FIX ME

Capitulo 4

Pasaron unos días, para ese entonces Draco y yo ya habíamos salido un par de veces, pero aún no era nada oficial, ni siquiera le habíamos dicho a los demás, y si nos preguntaban por qué pasábamos más tiempo nosotros dos juntos que con los demás, decíamos que teníamos que terminar unas tareas o que hablábamos de alguna cena o plan de nuestros padres. Tanto Draco como yo valorábamos nuestra privacidad, por lo que esto era más que nada un experimento para ver si las cosas entre nosotros podrían funcionar o no, y si no funcionaba entonces nadie sabría de nada.

Siempre íbamos al mismo lugar del castillo: las gradas del estadio de Quidditch. Nos sentábamos en las gradas y hablábamos de cualquier cosa que pasara por nuestra cabeza, no importaba lo que fuera. Por esta razón, Draco y yo nos habíamos vuelto mucho más cercanos de lo que éramos antes, y poco a poco se estaba ganando mi afecto.

Una vez, Theodore se auto-invitó a ir con nosotros a las gradas, pero fue únicamente porque los demás habían sido llamados por Snape para completar una tarea y Theodore no quería estar sólo en el patio; así que estuvimos un rato platicando en las gradas y apreciando el hermoso paisaje que teníamos frente a nosotros.

—Tengo hambre. ¿No se mueren de hambre?— dijo Draco.

—De ti, siempre— bromeó Theo.

—Bueno, a mi no me molestaría comerme a los dos— bromeé, aunque realmente no mentía.

—¿Sabes? A mi tampoco me molestaría eso— dijo Theodore riendo.

—Atenea, ni siquiera has tenido novio, ¿cómo vas a saber de esto?— dijo Draco riendo.

—¿Tú has tenido novia, Malfoy?— pregunté provocándolo y en seguida su sonrisa se desvaneció y su cara se tornó seria.

—No necesito de una novia para eso—

—Exacto— contesté.

Theodore sólo nos miraba con una sonrisa apretada, tratando de no reírse, viendo cómo nos matábamos el uno al otro.

—¿Por qué no se besan de una vez?— dijo Theodore y Draco y yo nos miramos y nos reímos despacio —Y si no lo hacen, Atenea, estoy completamente disponible para ti— dijo y comencé a sonrojarme, pero la cara de Draco cambió de nuevo. Él era tan transparente que era evidente cada vez que se molestaba o que algo le incomodaba.

—Cállate, Nott. Tienes novia—

—¿Y? Sólo vamos a comer ¿No, Atenea?— bromeó, pero Draco no se lo tomó como tal —Es broma, Malfoy, no te enojes— dijo riendo.

—De verdad espero que sea una broma, Nott— lo amenazó Draco y Theodore lo miró desconcertado.

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En la tarde, acababa de salir de clases cuando vi a Draco caminando solo por el patio. Me sorprendió porque siempre estaba rodeado de sus amigos, y si no eran sus amigos, eran Crabbe y Goyle, pero esta vez estaba completamente solo.

Caminé hacia él y cuando estaba lo suficientemente cerca, lo tomé del brazo y caminé con él. Al principio se sorprendió, pero luego sonrió al verme.

—¿Por qué tan solo?

—Porque te estaba buscando— dijo coqueto.

—¿Y para qué?— lo miré. Él se detuvo y se paró frente a mi.

—Ya deberías saberlo— dijo y acercó su cara a la mía tanto que nuestras respiraciones se mezclaban. Dejó un rápido beso en mis labios y comenzó a caminar, yo estaba sorprendida, pues no me lo esperaba en lo absoluto —¿No vienes?— Me llamó. Sonreí y fui detrás de él.

Caminamos hasta llegar a un pasillo vacío cerca de la torre de adivinación. Se recargó contra una pared y me jaló hacia él.

—¿Ya vas a decirme?— pregunté sonriendo.

Me pegó a él, yo puse mis manos en su pecho, él puso las suyas en mi cintura y acercó su cara a la mía lentamente. Juntó nuestros labios en un beso, pero esta vez no era uno rápido. Pasé mis manos de su pecho a sus mejillas y continué besándolo.

Después de unos segundos me separé, y lo miré a los ojos.

—Pero "no es nada formal"— dije imitándolo. 

—Eso es  porque tú no quieres— dijo Draco.

—¿Y me estoy quejando?— le pregunté con una sonrisa y el sonrió para luego besarme de nuevo.

Era la tercera vez que nos veíamos en los pasillos. Esperábamos a que se vaciaran o íbamos a alguno que ya estaba vacío.
Aún no éramos nada formal pero disfrutábamos tanto el uno del otro. Sus besos eran los mejores, al igual que sus caricias. Y en las tardes no podía esperar a que los demás se fueran a sus clases o a sus entrenamientos para poder estar a solas.

Llevábamos un mes, tal vez un poco más, con todo esto de salir sin que nadie supiera. Cuando estábamos todos juntos, fingíamos que no pasaba nada, y nuestros amigos lo creían, aunque estaba segura de que sospechaban un poco. Sobre todo Theodore. Quería contarle a Pansy, y sabía que no tendría problema porque ella había estado saliendo con Terence Higgs ahora, pero algo me detenía.

Después de unos minutos más en el pasillo, Draco miró su reloj, y se detuvo rápidamente.

—Tengo que irme. Tengo entrenamiento de Quidditch, y ya voy 30 minutos tarde— dijo acomodándose su camisa y la corbata. Sonreí y le pasé sus cosas. Comenzó a caminar rápidamente, y se detuvo en seco. Regresó corriendo hacia mi y me dio un beso rápido de despedida. —Atenea, hoy en la torre de astronomía a las 10, después de la cena. Te espero ahí— sonrió y se fue.

Me quedé viéndolo, para luego acomodarme el pelo e ir a buscar a Pansy.

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