Capitulo 6

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Después de unas horas llegamos a la estación de Hogsmeade.
Nos bajamos todos del tren para subirnos a los carruajes jalados por Thestrals. En ese lapso de tiempo busqué con la mirada alguna cabellera rubia platinada y bien peinada, o sus ojos fríos, pero nunca lo encontré.

Cuando ya todos estaban en el carruaje, Hérmes me llamó, y yo me subí con ellos. Minutos después nos encontrábamos entrando al castillo.
Me sabía todo este recorrido a la perfección y lo amaba, pero era muy extraño compartirlo con personas completamente diferentes a las que usualmente me acompañaban. Por ejemplo, ahora estaban Hérmes y sus amigos cuando usualmente venían Draco, Pansy, Daphne, Adrian, Crabbe y Goyle, y a veces incluso Terrence Higgs. Pero ahora era distinto, y bastante triste.

Pasamos por las puertas del castillo y llegamos al gran comedor, en donde se llevó a cabo la ceremonia de iniciación (la cual fue bastante extraña ya que era McGonagall la nueva directora). Se hicieron los anuncios acerca de las nuevas reglas, los nuevos prefectos y modalidades, entre muchas otras cosas.
Mi hermano y sus amigos pasaron al frente junto a otros chicos.

—...Así que, como ya les expliqué anteriormente, ellos serán sus nuevos prefectos superiores. Los nuevos prefectos de la casa de Hufflepuff son el señor Felix Auger-Aliassime y la señorita Haley Lu. Los de la casa de Ravenclaw son el señor Fiorello Amadori y la señorita Saori Yamada. Los de la casa de Gryffindor son el señor Sascha Hasserfüllt y la señorita Katherine Kozlov-Kuznetsova. Y por último, los de la casa de Slytherin son el señor Hérmes Gaunt y la señorita Amira Sabaj— anunció la profesora McGonagall —...además, algunos de ellos serán suplentes o profesores de materias importantes para obtener un buen puntaje en el EXTASIS en el caso de los alumnos de séptimo grado. Así que, Hérmes Gaunt será su nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras...— los alumnos comenzaron a aplaudir, y claro que yo también lo hice. Sin embargo, escuché comentarios de niñas hablando de lo guapo que era su nuevo profesor, refiriéndose a mi hermano. Yo sólo reí.

—¡Por Dios, parece un Dios bajado del Olimpo!— dijo una chica de Hufflepuff antes de suspirar.

—¿Cómo quieren que ponga atención si la cara del nuevo profesor es así de perfecta?— dijo otra chica de Slytherin. Reí discretamente, pero Theodore me vió. En seguida entendió por qué me reía y sonrió tratando de contenerse.

—...Suficientes aplausos— dijo McGonagall tratando de que los alumnos guardaran silencio —La señorita Haley Lu impartirá las clases de Estudios Muggles. La señorita Amira Sabaj será la suplente de Pociones. Y por último, la señorita Saori Yamada, será la suplente de Transformaciones. Me alegra mencionarles que todos estos chicos están aquí para ayudarles y asesorarles para sus exámenes TIMO (Título Indispensable de Magia Ordinaria) y EXTASIS (Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas)— Los alumnos aplaudieron nuevamente y cuando la profesora McGonagall iba a sentarse para comenzar el banquete, regresó a la tribuna a dar un último anuncio.

—Por cierto, lo olvidaba... Para los alumnos que no estuvieron aquí el año pasado quiero anunciarles que tenemos un nuevo profesor Transformaciones y subdirector, el profesor Atticus Abecassis— anunció la profesora McGonagall, y un hombre de unos cuarenta años se levantó de la mesa.

Tenía el pelo negro, era bien parecido, y sus ojos azules le ayudaban bastante; pero su físico no se comparaba con la extrañas vibras que él me transmitió en cuanto lo vi.

—Ese es el profesor del que hablaban en el tren... Los alumnos lo llaman "el nuevo Snape"— dijo Blaise.

—¿Por qué?— pregunté.

—Es que es literalmente él. Snape. Enseña Transformaciones, pero tiene un extraño interés por las Artes Oscuras, lo sabe todo acerca de la materia y cuando puede lo presume— respondió Theodore.

—Además, escuché que es muy estricto, aunque si hay algo que difiere entre Snape y él. Dicen que Atticus no es tan serio como Snape, al contrario, es muy sarcástico, a menos que lo hagas enojar— añadió Blaise.

—Es verdad. Los estudiantes lo aman o lo odian, no hay punto medio— dijo Theodore.

Miré al profesor. Noté que mantenía su vista sobre Hérmes, lo cual me parecía muy extraña, pues no era cualquier mirada, era una mirada difícil de descifrar pero de esas que sabes que no traen nada bueno.

—Ey... No te enamores de tu profesor...— bromeó Theodore susurrando y yo reí despacio para que nadie más escuchara.

—Tranquilo, no es mi tipo— respondí.

—¿Entonces cuál es tu tipo?— preguntó Theodore mirándome de reojo.

—¿Has visto al profesor Slughorn? Él es mi tipo— bromeé.

—Si, creo que también es el mío— me siguió la corriente y comenzamos a reír, pero nos callamos de inmediato porque la profesora McGonagall nos miró fijamente desde la tribuna y con una expresión no muy agradable.

Después de los anuncios de la profesora, ahora directora, McGonagall, comenzó el banquete. La comida era tan deliciosa como siempre, algo que sin duda había extrañado. Aunque había olvidado lo rápido que tienes que agarrar las piezas de comida antes de que los demás se la acaben, porque tardaba unos minutos para que se auto rellenaran los platos.

Pasó el banquete y era hora de ir a nuestras habitaciones. Mientras caminábamos por los pasillos, miraba a todos lados esperando encontrarlo, que me sonriera, y poder abrazarlo nuevamente, pero no fue así.
Sentía que algo extraño había sucedido; no necesariamente algo trágico, pero algo me decía que algo había cambiado o que algo extraño ocurría.

Al llegar a mi habitación vi que todas mis pertenencias estaban ahí, se habían acomodado por sí solas.
Paseé por mi habitación recordando cada parte de ella, y minutos después me acosté en mi cama hasta quedarme completamente dormida.

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