Capitulo 7 🔞

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Atenea's POV

Llegó mi parte favorita de la noche. Todos nos dirigimos a la enorme chimenea en la sala de estar y algunos nos sentamos frente a ella mientras otros se sentaban en los sillones.
Decidí que nada de lo que había sucedido afectaría esta noche tan especial para mi.

Theodore se sentó a mi lado y pasó su brazo por mi espalda para acercarme a él.
Hérmes siempre se encargaba de repartir los regalos, así que así lo hizo. Fue agarrando uno por uno y entregándolo a la persona correspondiente.
Comenzó con los más grandes, que eran de mis padres. Hérmes se dirigió a nosotros y nos entregó dos cajas decoradas con papel de oro.

—Creo que esta es para ti— le dije a Theodore en cuanto leí la etiqueta.

—¿Para mi?— preguntó emocionado —¿Por qué?— preguntó mirando a mis padres.

—Porque es Navidad, y todos en esta casa reciben regalos en Navidad— dijo mi madre.

—Es cierto, todos— dijo mi padre entregándole una pequeña caja a mi madre. Ella se emocionó y abrazó a mi padre. Los miré con una sonrisa llena de ternura y luego miré a Laurie, quien abría su regalo con mucha emoción.

—¡No puede ser! ¡Me encanta!— exclamó Laurie sacando una pluma enorme, muy elegante y dorada de una caja forrada de piel —¡Es de pavo real dorado! ¡Sólo hay como 20 en el mundo! ¡Muchas gracias!— agradeció Laurie a mis padres.

—¡Que bueno que te hayan gustado! Aunque fue Atenea quien buscó los regalos para ustedes— dijo mi madre mirándolo con ternura.

Laurie me miró, dejó su pluma a lado y corrió a abrazarme —¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!— dijo y yo reí mientras lo abrazaba de regreso.

Después regresó a sentarse. Miré a Theodore que aún estaba mirando su caja con una sonrisa en la cara.

—¿Qué esperas? ¡Ábrela!— sonreí. Él me miró con una sonrisa y comenzó a abrir la caja.

La caja era pequeña, pero el regalo era grande. Era un simple hechizo que mis padres utilizaban para los regalos, para no ocupar tanto espacio.
Me emocionaba ver la reacción de Theodore.
En cuanto vio lo que había dentro puso su mano en su boca. Me miró y se abalanzó sobre mi. Yo solo reía al ver su emoción.

—¿Qué es?— preguntó Laurie emocionado, pero Theodore no contestaba pues él reía de emoción mientras me abrazaba.

—¡Ya dinos qué es! ¡No nos dejes con la incertidumbre!— dijo Elisavet riendo.

Theodore se reincorporó, metió su mano en la caja y sacó su regalo.

—¡No puede ser!— exclamó Laurie al verlo.

—¿Es una Nimbus?— preguntó Elisavet confundida.

—¡Es aún mejor! ¡Es una Fire Venom XXI!— exclamó Laurie mirando con emoción.

—¿Y en qué cambia?— preguntó Elisavet sin entender lo que sucedía.

—Es de lujo. Es la escoba más nueva y más rápida del año y posiblemente de la década— dijo Theodore mirándola con asombro —¡No puedo creerlo! ¡De verdad, muchas gracias señor y señora Gaunt! ¡Y muchas gracias a ti!— Theodore se agachó para abrazarme de nuevo y luego besó mis labios. —¡No sé cómo voy a pagarte esto!— dijo y reí.

—Es un regalo. Los regalos no se pagan— sonreí y ahora yo me acerqué para regresarle el beso. Theodore me miró con una sonrisa y por si los últimos 10 abrazos no hubieran sido suficientes, volvió a abrazarme una vez más.

—No sabía que íbamos a entregar los regalos, si no me hubiera esperado con el collar o te hubiera comprado algo— dijo Theodore mirándome apenado.

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