Capitulo 52

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Draco's POV

Jamás fui el fan número uno de los bailes o eventos elegantes, sin embargo tuve que acostumbrarme a ellos por la enorme cantidad de eventos familiares que trataban de llevar tu mejor traje y alardear de todo lo que pudieras para sentirte mejor contigo mismo y llenar ese enorme vacío dentro de ti, o al menos eso hacían mis padres la mayoría del tiempo.

Este día, lo único que podía hacer era llevar mi mejor traje. No podía alardear de nada, pues no tenía nada que presumir. La chica que amaba estaba con alguien más, mis mejores amigos hacían que dudara acerca de si verdaderamente tenía amigos, mi familia estaba en una de las peores crisis posibles, y las cosas materiales a nadie le interesaban. Así que, repito, no había nada que alardear.

Mientras me arreglaba, pensé en algo que cambió por completo mi forma de pensar de esa noche.

Primero, nadie sabía quién era mi pareja, así que todos estarán impresionados cuando la presente, principalmente Atenea, pues era su mejor amiga y quería ver su reacción cuando viera que traje a su mejor amiga. Ese era mi regalo de navidad indirecto para Atenea.

Y segundo, simplemente quería ver a Atenea. Moría por verla usando sus clásicos, sensuales y elegantes vestidos negros que ella tanto amaba usar en los bailes cada año. Moría por verla entrando al salón con su gran y característica confianza que volvía loco a cualquiera que la viera. Lo único que no me agradaba de esto era saber que únicamente podía verla.

Terminé de arreglarme y me dirigí al patio en donde vería a Pansy.

Mientras la esperaba, vi a lo lejos a Atenea, aún más deslumbrante de lo que me imaginaba. Su cabello caía perfectamente por sus hombros, y su vestido abrazaba su cuerpo a la perfección, así como lo hacía Nott en ese momento. Mi sonrisa se desvaneció y recibí un gran golpe de la realidad.

—¡Draco!— me llamó Pansy sacándome de mis pensamientos.

Me giré hacia ella y la miré con una gran sonrisa. Había cambiado mucho desde la ultima vez que la vi. Su cabello era más largo y ya no tenía aquel fleco por el que todos la reconocían. También había adelgazado mucho e incluso sus ojos se habían vuelto más tristes; sin embargo ella se veía fenomenal con un vestido negro igual de radiante que ella.

Ella corrió hacia mi con los brazos abiertos y yo la recibí con un gran abrazo. En cuanto nos separamos ella comenzó a analizarme de todos lados.

—Dios, has cambiado mucho, pero al mismo tiempo sigues siendo el mismo— dijo ella.

—Es cierto, así me siento— acepté y ella rió —Tú si has cambiado bastante. Te ves diferente—

—Espero que diferente genial, y no diferente horrible—

—No— reí —Diferente genial por supuesto—

Pansy rio y volvió a abrazarme.

—Te extrañé tanto. Hablar por correspondencia no me era suficiente... Por cierto, ¿qué tal las cosas con Atenea?—

—¿En qué te quedaste?— pregunté.

—En la ultima carta que me enviaste sólo mencionaste el baile, y en la penúltima dijiste algo acerca de que un tipo, Laurie creo, y ella se habían vuelto muy cercanos o algo así—

—¿Desde ahí te quedaste?— pregunté sorprendido.

—Si... ¿Ha cambiado algo?—

—Pues, si... Muchas cosas...—

—Tengo todo el día—

—Prefiero que lo veas— dije.

Extendí mi brazo para que Pansy lo tomara y ella entrelazó su brazo. Caminamos así hasta llegar al castillo y en seguida los reconocí a todos.

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