Capitulo 16

1.9K 172 43
                                    

El día siguiente fue el comienzo del fin. A Laurie y a mi nos gustaba llamar este día "el Ragnarok".

El día comenzó como cualquier otro día, solo que esta vez estaba un poco cansada por haber pasado casi toda la noche hablando con Hérmes.
Hice lo mismo que hacía cada día: despertarme, arreglarme, bajar a desayunar y encontrarme con mis amigos en el gran comedor.

Recuerdo muy bien que cuando entré al gran comedor, Laurie y Theodore ya estaban allí. Ambos estaban hablando hasta que llegué.

—¿De qué hablaban?—

—Pues, tu querido amigo Theodore está más nervioso que Malfoy cuando te ve— bromeó Laurie y yo le lancé una mirada para que guardara silencio.

—Agh, cállate señiog fgancés— respondió Nott burlándose de él.

—¿Por qué estás nervioso?— pregunté poniendo una mano en su hombro y sentándome a su lado.

—Tengo partido de Quidditch hoy. Pero tiene mucho que no juego quidditch y el partido es importante— dijo recargando su cabeza en su brazo que estaba sobre la mesa.

—Pero has ido a todos los entrenamientos. Además, siempre has sido muy bueno en quidditch, ¿qué es lo que te preocupa?— lo miré mientras él miraba al frente.

—No lo sé— giró su cabeza para verme.

—Oye, vas a lograrlo— tomé su mano —Yo sé que vas a lograrlo, y confío tanto en eso que apostaría a Laurie a que Slytherin gana hoy—

—¿Apostarme a mi? Pues muchas gracias— dijo Laurie sarcástico haciéndonos a Theodore y a mi reír.

—Es porque eres lo más valioso que tengo— le respondí a Laurie y él sonrió halagado —Pero, Theodore, es verdad lo que te digo. Confío en ti. Confío en lo que eres capaz. Ahora solo falta que tú confíes en ti mismo— le dije mirándolo a los ojos.

Theodore se acercó a mi y depositó un suave beso en mis labios. Sonreí, pero Laurie habló y nos asustó.

—Wow— dijo Laurie sorprendido. Tanto Theodore como yo nos giramos a verlo y nos reímos. Theodore a propósito, puso su mano en mi mejilla y me acercó a él para esta vez darme un beso lento —Debí irme desde que tenían sus miraditas. Esperen, por favor, solo guardo mis cosas y...— dijo metiendo unas cosas a su mochila —... me voy— dijo Laurie y nuevamente Theodore y yo reímos.

—Ey, Laurie, es broma, no te vayas— dijo Theodore riendo.

—¿Sabes? Me encantaría quedarme pero ustedes están...— hizo una mueca —...y yo no soy muy fan de ser el mal tercio— dijo soltando una risa al final.

—Está bien... ¿Nos vemos más tarde?— pregunté antes de que se fuera.

—Si, vamos a ir al partido, ¿no?— preguntó y yo asentí. Laurie sonrió y se dio la vuelta.

—Sigan besándose, ya no estoy viendo— dijo mientras caminaba y yo me reí.

-

En la tarde, después de haber ayudado a Theodore a tranquilizarse un poco, busqué a Laurie para irnos a ver el partido. Slytherin contra Ravenclaw.

Llegamos al estadio pero las primeras filas ya estaban ocupadas, así que nos fuimos a una de las que estaban en medio.

—Dios, ni siquiera dejan pasar— se quejó Laurie.

Después de pedir permiso unas cien veces para que la multitud nos dejara pasar, al fin encontramos un lugar vacío. Nos sentamos y hablamos un rato hasta que el partido comenzó.

Theodore salió en su escoba. Llevaba el uniforme de quidditch de Slytherin puesto, y su cabello ondulado estaba peinado como siempre. Tenía una facilidad inmensa para controlar la escoba, lo cual lo hacía verse muy seguro aunque por dentro moría de nervios.

Buscaba por las gradas con la mirada, hasta que grité su nombre para apoyarlo y él sonrió.

El juego comenzó. Los jugadores ponían todo su esfuerzo en el juego y era evidente. Por mucho tiempo, ninguno de los dos equipos podía anotar puntos porque el otro equipo lo evitaba, lo cual significaba que era un buen partido.

Ravenclaw anotó el primer punto, pero Slytherin no se quedó atrás y metió 2 puntos en menos de cinco minutos. Así fue el partido. Llegó la mitad y seguían igual de cerrados, ambos empatados y a la defensiva.

Me desenfoqué un poco del partido porque Laurie se acercó a mi para decirme algo.

—Mira quien viene— dijo Laurie mirando hacia abajo.

Era Draco. Estaba dos filas abajo, caminando entre asientos hasta llegar a uno que estaba casi en frente de nosotros. Draco nos miró arrogante y luego se sentó a lado de Astoria.

—¿Viste eso? Y todavía se pregunta por qué a todos les desagrada— dijo Laurie y yo reí un poco. Me daba risa que Laurie se tomara este asunto más en serio que yo misma.

Continué viendo el partido. De vez en cuando miraba hacia abajo y me encontraba a Draco y a Astoria mostrándose todo el afecto posible. Luego regresaba mi atención al partido, y así sucesivamente, hasta que el partido terminó.

Slytherin había ganado. Todos estaban festejando. Los del equipo festejaban en sus escobas

Yo miraba a Theodore con tanta emoción y orgullos, y lo admiraba más que a nadie en el mundo. En ese momento, el enfocó su mirada en mi.

—No entiendo por qué aún lo mantienen en secreto— dijo Laurie mirando al campo con una sonrisa en los labios.

—No es que lo queramos mantener en secreto. Es que aún no sabemos qué es lo que queremos— aclaré. Laurie me miró incrédulo y luego volvió a ver a los jugadores.

—¿Soy yo, o viene hacia acá?— preguntó Laurie intentando ver de lejos.

—Viene hacia acá— confirmé.

Se dirigía hacia nosotros aún sobre su escoba. Todos lo miraban y algunos incluso guardaron silencio para ver lo que Theodore iba a hacer.
Nadie entendía lo que sucedía, ni yo en ese momento.

Llegó hasta donde estábamos Laurie y yo, y se bajó de la escoba. Me tomó por la cintura y me acercó a él. Cuando nuestras respiraciones comenzaron a chocar, juntó nuestros labios en un apasionado beso.

Todos empezaron a gritar, chiflar y aplaudir. Básicamente ahora toda la escuela sabía que Theodore y yo ahora estábamos juntos.

Cuando nos separamos, él me miró a los ojos y me agradeció. Al principio no entendía por qué me agradecía hasta que él mismo lo dijo.

—Tú me impulsaste, y me ayudaste a conseguir esto. Eres mi motivación, Atenea. Te amo— dijo y me abrazó.

Me sentía un poco abrumada porque toda la escuela nos estaba viendo en este instante, pero tampoco me importaba demasiado. Yo sólo quería abrazar a Theodore lo más fuerte que podía, y besarlo por el mayor tiempo posible, porque él también se había vuelto mi motivación.

Recuerdo que mientras abrazaba a Theodore vi a Draco levantarse de su lugar e irse por delante de Astoria. No le di importancia, así que nunca supe qué sucedió después.

Lo que me importaba en ese momento era Theodore, porque ahora oficialmente éramos pareja.

-

FIX MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora