El tan esperado día del baile al fin llegó. Fue un viernes, 17 de diciembre. No tuvimos clases ese día pues todos los profesores contribuían para los preparativos de la fiesta.
Estábamos los chicos y yo en el patio riendo y hablando acerca de lo divertido que se veía el profesor Flitwick tratando de colgar unos arreglos.
—Dios, se va a caer de esa escalera— dijo Elisavet riendo.
—¿Por qué no sólo utiliza su varita?— dijo Laurie.
—No tengo idea— respondí riendo como los demás.
—Al fin alguien que piensa allí dentro— dijo Theodore, pues Slughorn se acercó con su varita a ayudarle. Nos reímos otro rato y alguien más volvió a sacar plática.
—Bueno, yo quiero saber con quién irán ustedes al baile, porque no sé absolutamente nada de ustedes y no me cuentan nada— se quejó Zabini y yo reí.
—Creí que era evidente con quien iríamos al baile— respondí refiriéndome a Theodore y yo, y a Laurie y a Camille.
—No, por ejemplo, Malfoy ¿Con quien vas a ir? Ya no tienes a Astoria, de hecho, encontró a tu suplente bastante rápido— dijo Blaise mirando hacia ella y su nuevo amor.
—Déjalo en paz. Le hizo un favor a Malfoy— lo defendí.
—¡Uh! ¿Por qué? ¿Querías ir con tu ex al baile?— bromeó Zabini.
—No digas eso, eso no se le desea a nadie... sin ofender, Malfoy— bromeó Laurie y todos reímos.
—No, ya en serio, ¿con quien vas a ir?— le preguntó nuevamente Blaise a Draco.
—Es una sorpresa— respondió Draco.
—Espera, ¿no vas a ir al baile?— preguntó Camille.
—¡Bu! Que aburrido eres— dijo Elisavet.
—No, si iré; pero mi pareja será una sorpresa— respondió.
—Seguramente aún no tienes pareja e invitarás a tu mamá— bromeó Elisavet y todos reímos.
—Como sea... ¿Tú con quien irás?— le preguntó Draco.
—Yo, con mi queridísimo Zabini— respondió Elisavet y todos nos sorprendimos.
—¡¿Zabini?!— preguntó Theodore asombrado mirando a su amigo.
—Eso si fue inesperado— dijo Laurie.
—¿Qué les digo? Soy irresistible— respondió Zabini.
—Cálmate, Gilderoy Lockhart... Si dije que si fue porque odio a todos aquí, y los que me caen bien ya tenían pareja— respondió Elisavet bromeando.
En ese momento, la profesora McGonagall hizo el llamado para que fuéramos a arreglarnos, pues el salón ya estaba listo.
En seguida nos paramos y nos fuimos todos a nuestras habitaciones.
Invité a las chicas a arreglarse conmigo, sin embargo, Camille me dijo que iría un rato con Laurie, claro que no quise indagar más. Elisavet aceptó, así que le ayudé a entrar al dormitorio de Slytherin.—¿Esa es su clave? ¿Solo una palabra, y encima, Sangrepura?— preguntó divertida.
—Lamentablemente... ¿Cuál es su clave?— pregunté.
—No tenemos clave como tal, sino, para entrar tenemos que resolver un acertijo, y si no lo tienes bien, tienes que esperar a que llegue alguien más y lo diga correctamente, si no, no puedes pasar. Lo malo es que los acertijos cambian cada día. Una vez nos quedamos horas afuera esperando a que alguien lo resolviera. Tuvo que llegar Dumbledore... Qué lástima, a veces siento que si él hubiera estado aquí, nada de lo que sucedió hubiera pasado—
—No lo había pensado así, pero tienes toda la razón—
Elisavet estaba asombrada con nuestra sala común. Dijo que era una perfecta mezcla entre elegante y terrorífico; y que parecía una sala de un castillo embrujado.
Corrimos hasta mi habitación y ella miró asombrada.
