Malas Noticias

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En la casa de los Gillis todo era puro silencio, la casa estaba rociada de alcohol y para colmo también habían cosas inflamables adentro, Samantha y Michael comprobaron si ambos niños estaban dormidos y lo estaban...

_Ahora - dijo Samantha hacía su marido.

Este solo prendió el cerillo para luego tirarlo hacía la casa y luego irse. Ambos estaban afuera de la casa con las maletas. Michael tiró el cerillo y lentamente la casa se fue quemando.

_Vamos hacía las ruinas de los Quagmire, allí está el túnel - indicó Samantha.

Ambos agarraron sus valijas y caminaron rápidamente hacía la casa Quagmire pero no pudieron llegar muy lejos ya que en el camino se les abrió la valija haciendo que las cosas se cayeran, ambos se agacharon para juntar todo rápidamente, los vecinos salían a la calle para ver el enorme incendio.

Cruzaron la calle pero tuvieron que parar ya que un auto se interpuso entre ellos haciéndolos parar, pasaron de largo sin saber que la conductora estaba por llamar a la policía, había recordado bien la cara de ambos ya que se veía con claridad.

_¿Hola? ¿Policía? - preguntó la mujer llamándolos -, dos persona quemaron una casa... ella es rubia, pero rizado y piel clara, es alta, esbelta y tiene puesto una camisa blanca con un suéter rosado y un pantalón negro y el tiene una remera azul con un pantalón gris, pelo negro y con algunos rulos, tenían unas valijas y se estaban yendo y justo salían de esa casa... gracias... la casa es la de Avenida Tensión... gracias... los espero... adiós - y colgó. 

Luego de eso llamó a los bomberos quienes no tardaron en contestar, la mujer habló y luego colgó para bajarse del auto y ver como la casa se incendiaba lentamente.

_¿Le pusiste la anestesia a ambos? - le preguntó Michael a Samantha mientras corrían.

_No, me olvidé - respondió ella -. No importa, ya deben estar muertos - dijo sin importancia.

Mientras tanto adentro de la casa en llamas:

Ruby había despertado al oler el humo y al sentir tanto calor, abrió los ojos y se tocó la cabeza ya que esta le dolía, estaba mareada y confundida, abrió los ojos y vio como todo se estaba quemando, intentó pararse pero apenas pudo ya que se tambaleaba, cerró los ojos con fuerza para luego abrirlos y comenzar a caminar con dificultad.

_Dylan... - murmuró acordándose de él - ¡DYLAN! - gritó.

Corrió hacía la puerta y no dudó en fijarse en el cuarto de Samantha y su padre, pero apenas podía caminar ya que le dolía todo su cuerpo por los golpes que había recibido en los últimos días. Se agarraba de los objetos que tenía cerca, algunos muebles que seguían en pie pero no por mucho tiempo.

Arrancó un pedazo de la falda de su vestido, la tela que arrancó se la puso en la boca para intentar no inhalar todo el humo, estaba mareada pero siguió caminando. El fuego consumía todo lo que había a su paso. Apenas entró al cuarto de su padre y Samantha y gritó el nombre de su hermanito, al no recibir respuestas se asustó.

Vio que arriba de la cama había una manta de lana gruesa, no dudó en agarrarla ya que no era inflamable y ayudaría a ambos chicos a escapar de la casa. Ruby se acercó con dificultad hacía la mesita de luz la cuál tenía la llave de metal, pero al tocarla se quemó ya que esta estaba caliente.

Agarró la llave con la falda de su vestido y se acercó al armario bajo de madera en donde estaba su hermanito desmayado.

_¡Dylan! ¡DYLAN! - gritó con lágrimas en los ojos - ¡DYLAN! - gritó cada vez más mientras que el chico no respondía.

Tan diferentes pero tan igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora