(Antes de que empiecen a leer, quiero advertirles que la primera parte de esta historia puede ser un poco, o bastante horribles ... lo siento, pero fue escrito hace más de dos años jaja... ahora, si estás dispuesto a aguantar tanto cringe, adelante, lee la historia; y si no, también léela porque la tercera y última parte es mi favorita y a la que mas empeño le he puesto, estoy segura de que esa si les gustará)
El primer día de clases en Hogwarts es siempre muy emocionante. Ves a todos tus amigos, a tus maestros, y aunque no estés en casa te sientes en ella.
Recuerdo haber llegado y a la primera persona con la que fui fue Pansy. Corrí hacia ella y la abracé, aún en el tren. Saludé también a Cedric y a todos mis amigos de Hogwarts. Pasamos por el pasillo y vi a Fred y a George planeando su siguiente broma, me saludaron de lejos y yo hice lo mismo.
Pasé a lado de Ron y Ginny, y Ron se me quedó mirando como siempre, mientras Ginny fingía que todo estaba normal. A ninguno de los dos les agradaba, y era más que evidente, aunque no entendía la razón. Algunos decían que era porque pasaba demasiado tiempo con Malfoy y los chicos, otros decían cosas más descabelladas como que Harry gustaba de mi y él se encelaba, o incluso que yo había matado a su rata.
Llegué al último vagón, ahí estaban mis amigos, Blaise Zabini, Adrian Pucey, Draco Malfoy y Theodore Nott. Al ver a Theodore mi pulso comenzó a acelerarse, me empecé a poner nerviosa y comencé a pensar qué decir para parecer lo suficientemente madura. Y es que Theodore era la clase de tipo, que creo yo, que cualquier persona quisiera tener. Su rostro era perfectamente simétrico, sus cejas pobladas y sus ojos azules, casi grises, hacían la combinación perfecta. Encima, verlo entrenar Quidditch era el mejor show que alguien le podría dar a sus ojos.
Siempre fue un niño educado, con aires arrogantes a veces, pero se esforzaba bastante por no serlo, pues antes de que su madre partiera, siempre le recordaba que no todos habían tenido las mismas oportunidades que él. Desde lo que sucedió con su madre, y en su familia, él se descuidó un poco, se veía más delgado, más apagado, y era completamente entendible. Pero al parecer todo eso cambió en el verano, pues se veía diferente, mucho mejor.
Había dejado crecer su cabello y había estado haciendo ejercicio, se notaba. Ya no se veía tan triste como antes, ahora lo podía ver riendo como solía hacerlo, y eso me alegraba.
Al llegar, Pansy corrió hacia Draco y se sentó a su lado, como siempre. Todos sabíamos que ella moría por él y hacía todo por llamar su atención. A veces me gustaba molestarla con eso y ambas reíamos. Pero había algo que yo no entendía. ¿Qué era lo que le gustaba de él?
El chico tenía problemas, era evidente, coqueteaba con cualquier chica que se le atravesara, incluso no me sorprendería si algún día lo viera con Hermione en los pasillos.Bueno, tal vez esté exagerando. En realidad él siempre ha sido muy quisquilloso. Pero cuando él creía que una chica era "de su nivel", él no lo pensaba dos veces. Eso era una de las muchas cosas que no me agradaban de él.
Pero no lo malinterpreten, Draco y yo hemos sido cercanos desde muy pequeños. Mis padres y los Parkinson se reunían siempre en casa de los Malfoy, y mientras ellos arreglaban sus asuntos, nosotros íbamos al patio a jugar Gobstones o cualquier otra cosa. Aunque he de decir que antes nos llevábamos mejor, pues últimamente había estado muy ocupado siendo un cretino.
—¡Atenea! Ven, siéntate aquí— Me llamó Draco dando golpecitos al asiento de a lado para que yo me sentara.
—Estoy bien aquí con Theodore y Adrian— respondí molestándolo.
—Bueno, como quieras— dijo arrogante y volvió a su tema de conversación con los chicos. Reí y continué hablando con Adrian y Theodore.
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FIX ME
Hayran KurguNOTA DE LA AUTORA: Esta historia se divide en tres partes. La primera parte para Draco Malfoy, la segunda para Theodore Nott y la tercera es sorpresa. Les recomiendo leer todas las partes para entender mejor la trama. Hemos escuchado mucho acerca d...