—Y yo creía que nuestra sala común era elegante...—
—Bueno, solo estuve una vez en la sala común de Ravenclaw y definitivamente es mejor que la de Gryffindor. La de Hufflepuff al menos es acogedora—
—¿Has entrado a todas las salas comunes?—
—Si, ¿tú no?— pregunté extraña, pues ella parecía la clase de chicas que rompía al menos 10 reglas por día.
—No. En realidad, pasé todos los años estudiando y matándome por tener buenas calificaciones, hasta que las circunstancias me hicieron darme cuenta de qué hay cosas más importantes— dijo nostálgica.
—¿Las circunstancias?— pregunté confundida.
—Si... En la guerra, perdí a mi mejor amiga, a mi hermano mayor y a mi hermano menor, tenía solo 12 años. En las cenas solíamos ser 5 esperando a que nuestros padres llegaran del trabajo, ahora somos sólo tres. Mis padres no se han recuperado de eso—
—Lo siento tanto—
—Yo también... Por eso ahora trato de vivir mi vida al máximo, viviendo lo que mis hermanos no pudieron, como si fuera el último día de mi vida— respondió y me dedicó una sonrisa débil pero genuina —Pero no es momento de deprimirnos, es momento de arreglarnos para la mejor noche de nuestras vidas—
Empezamos a arreglarnos. Comenzamos a maquillarnos. Elisavet era una experta maquillándose comparada conmigo. Apenas y sabía ponerme rímel sin picarme en ojo.
Traté de imitar lo que hacía pero me salía mucho peor. Elisavet rió y se ofreció a ayudarme.Borró todas las manchas horrorosas de sombra que había caído sobre mis mejillas tras una pésima aplicación. Elisavet tomó la brocha y delicadamente la pasó por mis párpados. Estuve con los ojos cerrados por casi 10 minutos. Cuando los abrí, Elisavet me miró con emoción y satisfacción y al mirarme al espejo comprendí su emoción.
Mis ojos resaltaban como nunca antes. Sonreí viendo con felicidad mi reflejo, y entonces, Elisavet se ofreció a ayudarme con el resto del maquillaje. Acepté y la dejé actuar en mi cara sin cuestionarla.
—¡Listo! Te ves hermosa— dijo Elisavet contenta con el producto.
Me miré al espejo y tenía toda la razón. Me sentí increíble. Mi autoestima nunca fue malo ni tampoco el más alto, pero esta vez estaba por los cielos.
—¡Wow! Me veo... ¡Wow!— dije y Elisavet rió.
—Es cierto, te ves wow... Pero bueno, voy a continuar maquillándome para no llegar tarde...—
Mientras se maquillaba, yo admiraba la facilidad con la que pintaba sobre su cara. Sin duda era una habilidad que ella dominaba, y que en ese momento deseé haberla dominado también.
Terminó de maquillarse en menos de 10 minutos.Después, nos enfocamos en el cabello, lo cual no nos tomó demasiado tiempo pues ella me ayudó con el mío, y yo ayudé con el de ella. Hasta que llegó el momento de cambiarse.
Ella se metió al baño y yo me vestí frente al espejo. Me acomodé el vestido, que fue muy fácil de poner, y luego me miré al espejo.
Me sentía como una verdadera princesa, pero no cualquier princesa, una muy poderosa. Sonreí.
Escuche la manija de la puerta del baño abrirse y volteé. Elisavet salió también pareciendo una princesa.—Oh por Dios, te ves increíble—
—¡Dios, tú también!— dijo entusiasmada.
—Me encantó tu vestido y tú maquillaje, y el peinado... Wow—
—¡Pero mírate tu! ¡Pareces una reina!— respondió y sonreí.
—Yo parezco una reina. Tú pareces una reina. Y eso es porque somos unas reinas— respondí segura y ella asintió feliz.
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FIX ME
FanficNOTA DE LA AUTORA: Esta historia se divide en tres partes. La primera parte para Draco Malfoy, la segunda para Theodore Nott y la tercera es sorpresa. Les recomiendo leer todas las partes para entender mejor la trama. Hemos escuchado mucho acerca d...