí es la familia de mi madre, ¿por qué?—

—¿A qué partes de Grecia has ido?—

—A muchas, pero mi favorita es Mykonos, ¿por qué?— preguntó con curiosidad recargándose sobre sus antebrazos —¿En eso pensabas?—

—Si, algo así...— mentí.

—¿Quieres ir a Grecia?— preguntó curiosa.

—Si, a Atenas, al Partenón... quiero ver si verdaderamente eres la diosa griega, Atenea— bromeé y ella rió.

—Si, fui yo quien compitió con Poseidón para proteger Atenas— dijo bromeando y reímos. La miré unos segundos —¿Qué?— preguntó con una sonrisa.

—Nada—

—¡Dime!— se abalanzó sobre mi esperando a que le dijera. En ese momento le di la vuelta y comenzamos a forcejear jugando hasta que yo quedé arriba de ella, pero sin dejar caer mi peso sobre ella. Ella me miró con una sonrisa y levantó su cabeza de la cama para darme un beso —Te quiero— sonreí.

—Yo más— acepté y uní nuestros labios en otro beso hasta que nos separamos —¿Ya vas a decirme por qué estabas triste ayer?—

—Así que en eso pensabas—

—No, en realidad no, pero si quiero saber por qué estabas así en la torre de astronomía—

—Lo mismo de siempre...— dijo con una sonrisa forzada.

—¿Qué? ¿Malfoy otra vez?— pregunté chocado del mencionado. Me acosté en mi lugar nuevamente —Te juro que si tú me lo pides yo voy y le doy otro golpe en...—

—No— dijo riendo —No fue nada malo esta vez... Hablamos—

—¿De qué?— pregunté confundido.

—Me dijo muchas cosas que me pidió que no le contara a nadie más... El punto es que la ha pasado muy mal... Y digamos que al final, las cosas no terminaron de la mejor manera... No terminaron mal, pero tampoco terminaron del todo bien...— dijo con melancolía.